viernes, 27 de junio de 2008

Mañana es pasado


Veinte años cumple la delegación de Diario de Cádiz en El Puerto de Santa María. Hoy se publica un suplemento especial.
La foto es de Fito Carreto, de la serie Paseantes.


Antes de la Delegación, los plumillas y reporteros gráficos entregaban sus trabajos en el Vapor o en un azorado Comes de color verde. Alguien recogía el sobre en Cádiz, mientras los corresponsales almorzaban de medio lado a la vera del Guadalete: croquetas y ensaladilla. Con picos. A las cinco y pico de la tarde frenaba el tiempo en seco, luego de tomar una tremenda curva hacia los confines de la Bajamar, y en la redacción central del Diario se aprestaban a traducir las noticias a papel. En formato sábana. Antes de la Delegación, las motos, las tapas, la prisa, la galopante alopecia y una ilusión infinita, bendito veneno, primaban sobre todas las cosas. Fito Carreto, superviviente de la época, preparaba la foto de inauguración de la Delegación, una noche disparó contra el futuro en el Castillo de San Marcos y ahí quedaron para siempre los pioneros, con Agustín Merello al frente y Diego Mora en el corazón. Conviene recordar que antes de la Delegación, siglo cuatro antes de los fenicios, existió ya una corresponsal llamada Pipi Gago, cuando nadie imaginaba la llegada de internet, los teléfonos celulares e incluso los faxes. Un día, el Diario proporcionó un walquitolqui al firmante, un artilugio con sonido a escarcha, el preludio de la tecnología de las narices, vía directa con los Ángeles Nocturnos, la primera oficina de prestado del Diario en El Puerto. Luego surgieron los primeros ordenadores de plastilina, adiós a las olivettis, porca miseria.
En tiempos tan remotos, veinte años atrás, no había jefes de prensa, ni ruedas de prensa por la mañana temprano, y los periodistas en ciernes nos colábamos en la Alcaldía, con permiso de Gómez Ojeda y Torres. Las noticias volaban, sólo había que atraparlas al vuelo, eran noticias de falso progreso, de mociones de censura, planes de desordenación humana y especulaciones varias. Puerto Churri, madre de todas las batallas políticas, estaba casi igualito. Puerto Churri tuvo la culpa de tó. Y Bill Gates también, con las castas del windows con vistas al mar.
En la Delegación, que se mantiene tan joven hoy en día, los primeros meses se echaban horas de más, el Diario pagó la comida hasta que las facturas fueron creciendo a la par que el hambre del periodista callejero. Agustín Merello, que puso en marcha el proyecto que a José Joly Martínez de Salazar encomendó su padre, el sueño de las delegaciones y ediciones provinciales del Diario, era un tipo brillante y peculiar, profundo y sencillo, capaz de escribir un suceso lírico o un reportaje de la nada, maestro del periodismo. A veces no se sabía si iba o venía, si sonreía o atravesaba un túnel de sombras. Agustín dirigió a su joven e inexperto equipo con ternura y sapiencia, y en una ocasión triunfó por todo lo alto en un diario hablado ofrecido en un curso de verano.
Con la Delegación llegaron la tempestad y la calma, pasaron periodistas de todos los colores, y algún que otro mequetrefe de la cosa pública, y gente poniendo esquelas, y vecinos con notas de prensa escritas a mano, y portuenses de pro que de una u otra manera contribuyeron a crear una etapa memorable, que nunca morirá del todo.
Antes de la Delegación, no había rotondas, ni corporaciones dermohistéricas, ni tanta gente huyendo hacia adelante, pero ya se vislumbraba el porvenir que aún está por venir. Luego vino todo de sopetón. Hasta hoy. Mañana será pasado. La nostalgia del futuro colorea en sepia los mejores y más desgraciados momentos de una generación y pico de periodismo. Glorias y miserias de uno de los oficios más antiguos del mundo.

Junio 08, El Puerto (Diario de Cádiz)

miércoles, 25 de junio de 2008

Mágico don Camilo


Ahora que el aire acondicionado inunda los rincones del fútbol de fin de temporada, y el Cádiz recurre al Media Markt pa recuperar un cuarto de la categoría perdida, juegan al contragolpe en los despachos. Se resiste a terminar la rocambolesca temporada, como un dolor enconado, y resucita el espíritu de Irigoyen, "esta gente se ha creído Irigoyen". La tele pasa mil veces el penalti de la vergüenza, Jose todavía trae cara de susto, y pensar que la tanda de penaltis se inventó en Cádiz ...
Para alineación indebida, la de algunos futbolistas del Submarino a lo largo de todo el curso y nadie ha puesto, ni siquiera interpuesto, una denuncia, que se sepa. Tantas semanas hablando de milagros, de glorias y miserias, y el verdadero milagro está a punto de llegar sin avisar: que el Cádiz gane un recurso, aunque sea sin bote. El Cádiz no gana un recurso desde que Manolín Bueno fichó por el Madrid, siendo un chavalito. Bueno se mantiene eternamente joven, como la memoria cadista cuando le conviene. Convendría apelar hoy a la nostalgia del porvenir, el futuro ya es pasado, más quisiera el Cádiz tener, de tanto haber tenido, la fortuna de contar con los servicios de Camilo Liz Salgado, el gallego zurdo, maestro del dominó, 95 años de amor a Cádiz, leyenda viva del balón, el banquillo y ... los despachos. Historias del ventilador.
En Alicante tuvo que ser, en el estadio Rico Pérez, donde Camilo Liz echó el ojo a un tal Mágico González en el truncado Mundial de España del 82. Cerquita de Castellón, la tierra prometida de la juventud gaditana de este siglo. Ya en calidad de secretario técnico, Camilo había regresado a Cádiz en 1980, justo a tiempo para ver ascender a Primera a Cádiz y Castellón. Los milagrosos Irigoyen y Liz compartirían una etapa memorable del cadismo, incluyendo la liguilla de la muerte a la que se invoca hoy de aquella manera. Camilo Liz reúne, de hecho, la autoría de tres hitos de la historia del Submarino: traspaso millonario de Manolín Bueno, liguilla de la muerte y fichaje de Mágico. Entre otras muchas cosas, pues el extremo izquierda, rápido, con picardía, y resolutivo, anotó el primer gol del Cádiz, ante el Sevilla en una Copa de Andalucía, y jugó en el Mirandilla en el célebre y funesto choque contra el Murcia, albores de los años cuarenta, primer ascenso frustrado a Primera. Camilo Liz había llegado a Cádiz el año 38, con motivo de una gira del Celta de Vigo por Andalucía. Se enamoró de Cádiz.
Como jugador, Liz, a quien sus compañeros apodaban "el señorito" por sus hechuras de dandy, llegó a ser convocado por la selección española, pero un tifus le impidió disputar una serie de amistosos contra Alemania, Italia y Francia, cuando el gallego amarillo militaba en las filas del Granada. Luego se marchó a Gijón, donde marcó ¡nueve goles de saque de esquina en una temporada! con la camisola del Sporting. Genio y figura. Tuvo buen ojo Irigoyen al rescatarle del cajón de celebridades, aunque Cilleruelo ya le había contratado como entrenador en los años cincuenta, a pique de un repique, a punto estuvo de subir don Camilo en otra surrealista temporada en que ampliaron el grupo de Segunda para que no descendiera el Xerez. Ejem.
El rey del fútbol en adobo preparó a numerosos equipos, como el Racing Portuense, la Balona, Algeciras, Recreativo de Huelva, Xerez, Castellón y su Cádiz de siempre, hoy enfrascado en el destino buscado tras un año de fichajes frustrados, intempestivos cambios de humor, maldita sean las estampitas de este año, rumian los niños a la memoria de Lucas Lobos.
Ahora que se asoma el recuerdo de los mejores goles de despacho, varios matices en torno a la liguilla de la muerte, episodio crucial en la historia contemporánea del planeta Gades, el truco del almendruco, picaresca literaria de mediados de los ochenta, el acabóse más inesperado que dejó al Cádiz donde estaba. En Primera tras una temporada aciaga que, sin embargo, registró el momento cumbre de Mágico en la Tacita, tres goles en una tarde al Racing de Santander, precisamente el equipo que se fue a Segunda por mor de la mortal lguilla final que Irigoyen se sacó de la manga con la complicidad de sus contactos en la Federación y la encomiable labor de estratega de don Camilo Liz, factotum de aquella voltereta legal. Ya se sabe: ese año hubo play offs, nefasta medida federativa que a la postre salvó al Cádiz. Como quiera que el Submarino "se había dejao de ir" a final de temporada, muy lejos de los puestos de la tranquilidad, se sintió damnificado por el play off de marras y propugnó otra liguilla contra Racing y Osasuna. Empate a uno contra ambos equipos, arte de birlbirloque, y los montañeses al hoyo. Hoy están en la Uefa, mira tú qué cosas.
Cuentan que Irigoyen contó con un aliado, un enemigo íntimo cuya intervención resultó vital. Irigoyen no era presidente del Cádiz como tal, pues el club se sometía en esos días a proceso electoral, así que el candidato Irigoyen solicitó autorización a su rival en las urnas, Mariano Pastrana de la Calle, para realizar la peculiar gestión en nombre del Cádiz y de todos los dioses de la pelota. Dicho y hecho. Pocas veces en la vida se citan tantas circunstancias a la par, y Camilo Liz ha vivido unas cuantas, y de las buenas. Trabajito le costó. No basta con tocar las puertas del cielo, hay que currárselo en vida para ganar la liguilla de la buena muerte.

Junio 08, Submarino Amarillo (Diario de Cádiz)

martes, 24 de junio de 2008

Pepe Delgado, blues hasta los huesos

El blues goza de excelente salud en Andalucía. "El panorama cada día está mejor", apunta el guitarrista portuense Pepe Delgado, líder de la Reunión de Blues, que acaba de presentar su segundo disco en el flamante festival de Tomares, que se une a los pioneros encuentros de Cazorla y Antequera. "Además, en Sevilla hemos fundado la Casa del Blues, asociación para promover y difundir el blues". Las sesiones mensuales de la Casa del Blues se inician con una gran comilona. Y a tocar.
Pepe Delgado descubrió la música sincopada cuando cayeron en sus manos discos de Led Zeppelin y Jimi Hendrix que contenían versiones de Willie Dixon y Muddy Waters. "Al escuchar a Waters o Howlin' Wolf quedé completamente enganchado al sonido tan poderoso y profundo de la voz y las guitarras. Las letras hablaban de asuntos cotidianos, todo muy claro y directo, como el flamenco y la vida misma". A los 14 años, junto a su inseparable Fernando Cañas acudió a un concierto de la Caledonia Blues Band y supo que el blues le había atrapado.
Integrado ya de pleno en el circuito bluesero y en el intrincado y agradecido ambiente musical hispalense, Pepe formó su particular Reunión de Blues en 2000, y mantiene el núcleo crecido en torno a la Facultad de Psicología. El guitarrista Julio Colín, Manuel de Arcos a la armónica y Fernando Cañas a la batería vuelven a unirse a la voz de Paula Haynes en algunos pasajes del nuevo disco, que incluye versiones de clásicos y composiciones de nuevo cuño. De Peggy Lee a Miles Davis, pasando por Ray Charles o Van Morrison.
"Aunque sea un tópico decirlo, el hermanamiento entre blues y flamenco se me antoja brutal". Delgado encuentra raíces africanas y rítmicas, historias viscerales comunes, guiños entre ambos estilos que se apuntan en temas como "All Blues" de Miles Davis o "El blues de la frontera" de Pata Negra.
A Pepe no le hace gracia Eric Clapton, si acaso algunas de sus aportaciones en Cream o Derek and the Dominos. "No creo que fuera el Dios de la guitarra", remarca. "El blues inglés me parece falto de chicha y limoná, creo que los bluesmen españoles tenemos más pellizco tocando que ellos; no digo que seamos mejores o peores, y a los ingleses se les da mejor el pop".
A Delgado y los suyos les motivan los clásicos de los años 20 y 30, los maestros del blues, aunque también valora grupos actuales, influenciados por el blues más antiguo, como White Stripes o los primeros Blues Explosion, o la primera PJ Harvey. También le interesa sobremanera el jazz, claro, no en vano cultiva un trío junto al saxofonista José Luis Soberao y la vocalista Vicky Luna.
Convencido de que hay campos por descubrir, Delgado alterna ritmos, pasa del acústico al eléctrico, del jazz al swing y del ragtime al delta blues, con absoluta naturalidad y un perfil dramático y vehemente capaz de aullar el blues y luego sonreír a la vida.
Tras la participación en Tomares, Pepe Delgado y la Reunión de Blues presentaron su nuevo álbum en Jerez, el día 21 en El Triple. Triple salto mortal de blues de calidad.

Junio 08, Cultura (Diario de Cádiz)

Hard Rain (Bob Dylan inicia su gira española en la Expo de Zaragoza)

Zaragoza.(EFE).- Bob Dylan inició hoy la gira que le llevará por once ciudades españolas con una puesta en escena cuidada y austera, que cedió todo el protagonismo a las canciones que durante una hora y media atraparon a las más de 15.000 personas que se congregaron en la Feria de Muestras de Zaragoza para disfrutar de uno de las citas musicales más esperadas de la Expo.
Dylan, que se presentó en el escenario poco antes de que anocheciera cubierto con un sombrero blanco y su habitual traje negro, arrancó el concierto con "I'll be your baby tonight" del álbum de 1967 "John Wesley Harding" y continuó con tintes de 'country' uno de los clásicos de "The Freeweling", "Don't Think Twice, It's All Right".
Ésta fue la carta de presentación de Dylan en su primera actuación en España tras la concesión del Premio Príncipe de Asturias de las Artes de 2007, que abordó sin detalles para la galería y sin despegarse de los teclados en ningún momento.A continuación, los solos de guitarra de "Just like Thumb's Tom Blues" despertaron a un público que hasta el momento había guardado las distancias con el cantante estadounidense y que, poco a poco, se sumergió en la propuesta musical de Dylan, sobria, intimista y directa.
Los acordes más templados de "Shelter from the storm" terminaron por atrapar a las más de 15.000 personas que se dieron cita en la explanada de la Feria de Muestras de Zaragoza, cuya atmósfera hizo revivir por momentos el recogimiento sonoro de un antiguo salón de conciertos.
La delicadeza de "Just like a woman" del "Blonde on Blonde" (1966), atenuada ligeramente por la voz aguardentosa del bardo de Duluth, cedió el testigo a la 'oscarizadà y potente "Things have changed", una de los temas más celebrados por el público hasta ese momento.Con "Beyond the horizon" y "When the deal goes down", de su último álbum "Modern times", una casi irreconocible "Tangled up in blue" y "Highway 61 Revisited", Dylan preparó al auditorio que se preguntaba si finalmente habría incluido en el repertorio de esta noche "A hard rain's a-gonna fall", la canción que cedió como himno oficial para la Exposición Internacional de Zaragoza.
Finalmente lo hizo y con ella encaró la recta final de la primera parte del concierto, en la que todavía hubo tiempo para hacer un 'rock'n'roll' con "Summer days" y desgarrar la surrealista y aplaudida "All along the watchtower".No hubo sorpresa en los bises, que aprovechó para presentar a la banda habitual en las únicas palabras que dirigió al público.Tony Garnier -bajo-, George Recile -batería-, Stu Kimball y Denny Freeman -guitarras- y Donnie Herron -guitarra, banjo, violín, viola y mandolina- flanquearon a Dylan al que acompañaron sin mácula en cada uno de los géneros que se propusieron interpretar, desde 'country' al 'rock'n'roll' pasando por algunas incursiones en el jazz.
Para el final, los dos temas con los que normalmente cierra los conciertos de esta gira: "Thunder on the mountain", canción que abre el "Modern Times", y la más esperada, "Like a rolling stone", coreada con fuerza por un público que por momentos pareció absorto y atrapado en la red de canciones que Dylan tejió esta noche para ellos.
Eso fue todo, un saludo con las manos en alto, un tímido movimiento de caderas y de vuelta al autobús que le llevará hasta el próximo 10 de julio por once ciudades españolas. Próxima parada, Pamplona.

Tomado de la edición digital de La Vanguardia

domingo, 22 de junio de 2008

Alegrías de Paco Perujo, el sucesor

"Lo asumo con alegría y como una responsabilidad de ida y vuelta, como los cantes de Cádiz". Francisco Perujo, 35 años de edad, quince días al frente de la Agencia Andaluza para el Desarrolo del Flamenco, periodista e investigador, hasta hace dos semanas director de Comunicación de la Universidad de Cádiz, se estrena con "humildad y prudencia". Pero anuncia no dar un solo paso atrás en la promoción y difusión del flamenco, tanto allende las fronteras andaluzas como en las escuelas. El sucesor de Bibiana Aído al frente de los destinos del flamenco andaluz aplicará su sello personal y se tomará al pie de la letra el artículo 68 del Estatuto Andaluz, que concede a la comunidad autónoma la competencia de gestionar las políticas del flamenco como manifestación genuina de la cultura de esta tierra. De momento, calibra lo que puede y quiere hacer. Y sueña con un 2012 pleno de flamenco y libertad.
"El flamenco va mucho más allá de la música, se trata del rasgo de identidad cultural andaluza más potente, visible y universal. Voy a volcarme del lado de la promoción de la única industria cultural exclusiva de Andalucía, la que nos distingue. Hay que poner el Boja al servicio de las ayudas públicas, con transparencia y efectividad, y potenciar la investigación, incrementar recursos y actividades". Perujo tiene claras las líneas generales de los próximos años. Dice haber encontrado una "máquina engrasada", pero advierte que, sin descuidar lo que se venía haciendo, impulsará algunos aspectos de la gestión, llevará el ciclo Viene del Sur a todas las provincias andaluzas, "quiero cerrar el anillo con Huelva y Almería", y consolidar lo existente, aunque "los presupuestos deben ir in crescendo, a la altura de las exigencias de los nuevos tiempos".
"No conocemos a ciencia cierta el impacto del flamenco. Como generador de riqueza, su influencia socioeconómica es evidente, pero no existen parámetros concretos, vamos a trabajar en estudios sociológicos cuantitativos y cualitativos. No hay flamenco sin artistas, claro, pero el arte llega más lejos que el compás", señala el flamante director de la Agencia, que mira al horizonte: "El flamenco debe entrar en las aulas, no sólo en los salones de actos de universidades y colegios. No debemos sólo escuchar, sino aprender conocimientos acerca del flamenco. Sé que se trata de un proyecto ambicioso y complicado, pero habrá que dar pasos cortos, poner las primeras piedras del camino".
Ni que decir tiene que Perujo pretende seguir apoyando los grandes eventos marcados en rojo en el calendario flamenco, sin olvidar la presencia en Nueva York, Amsterdam, Londres o Japón. "El flamenco se encuentra en un momento de transición, es una de las músicas del mundo que más influye en otras, contamina y se deja contaminar por la bossa nova, el jazz, el rock, prevaleciendo la calidad, compartiendo exigencias de legado y evolución. No es un arte momificado, ni una reliquia", comenta, no sin antes referirse a la jornada que la Bienal de Sevilla dedicará el día 20 de septiembre al rock andaluz.
A Francisco Perujo la afición al flamenco le corre por las venas desde que cursaba Bachillerato. Posee una vocación autodidacta descubierta en plena adolescencia. Gusta de escuchar, ver y estudiar, virtudes no demasiado frecuentes en todos los órdenes de la vida. "Cultura me da ahora la oportunidad de aunar mis facetas de periodista e investigador del flamenco. Lo haré lo mejor posible", apunta con modestia este autor de tres libros en torno al flamenco, basados en la comunicación existencial, el poder del flamenco en la sociedad andaluza. Perujo ha tenido que aparcar sendos trabajos sobre el flamenco y el cine, por un lado, y el impacto del flamenco en los medios de comunicación. No quiere ser juez y parte. "Mi ética personal me lo impide, me volcaré exclusivamente en la Agencia". Consciente de la notoriedad que ha experimentado como sucesor de Bibiana Aído, incide en que ésta "tomó un coche en segunda y,lo puso en quinta", pero pone de manifiesto que será continuista pero también renovador, y pone el dedo en la llaga de las ayudas públicas. "Hay que seguir apostando por aquilatar las ilimitadas peticiones de ayudas y evitar arbitrariedades mediante la convocatoria de subvenciones a entidades públicas y privadas. Con total transparencia, las comisiones deliberarán en torno a las ayudas, en función de la envergadura e importancia de los proyectos presentados".
La Pepa, ya puestos, cantará flamenco, no se sabe si bulerías, peteneras o tarantos, alegrías o fandangos. De todo un poco. Perujo tiene claro que el Bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812 "tiene que cantar a la libertad en clave flamenca. El flamenco tiene que estar presente en los actos del 2012, no en vano el cante siempre se hizo eco de la libertad consagrada en la Constitución, existe una importante profusión de cantes viejos, cantes antiguos y señeros en clara referencia a los episodios del Doce y a la libertad como concepto fundamental. La libertad es un tema envolvente y recurrente en el flamenco". Y recita: "En Aragón Agustina, y en Cai la Lola, demostró al mundo ser española", o "Yo perdí la libertad, perdí lo que más quería, ya no puedo perder más, aunque perdiera la vida".

Junio 08, Cultura (Diario de Cádiz)

viernes, 20 de junio de 2008

PvP

Taladrando la ciudad, hasta destilar oro puro de las entrañas fenicias, es lo que pretende el Pepé en El Puerto. Ya sabemos lo que significa PP, dos parkings privados más, y lo que te rondaré, morena. Un año de nada. Moresco y cía emulan lo peorcito de Teófila y cía y ni siquiera vislumbran las virtudes de la gestión de la señora Martínez en Cádiz, que no parecen pocas. Ese Lentísimo Ayuntamiento portuense, en cambio, ha optado por la publicidad a tropel, paginitas y cuñas huecas de contenido que salen carísimas al contribuyente, mentiras a medias, pamplinas a estas alturas de película, y poco más. Política virtual. Y la decepción por bandera. Y la paradoja como razón de ser. Si los socialistas suben o se dejan subir los precios hasta límites insospechados, apaga la luz y vámonos, el PP predica con el mismo ejemplo contradictorio y endilga un veinte por ciento en la factura del agua y la basura. Los papeles no engañan: de 93 a 127 euros en un mes, por citar un ejemplo ilustrativo. Puñalada trapera para ir tirando (cohetes contra la crisis), más de treinta euros de recargo al mes. La desaceleración de la poca vergüenza. Política basura. Estamos rodeados. Menos mal que, según el alcalde, el subidón perpetrado por Apemsa redundará en la calidad del servicio, ya nos quedamos más tranquilos, ¿ehin?, igual que nos enternece la calidad del servicio de polis locatis, el caos de vías y sobras y otras lindezas. Y el poder sigue en manos del factótum, a este paso le van a pagar la multa y hasta el cartón de tabaco al innombrable, la vida sigue igual, el mismo pvp. La ciudad sigue pendiente, por cierto, de que desenmascaren a los mangantes de antes. ¿Dónde quedó la limpieza prometida?
Y ahora, los aparcamientos subtérraneos, en la senda del PP de Cádiz, gran amante del queso de gruyere, que va a levantar a los fenicios de la siesta entre Canalejas y el Pemán. Pues los peperos de aquí, lo propio, ¿será una franquicia de Parkings Privados? Los vecinos de la Plaza de Toros se suben por las paredes. Si no tuvieron bastante con una década de botellón multitudinario, les queda el pedazo de obra y luego el pago diario del impuesto revolucionario a los dueños del país, digo del alquitrán. Talacozamuymal.

Junio 08, El Alambique, El Puerto (Diario de Cádiz)

jueves, 19 de junio de 2008

Gary Louris, como en casa

Lección magistral de música americana en el Teatro Muñoz Seca de El Puerto. Ante un público recogidito y entregado a la casua, que reconoció al vuelo sus canciones emblemáticas, Gary Louris bordó una hora y media de folk, rock, country, blues, música espiritual y campestre, metafísica y luminosa. Una noche de rocanrol contenido a la voz y guitarra de quien compartiera liderazgo de los grandiosos Jayhawks con Mark Olson. El artista actuó como en casa, a pocos kilómetros de su residencia portuense, y se acompañó de sus amigos Paco Loco y Muni Camón, mujer del productor asturiano, que fuera cantante de los recordados Maddening Flames. Una colección de bonitas armónicas, una botellita de agua y poco más. Si acaso, el inmenso talento y el impar genio del cantante. Ecos de una música maravillosa.
Louris, botas de cuero negro, hechuras vaqueras, gafas traviesas y pelo ensortijado, puso en pie un repertorio variado que incluía sorpresas y guiños al personal, compuesto por gaditanos y estadounidense, y algún que otro andaluz llegado expresamente al concierto. Abrió fuego con "True blue", de su primer álbum en solitario, "Vagabond", y ya sin apenas respiro, comenzó a alternar piezas recientes con monumentos histórco-artísticos: "Angelyne", "Rainy day", "Tailspin" y "All right reasons", pertenecientes a la obra cumbre de los Jayhawks, "Rainy day music", sonaron de modo dispar, la gente tarareó a gusto y se dejó mecer por la dulce melancolía, los fraseos dylanianos de Gary, los claroscuros y los ritmos emparentados con la tradición americana, música soleada, música nocturna, Byrds, costa oeste, Neil Young y sus compinches, varias décadas comprimidas en la particular cultura de un tipo muy especial, arquitecto, de formación religiosa, influido por la obra de Miguel de Unamuno, culo de mal asiento.
La gente celebró también la aparición de "Waiting for the sun" y "Blue", temas centrales de significativos y pioneros discos: "Hollywood town hall" y "Tomorrow green grass", y supo apreciar regalitos envueltos en voces de algodón y guitarras cristalinas. Entre ellas, dos temas que Muni, la mujer de Paco Loco, grabó con Golden Smog, el grupo paralelo de Louris y Tweedy, el líder de Wilco, y que ella acompañó a las voces anteanoche. Y tres canciones destinadas a bandas sonoras, grabadas en el estudio portuense de Paco Loco, a la vera de la Base de Rota. "Every word", perteneciente a un documental sobre crucigramas, sonó asombrosa. Como toda la noche enciclopédica de música americana.
Gary Louris, cómodo y audaz, logró complicidad con el público con su particular español, sus oles a Paco Loco, que tocó desde la primera fila su guitarra eléctrica, cubriendo huecos y salpicando la noche de notas oportunas y brillantes, sugestivas y necesarias. "Amo esta ciudad", dijo Louris sobre El Puerto de Santa María. "Un gran lugar". Y tras relatar parte de su actual gira europea, confesó que nada mejor que volver a El Puerto, su hogar alejado del mundanal ruido y del frío Minnessota. Un momento único. Louris cantando para unos cuantos privilegiados, riéndose de sí mismo ("os hace gracia que hable español, hey?") y completando una actuación sensacional, tan simple como extraordinaria. La gente pateó, para obtener un par de bises generosos, lanzó al aire alaridos de pasión, tocó palmas y finalmente tributó al artista una sentida ovación. La inconfundible voz de Gary Louris cruza el oceáno en una mañana de tormenta y regresa en el mismo golpe de luz.

Junio 08, Cultura (Diario de Cádiz)

miércoles, 18 de junio de 2008

Todo tiene su fin

No hay palabras. La gente se ha quedado sin palabras. Sólo quedan enormes signos de interrogación flotando en el aire espeso de estos días, cuando el sol desciende a la tierra. ¿Por qué? ¿Y ahora qué? ¿Por qué así? Porque las grandes caídas son así; los anhelos e ilusiones vanas no se depositan suavemente en el suelo, sino que se estrellan contra la realidad, a veces crudas, a veces frita. Vamos con las palabras sobrantes, han quedado algunas palabras sobre la mesa. Y un muerto por velar. Pésame colectivo. Los que van a morir por Cádiz te saludan. Suena "Todo tiene su fin", el éxito de Los Módulos reinventado por El Barrio. Y el locutor de turno sueña con las expresiones del pasado reciente: "Esta tarde vamos a morir". "Nos jugamos el futuro de la ciudad". "Me cago en la leche que mamó el demonio, eso no lo fallo ni yo". En verdad, cada aficionado, cada familia, guarda en la memoria las mejores y peores exclamaciones del domingo de cura de humildad.
La pésima gestión de las emociones tiene nombre, apellidos y nif. Snif. Lágrimas de cocodrilo, a ver quién llora mejor, a ver quién ríe el último, el Xerez, primer equipo de la provincia, vergüenza de alcaldesa fanática, ya la cogerán en la Mangomunidad, está muy feo alegrarse del mal ajeno, atrás quedaron las fotos del falserío del derby imposible. El Cádiz bajó antes por la radio que por la tele, tres segundos antes, cagüendié. Rico Pérez, Pobre Muñoz, aquí tol mundo lleva unas semanas perdiendo la categoría, en la vereda estacionaron las palabras gruesas tras el sofocón. También tildaron de mercenarios a los jugadores del Atlético de Madrid que cayeron en desgracia con el cambio de siglo y pasaron dos años en el infierno. El Submarino se marcha al Purgatorio de parecidas hechuras, recuerden el penalti errado por Hasselbaink en Oviedo y el pedazo de plantilla colchonera, pero primó la mala gestión, el secuestro del club, el caos y la confusión, el populismo y la demagogia. El año que viene a Europa del tirón: Écija, la sartén de Europa, tráete unas yemas, Antoñito. El año que viene los de siempre volverán a enfundarse las chamarretas del Madrid y del Barsa, ¿no lo sabe ya? y la nave amarilla ya no valdrá diez millones de euros, aunque su afición sí que valdrá su peso en oro. Desilusión, disolución, inmolación. Hecho para subir, hecho una pena. Menos mal que los magnates de Cádiz salvarán el cuello, o serán los mangantes, por una letra da igual, ¿qué hay entre Segunda A y Segunda B? El Portal de Belén de la Frontera.
Quemaron a Calderón y Procopio, jugaron con fuego. La gente se desahoga en los mentideros de la pelota envenenada. "Yo es que no me lo creo". Si ganamos los próximos cuatro partidos ... San Fernando, Linense, Portuense y el Trofeo contra el Sevilla Atlético y el Betis Atlético. Grandes partidos. La cosa promete. No es coña. Este año la pretemporada será diferente, una vuelta de tuerca, vendrá el Bayer Leverkusen y nos pitarán un penalti de regalo en el 96. Como el resultado era lo de menos, viva la vida alegre y divertida. En los foros, el anonimato escuece: "Glu, glu, glu, yellow submarine", jugadores muy por debajo de su nivel, expectativas del cielo al suelo, coplas de Carnaval con "tricnina" de ida y vuelta, encima cachondeíto, qué semanitas esperan al cadismo, oiga. Los que festejaron el descenso a Segunda te saludan. Menos Lobos, en 2012 a Primera, el Centenario al limbo, nueve años en el Pozo, Cádiz 2017. Maletines de ida y vuelta, mancha de mataos, ya viene una nueva inyección de millones municipales, 50 kilos de euros sin exigir facturas siquiera. Llora a lágrima tendida la ilusa clientela de la empresa con peores números de Cádiz, después de Ese Lentísmo Ayuntamiento, que también debe hasta de callarse. O si no, que cuenten los tejemanejes de Baldasano con los de la Gaviota.
La cosa no tiene gracia, pero hay quien le echa algo de ironía: "Esos jugadores, que se pierdan. Ese Muñoz, que dimita. Ese Baldasano, que se arruine. Esos Calderón y Procopio, que se vayan a vender camisas al Pryca. Y tras el luto, ya veremos". Eso, eso, ya veremos. Si el Submarino no fuera submarino, sería un barco cualquiera.
Refresquemos la memoria de los sobraos que creyeron vivir en un mundo de mentira. El penúltimo batacazo del Cádiz acaeció, también de modo inesperado, en la temporada hippy del 68-69, yesterday como quien dice. Al mando de Paco Márquez Veiga, el Submarino se fue a pique, a Tercera, pese a los fichajes y los cambios. Pudo el Cádiz salvar el cuello en la última jornada, y al menos disputar la promoción, pero perdió con estrépito en Vitoria, ante el Deportivo Alavés, por 5 a 1.
Aprendió la lección el Cádiz de tal manera que ascendió en un año y realizó la mejor temporada de su historia en Tercera. Sólo perdió uno de los 38 encuentros disputados, anotó 65 tantos y fue campeón con doce puntos de ventaja sobre ... el Xerez. Un joven entrenador, León Lasa, dirigió a una remozada plantilla. Hubo limpieza, claro, y ascendió al primer equipo el gran Paco Baena, a la larga máximo goleador de la historia amarilla.. Eso sí, a pesar del título, el Cádiz tuvo que enfrentarse en la promoción de ascenso al Rácing de Santander. Cero a cero en casa y un gol de Ortega II en el Sardinero. A Segunda del tirón. En el medio campo cadista lucía con esplendor un futbolista llamado Acedo. Los niños se hicieron de nuevo del Cádiz, el estadio Carranza gozaba del trabajo bien hecho con humildad, y no de la pamplina y de las ínfulas de nuevos ricos y endiosados que tanto daño han hecho. Esta vez el Cádiz murió de éxito, de Primera a Segunda B en un suspiro, pero recuérdese que antes emprendió el camino inverso.
De vuelta al futuro. Esta bendita tierra necesita a la voz de ya los servicios de un psiquiatra de masas, un sociólogo, un antropólogo que resuelvan las incógnitas y traduzcan el inmenso grito de dolor que recorre el espinazo de Cádiz desde el mismo momento en que Paz decidió no emular a Panenka. Los futbolistas, fuera ya de la play station, entonan el canto de la justicia divina. Hay quien piensa que hubiese sido una vergüenza quedarse así en Segunda, con tamaño penalti, y hundir en la miseria al Córdoba de ... Jose González, gran remontada, la paradoja en la lejana y mora Córdoba natal de Muñoz, alias Nostradamus, el dueño del destino cadista. Ha sido el destino. No le falta razón al presi. Dícese que el destino se configura a base de causalidades, que no de casualidades. Bienvenido al tarot cadista, cantan las pito-risas, este año el Cádiz se va al Caribe, hecho metafísico incuestionable, nada existe por azar. "Yo es que no me lo creo". Armagedón 2012, tiembla doña Teo. "El futuro estaba ahí, en un penalti", reitera Abraham antes de largarse a llorar por todos y cada uno de los cadistas. Hay gente que aún ha roto a llorar, no se atreve a ver las imágenes de la crueldad y el castigo de Dios. Luto en la tele, luto en la calle, luto en las casas. S estaba escrito, ¿por qué no avisaron para ahorrarse el disgusto y unos pocos de euros? Ratatatatá, cada rincón, cada escalón de mi Carranza ...
Despejando ideas a córner, conjugando gerundios entre presentimientos de última hora, la gente se desespera, porfían los comentaristas entre sí, el catetismo ilustrado muestra su peor rostro, buscan culpables, a buenas horas, nunca se sabrá la identidad de quienes rompieron la baraja dentro y fuera del vestuario, ni las motivaciones siniestras de la buena suerte (un penalti en el 96) y la mala fortuna (poste, portero, fuera). "Yo ya lo sabía". ¡Pohaberlo disho, cohone!

Foto: Julio González
Junio 08, Submarino Amarillo (Diario de Cádiz)

martes, 17 de junio de 2008

Quique González, telonero de Dylan

Será en Jaén, el día 5 de julio. El gran Quique González ejercerá de telonero de Bob Dylan. Ojalá Jerez siga el ejemplo y veamos a ambos el día 8 en el estadio de Chapín.
Quique, que continúa su gira de presentación del sensacional álbum "Avería y redención", por cierto muy dylaniano, actuará durante treinta minutos en clave acústica.
Dylan recorre estos días tierras francesas y el domingo se adentrará en la Península Ibérica, donde permanecerá hasta el diez de julio. Entre Andorra, España y Portugal, trece conciertos de una tacada, lo nunca visto. Bob sigue en pie, tocando exclusivamente el piano, y cada noche sorprende con un repertorio diferente.

lunes, 16 de junio de 2008

¿Dónde está la gracia?

Hasta El País, que no publica noticias sobre boxeo pero jalea el espectáculo de la muerte gratuita de toros mecánicos y toreros majaretas, se descuelga con una crónica titulada "Una buena tarde para morir". Denigrante, maldito sea este lastre eterno de pandereta y sangre en la arena, público de presunto pitiminí y esclavos de lujo del señorito pertinaz. Nunca más, José Tomás, el kamikace que cada tarde encarga su esquela, mire sus ojos desorbitados, su manera de arrojarse al vacío del morbo ajeno. Los taurinos de verdad, como mi padre, gente respetable que conoce los entresijos de una faena, dicen que este tipo se tira al toro, que no tiene arte ni ná, que pertenece a la misma categoría de figuras mediáticas de hoy: cantantes que no cantan, actores que no actúan, políticos que la cagan. Pero el personal, que salvo excepciones ya no distingue matices ni colores, aplaude la sinrazón, y empuja con todas sus fuerzas, las que no emplea cuando hay que hacerlo, para que el "artista" se juegue la vida y la pierda de manera absurda y anacrónica. Una vergüenza mundial lo del toreo nacional, que de fiesta tiene más bien poco. La foto de Luis Sevillano es lo que exportamos al resto del planeta, una cosa de locos.

El hijo de Peter Pan

Abanicos de colores. Fin de temporada en el Falla. Mayoría femenina entre el variopinto público que acude a la llamada de las emociones compartidas. A tres lustros vista de la eclosión de Pedro Guerra, y de cierto resurgimiento del género cantautoril, el canario se enfrenta a su generación, la generación bombardeada. Agotado en los supermercados el elixir de la juventud eterna. "Se usan trajes largos", comenta alguien en plena pasarela de entrada de parejas y dobles parejas al coliseo gaditano.
Pedro se presenta con pelo corto, gafas livianas, delgado y sonriente, Pedro aparece en la escena con bambas verdes y blancas, las mismas que luce el notable trío de músicos. Pedro ya no desnuda sus pies, ya no habla con sus dedos entreverados. Peter Pan está mayorcito, por eso esta noche no hay "Dibujos animados", ni "Golosinas", ni siquiera "Las gafas de Lennon" o la susodicha "Peter Pan". El artista lo explica, a modo de crónica anunciada del concierto: "Tras varios años ausentes, hemos vuelto". Abre el recital con "Humo", y un efectista sistema de luces geométrico caleidoscópico que acompañará e incluso mutará algunas canciones. Sigue con las cosas que dejan "Huella", ecos del pasado, imágenes directas al youtube, bossa vieja, ritmos atlánticos, guerras y cruces, "el presente ayer fue el mañana". Pedro evoca su época rompedora, "el tiempo ha pasado para todos, antes había mucha gente joven entre el público". El público ríe, nervioso y cómplice, y confiesa su edad a regañadientes. "Ahora los chavales me piden autógrafos para sus madres". Una hora y media después, en las postrimerías del concierto, Pedro cierra el círculo con la canción de bienvenida a su hijo Pedro. Ahora se entiende todo. El hijo de Peter Pan interpreta una serie de vidas cruzadas, y el espectador imagina las parejas que aplaudieron, en el Falla, al mismo Guerra hace una docena de años. Hoy acuden los matrimonios consumados, que han tenido hijos, como el cantante, o quizá el destino travieso haga coincidir esta noche a él y a ella con distintos partenaires. "Vidas", el nuevo disco de Pedro, cae casi entero. El público también. Cuarentones por doquier.
Una docena de temas recientes y una docena de recuerdos, así estructura Guerra el concierto y su nuevo discurso, repleto de sencillez, poesía limpia y soleada, guiños y golpes de efecto. Sin embargo, Pedro parece cansado al principio, no agarra el vuelo hasta la media hora, más o menos, y el calor reinante contrasta con cierta frialdad del público, que tampoco cuaja hasta bien entrado el concierto. El cantante abre las siete puertas de su tierra canaria, canta a la gente sola, y entonces la gente reacciona y canta bajito, el propio artista se sorprende, pues antes no había encontrado eco, no adivinaron las primeras piezas memorables de su cancionero. Eso escuece. Pedro resiste. Su pianista de cabecera, Luis Fernández, el brillante bajista Marcelo Fuentes y el sugerente batería Vicent Climent aportan calidad en su justa medida. Pedro evoca a su admirado Tom Waits, quien compara la composición con el arte de la pesca, tira la caña por la mañana, pescador de canciones sin saber qué vendrá.
Cuando el canario recurre a piezas de sus primeros tiempos en solitario, como "El marido de la peluquera", "Mujer que no tendré" o "Contamíname" halla los momentos más celebrados, aunque también rescata emociones de pasajes de casi todos sus discos, elige al menos una perla. "Miedo", "Niños", "Raíz" o el "Circo de la realidad", ironía sobre la tele que lo impone todo. La gente canta bajito y se enamora de canciones nuevas, las hay de todos los colores. El artista se crece tras unos momentos críticos, susurra al oído de su público, ya entregado a la causa, en cuerpo y alma. Esqueletos abrazados, cinco mil años. "No creo en la eternidad, pero si muero, que me entierren abrazado con María". Su mujer. La mujer y la madre de Peter Pan. A la gente de la tierra trimilenaria le gusta la idea; no la ocurrencia de la muerte del artista sino la del amor imperecedero, y celebra hasta la melancolía, las luces muestran hermosos fondos de escritorio, infiernos y cielos, palmas acompasadas, verbos por descubrir, corazones enfadados, fados y candombes maravillosos, dos bises por nones y al final llega Pedrito, el hijo de los Guerra, y se queda con todo el mundo. El renacimiento de Pedro Guerra. In crescendo, hasta las últimas consecuencias.
Junio 08, Cultura (Diario de Cádiz)

viernes, 13 de junio de 2008

Europa ha muerto

Contra la esclavitud

jueves, 12 de junio de 2008

El alma del diablo

A lo justo. Cádiz siempre llega a lo justo. Si los preparativos del Doce se antojan problemáticos, y quedan cuatro años de ná, el futuro inmediato del Submarino pasa por romper la barrera del Doce, doce victorias, doce empates, y un rumor que recorre las calles. ¿No querían submarino? Hoy, precisamente, se celebra una reunión "decisiva" para el Doce, fíjate tú, a los prebostes del Trece les coge el toro y al Cádiz, el ferrobús. Ola de pesimismo para curarse en salud. Insultos en do mayor, falta de respeto a jugadores, y los presis de rositas. Muñoz dice que él no mete los goles, bonita manera de defender a los futbolistas, en la semana fantástica del sálvese quien pueda (casi) nadie se preocupa por los futbolistas. Ya se borran, Holanda ya se ve y se borran miles de aficionados de cartón piedra, cobardes, pecadores de la pradera. Si el Cádiz pega el pellejazo, ¿qué dirán, que la afición es de Primera, de Segunda o del Grupo Cuarto de la Tierra de Nunca Jamás? Qué sabe nadie. La temporada del 08 suena a expediente de regulación de ilusiones varias, ¿a qué se va a dedicar la gente ahora?
El año en que el Cádiz malvendió su alma al diablo pasaron cosas tremendas. Dijeronse grandes pamplinas, entre ellas la sublime mentira acerca del "ya hablaremos, cuando todo termine lo analizaremos, ahora no es el momento", nunca fue el momento, se fue al garete el momento y ahora, cuando de verdad hay que pensar en una sola cosa, el apocalipsis now de gasolineras y mercadonas, el Cádiz y sus circunstancias, en lugar de aprovisionarse de puntos y guardar pa cuando no haya, tira la casa por la windows vista y se queda con las vergüenzas a la intemperie. Hay aficionados de Primera, de Segunda y paecharlos, igual que periodistas y futbolistas. Vaya pérdida de papeles, vaya semanita de pasión, muerte y resurrección. Ansiedad de tenerte en mis brazos ... El bolero de la esperanza y el tembleque de piernas. Ánimas incendiadas, palabras vehementes, todo Cádiz parece repetir la cantinela del presi: "Yo no meto los goles". No, espérate. Lo que traducido resulta: "A mí que me registren". Balones fuera en todos los órdenes de la vida, asi nos va.
Salvando las distancias, veinte kilómetros más o menos, Alicante recuerda a Elche, pero eran otros tiempos, el Cádiz miraba hacia arriba. Nadie daba un duro por el Cádiz del 81, pocos dan un euro por el Submarino del 08. Elche y Alicante, como Jerez y Cádiz, quedan la mar de cerca y a la vez tan lejos ... Veinte kilómetros, veintisiete años, un mundo interior entre el Pozo, la Gloria y de nuevo El Pozo. Bienvenidos al club de los 51, cincuenta y un puntos, cincuenta tacos que cumplen los milagrosos cadistas, desde Pepe Mejías hasta Juan José.
A este paso, mientras fletan buses hacia el infierno, con el dinero de todos, como el estadio virtual, como las vallas de autopropaganda que estamos a punto de comernos con papas, la ola de pesimismo que invade la ciudad y sus contornos va camino de contagiarlo todo, menos a la clase política, claro, y a la clase empresarial, por supuesto, expertos en vender motos sin ruedas. Ya se ven los carteles: "Con tu Ayuntamiento, claro que sí, el Ayuntamiento impulsa el hundimiento del Submarino, con tu ayuda el carajazo será aún mayor, venga, vamos todos, everybody". Lo dicho, que a este paso los gaditanos de Cádiz, tan atareados en llegar a lo justo a ninguna parte, van a exigir a los gaditanos de Castellón que echen una manita el domingo. Castellón se encuentra a 873 kilómetros de Cádiz y a 231 kilómetros de Alicante, tó palante, turrón del duro, el Lucas Lobos, qué gran turrón.
Para más inri, se juega una Eurocopa que no interesa al cadismo, ni al capillismo ilustrado, ni al coplerismo recóndito, y va España y mete cuatro goles y va un chiclanero llamado Van de Vaart y se erige en estrella rutilante de la naranja mecánica, el mundo al revés.
El año 81 de la reconversión eterna, el Cádiz de Milosevic festejó un milagrito verdadero. Hugo Vaca jugó los 38 partidos de Liga. Rosado, que junto a Mané es el único que atesora dos ascensos, los dos primeros, se quedó sin disputar el postrero, y cuatro jugadores anotaron nueve goles cada uno: Choquet, Lalovi, Mané y Mejías. El portero Recio hizo dos tantos de penalti. Y la cantera del Cádiz puso de manifiesto su talento y un amor incondicional al color amarillo de la pasión gaditana. Por cierto, el equipo empató en San Sebastián, en la eliminatoria copera que le enfrentó contra el campeón de Liga, la Real "de" Sociedad, como cantaba el rockero Silvio.
Ese año 81 murió Pemán, los yanquis mandaron a Tejero al Congreso para dar un golpecito de entrada a la Otan, el Estado rescató el peaje del puente Carranza, el aceite de colza surgió venenoso y mortal, se casaron Lady Di y Carlos, camino de la Boda del Siglo del Peña y el Masa, y los españoles comenzaron a divorciarse como locos. Ese año Alberti fue pregonero del Carnaval. Y en el 82 llegó a Cádiz un tío llamado Mágico González. Al final todas las historias terminan de la misma manera, cantando el Vaporcito y acordándose de Mágico González. De lo que pudo ser y no fue, de lo que fuera posible en la prodigiosa mente de la ciudad de la luz y la sombra.
Junio 08, Submarino Amarillo (Diario de Cádiz)

miércoles, 11 de junio de 2008

La Viña es una lotería (clandestina)

Las cuentas no cuadran. La buena vida, la mala muerte, la mala vida, la buena muerte. Las alergias a la desazón van por barrios. La Viña, como la vida, es una lotería. Clandestina, por supuesto. Lo que no mata, engorda. Observe con atención el mapa de las desigualdades sociales de Cádiz. Ocho años de vida alegre y divertida entre La Viña y el Paseo Marítimo, casi dos lustros entre los callejones y Bahía Blanca. Todavía hay clases. Esperanza de vida 2012. La Viña, al contrario que Yanquilandia en la oscarizada película de los Cohen y Bardem, es un país de viejos, lugar de paso del cachondeo, esquinitas del tópico interesado, piriñaca de la muerte agradecida. "Donde más viejos, miseria y necesidades hay en Cádiz", sentencia José Lado de la Peña, presidente de la entidad vecinal. Lo típico, a la Viña del tirón, "unas caballitas, un pelotazo y ahí te quedas".
El informe sobre Salud y Desigualdades Sociales promovido por la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública en Andalucía parece haber caído en saco roto. Pretendía abrir un debate sobre las diferencias abismales de la cacareada calidad de vida gaditana y ha ocurrido lo de siempre: desidia y una nube de leche. Delirios de pobreza en el reino de la economía submarina. Ya se sabe que Cádiz sonríe de milagro. Y que sus prebostes, políticos y morales, andan más preocupados por los edificios que por las personas, por el postureo que por la realidad.
En La Viña hay un montón de gente con noventa años, los hay que superan incluso los tres mil casi sin pestañear, y las estadísticas en torno a la mortandad están para quebrarse. Aquí hay que morir, tiene castaña el eslogan. "La Viña es un barrio de jubilados, aquí queda muy poca juventud, la edad media crece entre tanto anciano, jubilado y prejubilado. Las miserias y necesidades del barrio parecen camufladas por los pisos para veraneantes, el Carnaval y el pescaíto frito. Casi nadie vive en esos pisos de Portería de Capuchinos", incide José Lado. Igual que en la residencia de militares o en los rincones denominados "Hollywood", la Viña caletera de alto copete, donde el informe de marras dice que se vive ocho años más. ¿Será posible? "Se venden pisos a dos minutos de La Caleta, en la calle Doctor Meléndez. Como no vayan corriendo ..."
Si La Viña es bonita, La Caleta es bonita y Bahía Blanca es bonita, los autores del estudio socioeconómico no han caído en la cuenta de que hay gente que vive en un lugar, trabaja en otro, pasa medio día en otro, media tarde en el de más allá y tiene unos primos en la otra punta de la ciudad donde aseguran que se vive más y mejor. El presidente vecinal de La Viña ironiza también sobre el asunto: "Si en La Caleta se vive más que en La Viña, a un paso de las desigualdades sociales, supongo que la gente que pasa medio año en La Caleta tendrá sus contraprestaciones. La Caleta se convierte en la sala de estar de los viñeros en cuanto pega el sol --esto es, desde ya--. Medio barrio se pasa media vida en la playa. Meriendas, bingos, charlas a media tarde, paseos por la mañana, almuerzos y juegos en familia ...
No obstante, el representante ciudadano de un barrio tan peculiar señala que La Viña es "más pobre que Puntales", por ejemplo, y que Santa María, que nunca sufrió tanta miseria gracias a su estrecha relación con el mar, cuando Cádiz no vivía de espaldas al mar. Se supone que en Puntales, merced a su expansión y a su flamante paseo marítimo, la gente vive un rato más, pero no mejor. ¡Como en la Viña, ná! ¡Non plus ultra!, que diría un castizo recalcitrante al ritmo del tres por cuatro igual a Doce. Esperanza de vida 2012, Magdalena en Ave 2012, Oratorio San Felipe 2012, Sálvese Quien Pueda 2013. La esperanza de vida de políticos y asesores aumenta una hartá.
"La Viña vivía de la pesca artesanal y hoy sobrevive gracias a la lotería clandestina", dice José Lado a las claras. Antse se vendía chocolate al por menor, hoy las calles se llenan de honrados vendedores de cupones blancos. "Si te gusta jugar y recorres los callejones una dia cualquiera, te quedas sin ná, llegas a la Plaza sin un euro en el bolsillo".
La Viña 69; Hollywood 77. Ni que fuera la Nba de la pobreza y la exclusión social. Del cachondeo callejero, el "age" intrínseco y el aerolito de Felipe Martín. "Por aquí vienen y se van", como los romanos. "Ya no quedan ni peñistas en La Viña", apunta el dirigente vecinal sin caer en la cuenta de su segundo apellido, De la Peña, más típico no lo hay. "Es muy fácil montar un tablao, ponerse hasta las trancas y marcharse dejando olor a pescado. Que sepa la gente que los mayores de La Viña, que son mayoría, soportan una pensiones muy bajas, que los ancianos caen en el sedentarismo, quizá se acorte la vida por falta de atenciones". Por la dejadez política y también personal, por la falta de equipamientos sociales y de proyectos personales. La Fundación Comes está ayudando sobremanera a los vecinos viñeros en el cambio de bañeras, de la tradicional pila a la placa-ducha. Cada ayuda parece un triunfo en La Viña, reino de la ayuda familiar. El día que se acaben las subvenciones arderá el mapa de las desigualdades.
El día que abran el hotel de Valcárcel, cinco estrellas a modo de oasis en el desierto, pedazo de instalaciones frente a la Caleta, junto al recordado hospital Mora, se modificará el panorama viñero. La entidad vecinal teme la escalada de la especulación inmobiliaria, ya existente. "Si ya no es de recibo que vendan pisos por 50 millones cerca de Capuchinos, nos tememos la especulación alrededor del nuevo hotel. Habrá algo de trabajo, cambiará el comercio y habrá más movimiento, pero habrá que tener cuidado. No queremos que se pierda el comercio tradicional, si acaso transformarlo y modernizarlo. Tampoco queremos que se incremente el camuflaje en la vivienda". Curiosamente, insiste José Lado, en un lugar como La Viña, motor del día a día gaditano, donde la melancolía despacha sus trocitos de cielo y luna a discreción, y destrangis, no hay ópticas, ni ortopedias, ni tantas cosas. Casi todo coge muy lejos. Paradojas de la vida. La Viña queda muy cerca de todo y todo se aleja de La Viña, incluida la dignidad. Viva la vida no significa Viva la Vida en papel de estraza. La Viña es un popurrí de Martín a Carapalo, la Santa Cena del Código Da Viñi, la memoria del Masa y el Peña y el futuro del tiempo quieto. ¡Cómo se come en la Viña! Si en La Viña se come tan bien, ¿por qué se vive menos?
En la plaza Macías Retes, los niñatos hacen la vida imposible a los vecinos a base de balonazos. La entidad vecinal ha solicitado a ese lentísimo Ayuntamiento que coloque un cartel que diga que está prohibido jugar a la pelota. Un técnico responde que los ciudadanos deben saber las ordenanzas municipales. ¿Los niños también? ¿Por qué se pinta entonces el suelo para impedir el estacionamiento de vehículos? "Nosotros apenas contamos para el Ayuntamiento", subraya José Lado. "Nos miran con malos ojos porque yo fui concejal". Del otro bando, claro. Todavía hay clases. Tinto o Rioja. La buena y la mala vida. Hay gente que no sabe distinguir entre políticas sociales y politiqueo. Las cosas se ven de otro modo desde El Puerto de Santa María, lugar de residencia de numerosas autoridades "locales". Esperanza de vida 2012.
Junio 08, Crónicas Urbanas (Diario de Cádiz)

martes, 10 de junio de 2008

Ulises en Cádiz, relato cuántico

"Yo no he escrito el libro; se ha escrito solo". Chencho, que así se conoce en Cádiz a Florencio Ríos Brizuela, explica los pormenores de su primera novela, el centón gaditano Ulisen Cai, relato cuántico que recrea la obra de James Joyce, como éste hizo con la de Homero, y sitúa a Ulises en el corazón de Cádiz. Una odisea literaria de quinientas páginas configurada, mano a mano, entre el autor y 360 personas, la mayoría de ellos gaditanos, escritores, poetas, periodistas, a quienes se cita en las postrimerías de la aventura. Chencho, que a efectos gráficos se hace llamar Zócar, emplea la técnica del collage literario, como Borges o Cortázar, la fragmentación y defragmentación hasta convertir el caos en unidad."Te vi cara de hambre". Chencho vuelve a su tienda de libros usados de la calle Panamá -que rinde tributo a Joyce bajo el nombre de Un azul como el mar de Cádiz- y convida a café y palmera. Durante la charla entra otro ex trabajador del Diario como Chencho, quien pide libros de Teología. "Vuelve la semana que viene", suelta el impar librero, pero su cliente se queda, el tiempo frena en seco. Y escucha elogios al prólogo de Rafael Ramírez Escoto, que se hace eco de las mil voces de Cádiz que colaboran en la novela sin saberlo. El libro consta de dieciocho capítulos, como Ulises, y cada uno de ellos se inicia del mismo modo que la novela original. A partir de ahí se produce la acausalidad, "las cosas son porque son y todo queda escrito", y los textos seleccionados por Chencho durante años cobran vida en primera persona de Cádiz. Este gaditano, que no gadita, que por cierto ilustró la portada del suplemento conmemorativo de los 125 años de este Diario, traza paralelismos curiosos, la atmósfera de Cádiz es la Atlántida con más parados, por la novela desfilan personajes de ayer y de hoy, Chencho recurre al guiño, la retórica y el simbolismo, y acaso al monólogo interior que caracterizó al Ulises. A primera vista descontrolada, la obra adopta tonalidades distintas según avanza. El mismo autor reconoce que a lo largo de cinco años de gestación pasó por momentos duros. La propia vida de Chencho se antoja novelesca y única, así que el libro fue tomando color y Cádiz se transformó en una ciudad profunda y diversa o quizá se desdobló en varias hasta confluir en el mismo punto.El argumento-excusa presenta a un gaditano que vuelve de la tierra prometida, Castellón para más señas, y queda con su novia para contemplar el rayo verde en La Caleta, y ocurren cosas curiosas, y el pasado y el presente se citan con el porvenir de manera extraordinaria, y quien fuera alma e imagen de Raimundo, la librería de la que al fin se independizó Chencho, desentraña el juego literario que se transformó en sacrificio y agonía. "El libro me pesaba, nunca se acababa. Se trataba de dejar constancia de lo que fue Cádiz, un relato cuántico que maneja tiempos verbales diferentes en un mismo momento".Los trescientos ejemplares de la primera edición van numerados y personalizados, de tal manera que el autor incluirá a los compradores en la segunda edición, a modo de agradecimiento y de rizar el rizo. El libro sólo está disponible en la tienda ubicada junto al cuartel de Varela. Chencho, ecléctico, audaz y expresivo, habla con su álter ego literario, se encaja en el universo gaditano que Joyce enfocó en Dublín y lo hace con escandalosa naturalidad. Textos de todas las hechuras (extractos de poemas, artículos o columnas) conviven en el lienzo de palabras, sólo hay que descubrirlos o, simplemente, dejarse llevar por la corriente alterna que el autor prende con su luz interior.

Foto: Kiki

Junio 08, Cultura (Diario de Cádiz)

viernes, 6 de junio de 2008

Imán, Gwendal y Bloque, en el festival Lago de Bornos

A un mes del festival Lago de Bornos, reseño un artículo de archivo.

El Festival Lago de Bornos, que el año pasado vivió su memorable recuperación histórica, ya tiene fecha y cartel. Será el sábado cinco de julio, en el patio del instituto El Convento, y reunirá a Imán (Califato Independiente), Bloque y Gwendal. Psicodelia del sur, rock sinfónico norteño y síncopes celtas para todos los públicos. La noche deparará el feliz reencuentro con Imán, que ya prepara su nuevo disco, y la reaparición de Bloque, la banda cántabra que firmó cinco discos de categoría décadas atrás y que lo reintenta por segunda vez, quince años después de su último álbum en directo y treinta años después de su debut. Gwendal, por su parte, también reviven tiempos de oro con una potente banda, tal y como demostró meses atrás en Jerez.El Ayuntamiento bornense vuelve a apostar por el rock sin etiquetas y confecciona ya el programa de actos, que constará de una mesa redonda y acaso una feria del disco para que los aficionados acudan al encantador pueblo serrano desde la mañanita. El pasado año, el festival propició un sensacional fin de semana rematado por Imán, Cai y Guadalquivir, un cartel de postín que encandiló a tres mil personas de toda edad y condición. Para evitar los efectos de la humedad que arreció de madrugada, la organización ha pasado el festival al verano, rememorando las triunfales mieles del acontecimiento que a finales de los setenta compartió una etapa memorable en plena efervescencia del rock andaluz y de la libertad propiamente dicha. Una época de descubrimiento que vivió también Bloque, grupo santanderino de notable prestigio que vuelve a la carga con dos de sus miembros originales y fundadores al frente: el guitarrista Juanjo Raspuela y el teclista y vocalista Juan Carlos Gutiérrez. De corte pseudojipi, ácido y sinfónico, rock y folk, música atemporal, Bloque participó en algunos de los primeros festivales rockeros convocados en la Piel de Toro. Y cayó en desgracia, como tantos otros, a principios de los ochenta, con el cambio de escena musical.Amén de los Gwendal, franquicia de la música celtiña de origen francés creada en 1972 y que ofrece toques de jazz, rock y baile, la sensación del festival volverá a ser Imán, cómo no, que un año y medio después de su glorioso retorno se encuentran a punto de entrar en el estudio para registrar su tercer disco, tras la imborrable estela de Tarantos y Camino del Águila. Manuel Rodríguez, Marcos Mantero, Iñaki Egaña y Kiko Guerrero grabarán en junio, y en Bornos presentarán algunos temas de reciente composición, además del mítico repertorio que los aficionados mantiene vivo en su memoria vital. Este verano podría ofrecer otra sorpresa, en forma de festival rockero en El Bosque, algo así como la recuperación del Aljibe Rock, y probablemente el rock andaluz protagonizará una curiosa reencarnación en la Bienal de Flamenco, en septiembre, en Sevilla, con Imán y Cai como figuras estelares. Cai, por cierto, celebra su regreso con la reedición de su legendario primer disco, Más allá de nuestras mentes diminutas, el retorno de El Niño y la preparación de composiciones de nuevo cuño con vistas a un nuevo álbum. Imán, Cai y otros grupos revitalizados son conscientes de que no basta con presentar sus repertorios originales y se han embarcado en nuevas aventuras musicales.

Febrero 08, Cultura (Diario de Cádiz)

Con papas

A propósito de la rentable polémica sobre los platos decorados, que mantiene a la gresca a los artistas del hambre de colores, algunos listos de antaño se están comiendo el negocio con papas. Crisis, ¿qué crisis? Supertrampas más iva. Los restaurantes pagan el pato de la reconversión del parné asustadizo, el bajonazo del que se aprovechan los más astutos, el problemón acaso creado por los mismos llorones para levantar el vuelo. El cóndor pasa.Lugares de tropecientos tenedores y un ambiente otrora selecto se nutren ahora de los agradecidos estómagos oficiales y alrededores. No extraña ver, cualquier día laborable a la hora del almuerzo, mesas llenas de gente de gañote vil metiéndose tu dinero entre pecho y espalda, apúntamelo, ya pagará el inglés el vino que se ha bebido. En esos mismos antros de perdición sablean al personal con treinta euracos por un pescado, un robo a mano armada por muy de buena familia que sea el pescado. Poca vergüenza, ya veremos cuánto les dura la gallina de los huevos falsificados en oro. La de Ubrique se resiente, y ríase la gente. Hay gente que no se sabe muy bien de qué vive.Al tiempo, en una minirevista de las que regalan los fines de semana con el Diario, en un reportaje gastronómico sobre la ciudad portuense y sus excelencias gastronómicas, se apuntan maravillas del comer, y también se cifra la mágica cifra de treinta euros de media en un restaurante de alta alcurnia. Serán treinta euros por cruzar la puerta, oiga. La reportera se puso tibia, acaso también de balde, y no atinó con los números. Otros números, otras letras.El motor de la economía tirita de frío. Si el Gobierno va a regalar un ladrillo, para paliar el pinchazo del globo inmobiliario, y emprenderá un sospechoso plan renove para salvar a los amigos del automóvil, no estaría de más que nos convidase a todos a una opípara cena, la última cena antes del matarile. Y, por una vez, deje en ayunas a los mequetrefes que se comen con papas el presupuesto de todos en una sentada.

Junio 08, El alambique, El Puerto (Diario de Cádiz)

miércoles, 4 de junio de 2008

Entre Serrat y Luis García Gil hay "Algo personal"

Entre Serrat y García Gil hay "Algo Personal". Así se titulará el cancionero definitivo, la obra cumbre que recopilará la carrera del legendario cantante catalán, quien ha encargado al poeta y escritor gaditano un glosario de su discografía. El libro verá la luz en octubre y, amén de la participación de Luis García Gil, para quien supone un espaldarazo tal colaboración, el reconocimiento del artista al concienzudo y elogiado análisis literario "Canción a canción", contendrá fotos inéditas y algunas sorpresas.
La consagración de García Gil como estudioso de la obra de Serrat llega en forma de comentario discográfico. "Algo personal", que publicará Temas de Hoy en edición de lujo, es el primer libro que acomete Serrat al cien por cien, se trata de un proyecto autobiográfico que reflejará recuerdos, vivencias personales del cantante y la revisión de su obra completa. "Serrat es muy meticuloso y riguroso a la hora de pulir sus textos y se está implicando al máximo en la tarea", señala García Gil, orgulloso de haber colaborado con apuntes en torno a la cuarentena de discos que jalonan la trayectoria del autor de parte de la banda sonora de este país. "Para mí significa la culminación de un trabajo, aunque lo he abordado de un modo radicalmente distinto a mi libro, he tenido que ser más sintético, resaltando las virtudes de cada disco, el contexto en que aparecieron y su importancia histórica". El poeta gaditano desentraña hasta canciones nunca editadas en álbumes, sólo en singles, como la censurada "Edurne" o "Tiempo de lluvia", cara b de "Penélope".
La mirada de García Gil, estudioso y coleccionista que posee incluso más discos de Serrat que el propio artista, se detiene en discos emblemáticos como el homenaje a Machado, "su primer trabajo importante para España y Latinoamérica", el extraordinario "Mediterráneo", o la evolución posterior a 1977, "cuando España cambia y Serrat también modifica su manera de concebir canciones y su lenguaje particular, que se torna menos metafórico y poético, más directo y popular, aunque igualmente sensible". Desde "En tránsito" hasta "Sombras de la China" media un abismo, hasta desembocar en "Mo", el regreso a la lengua catalana, la vuelta a una forma de componer que el autor había abandonado durante un par de décadas. García Gil esboza cada paso dado por el cantante con su estilo preciso y elegante que ha merecido alabanzas merced a "Canción a canción", el libro que cruzó el Atlántico y que ha calado hondo entre la afición de aquí y allá. El crítico Diego Manrique apuntaba en la edición especial de disco-libros en torno a Serrat y Sabina, que lanzó El País, que la obra de García Gil se ha convertido en "un estudio valioso e indispensable para entender los temas de Serrat", un trabajo de referencia que pervivirá en el tiempo. Nadie ha sabido interpretar mejor el universo de las canciones del chaval de Poble Sec, ha tenido que ser un joven andaluz, que también ha cosechado un notable éxito con la biografía del mítico trovador argentino Atahualpa Yupanqui, presentada en la Feria del Libro de Madrid, editada también en Suramérica. El siguiente proyecto que mantiene en vilo al poeta gaditano es un estudio pormenorizado del cancionero de Jacques Brel. Y en breve se publicará "Las gafas de Allen", tributo poético al cineasta neoyorquino, que la editorial Siete Mares, dirigida por Mercedes Escolano, presentará en junio.

En la foto, tomada de la web del poeta gaditano, Serrat y García Gil.

Junio 08, Cultura (Diario de Cádiz)

Del peaje al ave del tirón

Cuidado. Viene a esta tierra un equipo cargado de amores y rencores, el Sevilla chiquito, dispuesto a hacer un favor o un siete, según se mire en los mentideros de la semana crucial, otra semana vital, y en plena rivalidad marítima y comercial de todos los siglos, cuando los puertos fletan marineros para practicar el football y se dirime la capitalidad de la Carrera de Indias, el hermano pequeño de Murillo y Machado, del Arrebato y los Mártires del Compás trae un siete (de la suerte) curtido en la cantera del Cádiz, estudiante de Derecho, veinticinco años, ayer dolido por su marcha del Submarino, hoy empeñado en prosperar en el azaroso mundo de la pelota. Pablo Sánchez habla con cuidado. Sabe lo que se juega esta semana. Sevilla tiene un color especial.
"Si el Cádiz no hubiera prescindido de mí, ahora mismo no estaríamos hablando así del partido, me han llamado ya unos cuantos", apunta de primeras Pablo Sánchez, el brillante delantero a quien le pilló el ascenso cadista a Segunda entrenando con el equipo de Jose González, el amarillo de corazón que sólo pudo lucir cuatro veces la camisola del sol, cuatro partidos, un gol. Un gol al Almería. Subraya la palabra gol el futuro letrado, quien traza líneas paralelas entre pasado y futuro. "Mi marcha fue un momento duro, pero me hizo más fuerte, me puse a trabajar con ganas, el Sevilla siempre ha creído en mí y eso me ha beneficiado a la larga", sintetiza en voz baja, a la salida de las aulas de la Facultad hispalense. El futuro de otros jóvenes se sitúa por la parte de Castellón, por no mentar a Alicante, última parada cadista de la Liga, turrón del duro.
Los claroscuros de la enemistad íntima, ahora reciclada por los hinchas en respeto mutuo, cuidadito, adoptan tonalidades raras estos días, vamos a ver si nos llevamos bien, vamos a llevarnos lo que haga falta, pactos entre caballeros, cábalas de picaresca mutua, Carnaval y Feria, humores con denominación de origen, fatiguitas a última hora, quizá un Trofeo gratis, bocaditos a la tarjeta del cortinglé, pa ustedes el concurso de febrero, pal buche los tres puntos, ya hace tiempo que no se paga peaje a la altura del puente, pero Pablo Sánchez convirtió la desazón en goles, se hartó de meter goles en Sevilla y ahora juega al mismo nivel que su querido Cádiz. "Claro que estoy siguiendo con interés al Cádiz, el punto en Málaga fue muy bueno. Creo que el Cádiz está teniendo mala suerte, atraviesa momentos difíciles este año con tanto cambio de entrenador y tantas cosas que han pasado, pero va a conseguir sus objetivo, estoy seguro. Con una afición tan grande detrás, imposible no lograr la meta".
Brigadas y Biris, cervezada popular, vámonos que nos vamos, atrás quedan las batallas futbolísticas del MiInovecientos, el football se asomaba por el río Guadalquivir, por la Bahía gaditana, a bordo de los barcos, como otras tantas cosas cuando el mundo era redondo, y los inmigrantes de Sevilla, británicos con nombre de bodegas, disputaron el primer partido de balompié al Recreativo de Huelva, por la gloria de Isaías White, qué guay. Dos a cero para los onubenses, ágape final regado por vinos jerezanos. Aguardaba el Español de Cádiz tantas copas de Andalucía a porfía, tantos jugadores de ida y vuelta, polémicas y lugares comunes, y la casualidad hecha nombre y apellidos. Cuentan que el mejor presidente de la historia sevillista fue Paco Alba, que jugó y reinó en el club hermano, y murió a los 31 años. Cinco años después lo hizo el futbolista Spencer, a los 28, y la conmoción que generó su muerte pudiera asemejarse a los recientes caso de Berruezo y Puerta. Mejor no ponerse fúnebres y clamar por la vida, por la hermandad, por tu mare ... Sevilla está hermanda con Hamburgo, Puerto Montt, Kansas, La Habana, Buenos Aires y ... Jerez. Hombre, porfavó. El Ave llegará a Cádiz cuando se le rompan los frenos.
Pablo retiera la cantinela de la semana: "Venimos encorajinados", advierte Pablo Sánchez con mucho cuidado. "Arrastramos tres derrotas consecutivas, el equipo está dolido porque no jugamos mal, pero la suerte no acompañó, así que nos hace ilusión jugar en Carranza, vamos con ganas de jugar y de hacer las cosas bien. Además, hemos perido unos cuantos puestos y queremos recuperarlos para volver a lo alto de la tabla. El objetivo es ganar los dos partidos para estar lo más arriba posible". ¡Socorro!
Ni que decir tiene que Pablo vivirá un momento cumbre este domingo. "Lo primero que hice cuando se sorteó el calendario de Liga fue ver la jornada que nos cruzábamos con el Cádiz, y en mi casa estuvo todo el mundo pendiente también".
Al futbolista gaditano pero sevillista le gustaría "demostrar muchas cosas el domingo para que la gente de Cádiz me valore". Ya cuenta con la estima local. "Lo sé, me recuerdan por la calle, y recuerdo con cariño cuando la afición coreó mi nombre en el partido de ida".
Se imagina Pablo los comentarios de la semana. "Entiendo los comentarios, pero nos jugamos la penúltima jornada, nos debemos a nuestro club, somos profesionales, y además hay gente joven que mira por su futuro, y algunos futbolistas terminamos contrato y sabemos que habrá gente viendo el partido". Del pasado al futuro en noventa minutos. El futuro de Pablo se juega en el campo y en las aulas, quiere firmar una carrera futbolística importante y, a la postre, apoyarse en su próximo título de Derecho para trabajar desde dentro. "Cuando concluya mi vida futbolística quiero seguir vinculado al mundo del fútbol desde mi condición de abogado". Y menciona mil posibilidades, mil puertas abiertas: asesor jurídico, representante, secretario técnico ...
Consciente de que no abundan los futbolistas universitarios en estos tiempos estéticos bajo la ley del mínimo esfuerzo, Pablo se considera, en ese sentido, un "caso excepcional", aunque bien mirado, atendiendo el oficio de médico de su padre, no extraña tanto. Los médicos suelen inculcar cultura a sus hijos, y sus hijos devuelven la cultura como si fuera un balón: bien jugada.

Junio 08, Submarino Amarillo (Diario de Cádiz)

martes, 3 de junio de 2008

No-lo-tiles

Las puertas de los hospitales están llenas de colillas. Los domingos se acumulan en las escaleras y desprenden un olor característico, tabaco pisoteao, alquitrán sobre alquitrán, y la gente pasa, y arroja su pitillo al aire, es el aire quien lo estrella contra el suelo. Adentro, la salud. Tu madre pierde peso rodeada de artilugios milagrosos contra el dolor, ella no siente el dolor como cualquiera, se siente sola rodeada de gente diferente que también se siente sola y habla de carrerilla. Ella cree que a la gente no le importa nada, alehop de la negación, y que le cuenta sus cosas azorada, como si estuviera sentada en el confesionario virtual, y nadie quiere hablar del dolor. Una botella cargada de nolotiles, el agua de la vida, las ganas de nada, mañana estará mejorcito de lo suyo, ya tiene mejor cara, tu padre no le pierde ojo, los días se juntan con las noches a paso lento, hasta que la mañana anuncia las altas y las camareras del bar lo celebran percutiendo los platos contra el olvido, la gente cierra los ojos ante tal estruendo y sale a contar los cigarros de ayer.

lunes, 2 de junio de 2008

Pasan de los peatones

Obladí, obladá, está el tráfico fatá. Por el Sur del Sur, los pasos de peatones sirven de adorno, casi nadie los respeta, tol mundo pasa de todo, sálvese quien pueda, habría que elaborar un informe sociológico a partir de los caretos de los conductores suicidas, más bien homicidas, que pueblan las calles de la Piel de Toro esquinita con África. Los coches pasan. Pasan de largo con desdén, el peatón da un paso atrás, ya no se fía ni del primer auto que frena; cuidado, te pueden rematar en el segundo carril. A traición. Las estadísticas ya hablan por sí solas acerca de la mortalidad en los pasos de peatones y aledaños, pues también se manejan peatones kamikaces que cruzan a la vera del acabóse. Se acabó.