viernes, 24 de octubre de 2008

El despertar

Mucha tela le queda al equipo dirigido por Fustegueras para intentar despertar a la ciudad domida y dotarla de la identidad perdida. El urbanismo salvaje que ha sufrido El Puerto ha convertido este rincón en una aberración humana, un lugar bajo el sol cuadrado, el vivo ejemplo del caos político traducido en dinero, poder y olvido. Las personas tendrían que desempeñar, más temprano que tarde, el papel que las ciudades, en su concepción original, consagraban a sus burgueses habitantes. Hoy, El Puerto, paraíso contradictorio, parece un oasis para prejubilados, un territorio creado a perdigonazos, el aburrimiento en do mayor o el descanso del ocioso sin ocio, mal negocio para la gente que busca y necesita alternativas, novedades o compensación para sus impuestos. Un día de fiesta en el calendario delata a una ciudad como El Puerto: nada que hacer, salvo disfrutar de las arboledas perdidas, las que todavía se han zafado de las manazas del hombre, y poco más. Resulta sintomático que el paseo sea un centro comercial, y no lo que su nombre indica; que los bancos hayan matado el centro histérico; que haya más gasolineras que librerías, o que la soledad hable en primera persona por mor de tantos años de urbanismo sin corazón. La soledad del portuense solitario, o de la familia aislada, que depende del coche para ser feliz, o algo así. Mala cosa. Demasiado paripé, la ciudad desperdigada, hastiada de su pasado de esplendor y de las promesas de futuro. Por cierto, nada que ver, pero llega la supertasa, sálvese quien pueda. A lo que iba: trabajito le queda al Fustegueras. Primero para hacerse oír en la ciudad sordomuda y luego para convencer a la ciudadanía de que El Puerto es suyo, y no de quienes se han aprovechado hasta de la sal para prosperar a costa de arrebatar a esta hermosa ciudad de sus principales atributos. Algunos de ellos, señalados por la caprichosa justicia y por su propia falta de escrúpulos. "El despertar" se llamaría la película. Se buscan actores que nada hayan tenido que ver con el papelón de todos estos años. Nos vemos en el infierno.

La foto es de Casin
Octubre 08, El Puerto, Diario de Cádiz

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En la diana (del ingénio, no del país de Tom Jones, claro), como siempre, amigo Enrique. Yo siempre digo que soy de Rota para aumentar su censo y seguir siendo paisano de mis amigos de allí, pero llevo en El Puerto 25 años y tengo una perspectiva de lo perdido aterradora. Porque yo escogí inmigrar, convivir aquí, crecer en estos pagos y hacerme amigos aquí -entre ellos tu, ¿te acuerdas de aquellas noches locas en el Totem, después de que dejaseis en el último Comes lo del Diario de mañana?- no como muchos malnacidos de aquí, que no han querido a su tierra ni una mijita y la han vendido por cuatro miles de euros o cuatro votos y una tarjera pa la luz de la sevillana. Escogí esta ciudad y ... sigo aquí porque tengo a grandes amigos, los hijos crecen... pero esto es para irse. La ciudad no tiene alicientes,pulso,está triste. Se ha quedado sin horizonte de mar, el chavalerio sólo piensa en el botellón y las cuatro iniciativas del personal son ahogadas de inmediato por la apatía del personal.
Fustegueras no se si es la salvación. Habría que preguntarselo a la gente de Jerez y a los Marbellís, pero creo que Termineitor debería comerse un honguito, volverse un poco más majareta y arrasar toda la Costa Noroeste -es un poné- después de avisar al personal que viene un sunami y se subiesen huyendo todos a las cuevas de San Cristobal - violencia no, por favor,paz,mucha paz-.
Manda güevos que hasta los músicos y los taberneros hayan tenido que movilizarse para que al menos tengamos un poco de música en directo por la noche en los bares. Ahí el Moresquín ha estado ágil -no se si porque le interesa políticamente estar en contra de las absurdas decisiones de la Junta- y ayer me llegó una nota del Ayunta diciendo que ya no se "prohibe el cante man que sea del güeno" y que esto será un poco menos muermo.
En fin, estoy en pleno cierre, llovizna, mi hijo se ha dirigido a mi por primera vez diciendome "hasta luego,viejo" -y se ha ido con su tabla y la "Wolfvagen" California a Peniche- y... estoy triste.
Como no quiero apenar más a tu distinguida clientela, luego te mando un correo para mandarte dos besos. Salud.
Eduardo

Eduardo Flores dijo...

Y yo que pensaba que el cáncer del Puerto era el raggeton y los lavabos aliñados de Juanes Valdeses.

...ay! Virgencita del Carmen!

Un saludo Alcina,
Eduardo Flores.

Enrique Alcina Echeverría dijo...

Dos Eduardos en uno. Al primero, no s podía expresar mejor, lo has clavao, tío, perfecto complemento para el texto, que se queda corto al lado de tu comentario. Ah, esos tiempos del Comes, del Totem, de tantos días de 50 horas ... y al segundo Eduardo, ay, virgen del carmen, patrona del mar, un buen tema del último disco de Bunbury, que incluso habla del bierzo y del levante ... ojalá el levante se llevara a más de un especulador ... abrazos pa los dos !!