sábado, 2 de agosto de 2008

Melocos, la locura

Cómo pasa el tiempo. Hace un par de años, Cristina Pedersen, amiga del grupo, entregaba una maqueta de Melocos a Pepe Barroso, de modo casi casual en una fiesta en Barcelona. Atrás quedaban los días de colegio. A punto de tirar cada uno por su lado, en plena encrucijada, ese momento, ese golpe de suerte, les cambió la vida. Anteanoche, cargados de pura adrenalina, números uno y discos de platino, los chavales volcaron se caudal de energía y su agradecimiento sobre cinco mil personas, en su tierra, con su gente, como dice la copla, en la plaza de toros de El Puerto. Para todos los públicos. Mayoría fememina, claro, y quinceañera, por supuesto. Y los amigos y las familias de los tres miembros portuenses del quinteto revelación de la temporada. La locura, oiga. Los Melocos desataron la locura.
Cuatro décadas atrás, el grupo donde el padre del guitarrista de Melocos tocaba la batería se decidió a registrar una maqueta cuasi artesanal. Los pop-rockeros gaditanos de los sesenta, que respondían al nombre de Abunai, grabaron sus temas en casa de Alberto Brome. La cinta continúa en poder de Pepe Gómez Hohr, según recuerda con precisión Ignacio Alcina, el protagonista de la canción "Vinilos", dedicada por su hijo Gonzalo. Los Abunai, que eran bastante buenos, corrieron distinta suerte que los Melocos. Lo intentaron en Madrid, pero se adelantaron los Pekenikes. Anteanoche, los Melocos rindieron tributo a "una persona muy especial", el padre de Gonzalo, que se hallaba en los atestados palcos de la plaza junto a una nutrida representación de la extensa familia Alcina, incluyendo una directora de biblioteca pública, Pilar, y el militar que ejerció de tutor del Príncipe Felipe, José Antonio. Un palco para cada familia, un montón de emociones juntas.
La hermana pequeña de Gonzalo, Carmen, se unió al centenar de chavalas que aguardaron, durante horas al sol, a la apertura de puertas. Quería vivirlo todo con intensidad. Y vaya si lo vivió. Pese al errático sonido, que impedía escuchar con nitidez las letras de los temas y rebotaba mil veces contra las paredes de la plaza, los Melocos conquistaron a su gente con un concierto medido, bien estudiado, aunque abierto a la espontaneidad de los chavales. Con habilidad, el grupo estructuró su breve repertorio para crear varios momentos álgidos y ofreció un par de versiones: "Si quieres bailamos", de Pereza, y "No dudaría", de Antonio Flores, que apareció más acelerada y fresca, menos solemne, más directa. Primera vez que tocaron la pieza.
Melocos desgranó pieza a pieza el disco de debut que lleva al grupo a una gira interminable por la Piel de Toro, hasta desembocar en la exitosa "Cuando me vaya", canción multiusos que vale para el éxodo estudiantil, la juventud gaditana de Castellón, el amor imposible, la amistad quebrada o la melancolía superlativa. Pero antes de la explosión, los chavales se batieron el cobre con un equipo de 55 mil watios que la premura de tiempo no permitió lucir en todo su esplendor, dos pantallas de video, buen sistema de luces y la excitación propia de la primera vez. Botes, saltos, gritos, móviles al aire, compañeros de clase, mucha niña mona, padres arrastrados por la tropa, concejales de toda condición, dos lagrimones, escenas entrañables como el bailoteo de la madre del cantante señalada por los focos o el karaoke mundial que generó el repertorio de la noche.
Jaime Terrón, un tipo que se come el escenario y que ya posee algunas claves escénicas, amén de poderío con el público femenino, hizo buen uso de la pasarela, denominada "provocador" en el argot musical, brincó y se revolcó sobre estos días perfectos. Atacó con la desmesura de la juventud "las canciones que nos han hecho crecer", presentó a Gonzalo como el cerebro y factotum del grupo, "gracias a su trabajo, a sus canciones y a su impulso estamos aquí" y se acordó de quienes siguen al grupo desde sus inicios. Como si hubiesen pasado mil años. En verdad, los inicios del grupo no han concluido, a no ser que el tiempo haya frenado en seco, Eso hizo anteanoche en El Puerto, ante "el mejor público que hemos disfrutado hasta ahora", según Gonzalo. Consagrados a la sangre caliente de la juventud, el grupo no olvidó lanzar guiños a otras generaciones, referencias al "Something" de los Beatles, "Paloma" de Calamaro o "Pequeño roncanrol" de Quique González. El estilo pop-rockero de Melocos evoluciona cada noche. Herederos de la mal llamada movida, y quizá también de la anterior edad de oro del pop hispano, se diferencian de otros en una circunstancia: sus letras maduran con la escucha, no son tontas, no tratan al público como si fuera carajote. Cosas de la edad. En octubre entrarán los chavales a grabar su segundo disco, que quieren publicar en febrero del próximo año. Y Don Algodón, que "no quiere que dejen los estudios", según Ignacio padre, ya prepara la gira del año próximo. Los jovencísimos músicos portuenses pretenden aprovechar la oportunidad como si fuera la última. Con humildad y osadía.
La caza del autógrafo se tornó azarosa y entretenida cuando se prendieron las luces y los Melocos salieron en busca de su gente, al albero del tirón, y Gonzalo y compañía saludaron a Charete, a su profesor de matemáticas y a tantos amigos. Del colegio a la carretera. Una furgoneta roja devolvió a Melocos a la vorágine del verano. Se fueron a forjarse una carrera, a ganar experiencias y a aprender a perder.

Foto: David Clarés
Agosto 08, Verano (Diario de Cádiz)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

oye te pasas un poco con la comas no??

Enrique Alcina Echeverría dijo...

y tú te las comes, non? Me gustan más las comas que los puntos, aunque sin pasarse con los puntos y coma ... puntos suspensivos ;))

Anónimo dijo...

Ayer fuimos a un concieto de melocos porque tocaban en nuestro pueblo (no por otra cosa) y la verdad es que aparte de que duro una mierda( una hora exacta) y repitieron el tema "cuando me vaya" cosa que nos parece super cutre tocar la misma cancion con apenas media hora de separacion, nos sentó FATAL, que cantara(bueno aunque solo fue una frase) pequeño rock and roll de nuestro Quique Gonzalez. ¿Acaso le conoce?, no le llega ni a la altura del dedo del pie, cuando haga unas letras con más "sustancia" quizás se pueda permitir hacer ese "guiño" como poneis. Hasta entoces si no tienen repertorio que se pongan manos a la obra y que compongan más.

Enrique Alcina Echeverría dijo...

Bueno, los chavales están empezando, ya han compuesto temas para el segundo disco, les llegó todo de golpe, de ser un grupo de colegio a encabezar las listas ... te aseguro, porque mi primo es el guitarrista, que conocen a Quique González, admiran mucho su música, así como la de Calamaro, Fito y otros rockeros de postín. A ver si evolucionan por ahí, gracias por tu comentario ;))