miércoles, 31 de diciembre de 2008

¡2009, rocanrol animal!

Hasta nunca, 2008. Hola, qué tal, 2009.
Mala suerte en Occidente, buena muerte en Palestina. Feliz año al cinismo en do mayor, doce o trece uvas envenenás a los miserables, mequetrefes, malandrines, malas puñalás les den a los políticos de uno y otro signo que continúan dando coba a esta tierra con su total falta de escrúpulos, a los empresarios que aprovechan las crisis ajenas para causar desgracias colaterales, a los vivos mortales que emplean la falsedad como estrategia, a los gobernantes yanquis y judíos que están poniendo la cara colorá al planeta con una nueva guerra de mentiras y manipulaciones, a los terroristas de la mala muerte y a los terroristas de estado, a los amigos que no lo fueron ni lo serán, a tós por iguá. Nada bueno deseo a los hombres que matan a sus mujeres, a los que siempre se llevan el botín, a la soledad no buscada, a los dueños de la guerra y del dinero, a la justicia de los ricos, a los hipócritas, al sensacionalismo barato, a los niñatos que arrojan petardos a las viejas, explótame explótame el corazón, y a la incultura.
Cuidaíto con la carretera. Y con lo que se dice. Y con lo que se calla. Que se calle el mundo, que suene el rocanrol animal !!!
Salud a todos !!!

martes, 30 de diciembre de 2008

"Si viene la Policía, esto es una zambombá"

Anduvo la Mary morena, y la noche fue buena. Como en tiempos remotos, público y artistas echaron un ojo a la puerta y otro a la fiesta. Glazz desafió la prohibición de tocar música en directo y presentó con brillantez su primer disco en su tierra. Pub La Rue, afuera llovía, adentro un futbolín, un escueto local atestado de gente y tres jóvenes gourmets de alta cocina sincopada.
El triángulo sonoro funcionó con precisión e intensidad. José Recacha, Javi Ruibal y Dani Escortell aplicaron espontaneidad a un repertorio complejo y elaborado, tan rico en influencias como heterogénea fue la audiencia de anteanoche a la vera de la Ribera del Río portuense. Glazz no calca en vivo el disco conceptual con el que ha echado a andar, aunque se muestre fiel a las atmósferas y ritmos que propone para sorpresa del aficionado a la música sin etiquetas. Uno imagina teclados, trompetas y timbales mientras encaja las piezas de la orquesta de guitarra, bajo y percusión. Recacha lidera la banda con su depurada técnica, este muchacho tiene mil ideas en la cabeza que a veces estallan como la alta tensión. Pero la aportación de Ruibal, con su rompedor estilo funk, y Escortell con sus sinuosas líneas de bajo, se antojan cruciales. Veinticinco tacos cada uno, amigos y cómplices.
"Tenemos plan de evacuación. Si viene la Policía, esto es una zambombá", Escortell dixit con su fina ironía, semejante sentido del humor que destila la fresca y vital música glazzeada del debutante grupo portuense. Los tíos descargan su disco enterito y alguna pieza nueva, se pasean por los años setenta, por los vericuetos del rock instrumental, Recacha va mucho más allá de su adorado Clapton, lo mismo apunta a la psicodelia que al jazz más charlatán. Glazz habla por sí solo, uno los imagina ya con unos cuantos años más llenando teatros y escribiendo bandas sonoras diarias como la de su bautizo artístico. Donde conviven el blues, el rock sinfónico, los ritmos del sur, la improvisación, la arquitectura del futuro y el pasado por venir. En tiempos tan mediocres, regidos por la teledirigida emoción instantánea de usar y tirar, que no requiere esfuerzos intelectuales, hay que dar gracias a la creatividad. Prueba de ello, la total atención que prestó el público al espectáculo de más de hora y media. Ni una charlita indiscreta, ni un ruido de vasos impertinente, hasta los jugadores del futbolín cesaron de correr. Para escuchar. Eso sí, en un momento dado entraron un par de tipos con pinta de secretas y alguien prorrumpió en el "ande, ande la marimorena ..."
Mosqueo de envergadura en el sector hostelero portuense a cuenta del veto a la música en directo en bares y demás antros de mala vida. ¿Cómo va a molestar a los vecinos una música así? Insonorizado, colmado de humo y cerveza, como debe ser, el local se salvó de la intervención de la loca y díscola Poli Local de El Puerto, que como se sabe mantiene una pugna casi callejera con su concejal. Músicos y propietarios de locales entienden que ese lentísimo Ayuntamiento no ha cumplido su palabra y ha echado balones fuera a la Junta. Proyectan una concentración colectiva e incluso sacar la música a la calle. De La Rue a la calle.

Diciembre 08, Cultura, Diario de Cádiz

Pasión por un poeta

Luis García Gil no para. Amén de colaborar en el cancionero definitivo de Joan Manuel Serrat y de preparar libros en torno a Jacques Brel y Francois Truffaut, el poeta gaditano rinde tributo a su padre, José Manuel García Gómez, con el rodaje de un documental en torno a su figura literaria, piedra angular de la cultura gaditana del pasado siglo, creador de la revista Caleta. "En medio de las olas", así se titula el filme y el poema que recitó días pasados la cantante malagueña Pasión Vega, participante de lujo junto a destacados miembros de la generación de García Gómez, caso de Manuel Mantero, Pilar Paz Pasamar, Antonio Hernández, Antonio Murciano, Enrique Montiel o Manuel Ríos Ruiz. Luis García pretende estrenar el documental en la próxima edición de Alcances, y destaca la labor de realización de Pepe Freire.
García Gómez ejerció en las décadas de los cincuenta y sesenta de dinamizador de la cultura gaditana, al abrigo de la figura visible y preponderante de José María Pemán, con quien compartió iniciativas de notable relevancia. En la calle Cervantes se reunían los poetas de tan complicada época, quienes protagonizaban recitales en La Caleta y difundían la poesía de tradición oral. El poeta propició que poetas de la Generación del 27 como Vicente Aleixandre o Rafael Alberti se asomasen a las páginas de la revista Caleta, aunque también colaboró activamente en Diario de Cádiz, cumplió su papel de mano derecha de Pemán en los Cursos de Verano de la Universidad de Sevilla en Cádiz, vivió de cerca la visita de Jean Cocteau a la ciudad gaditana y todo lo hizo de forma comprometida y nada acomodaticia.
Luis García Gil denuncia "el olvido institucional" que ha sufrido la figura de su padre, quien "merece un reconocimiento de su ciudad". Le duele mucho que el mundo de la Semana Santa "lo haya ignorado completamente, pese a ser dos veces pregonero". A quince años de su muerte, García Gómez permanece vivo, no obstante, en la memoria de numerosos compañeros y a través de su legado, que ahora reivindica su hijo Luis, también poeta.

Diciembre 08, Cultura, Diario de Cádiz

lunes, 29 de diciembre de 2008

Nacho Vegas, desastre manifiesto

Ojo al encuentro digital mantenido por Nacho Vegas con navegantes de El País. "¿Vas de listo?", pregunta del tirón un menda. "No te creas, soy tan tonto como tú o más". Ahí quedó. Nacho Vegas, que estos días estrena cuarto álbum en solitario, grabado de nuevo en el estudio portuense de Paco Loco, a pocos deja indiferentes. Su obra enamora o causa rencores como los que aún levantan olas en El Puerto tras el desastroso concierto que ofreció junto a su nueva pareja, Christina Rosenvinge, en el teatro Pedro Muñoz Seca. Aficionado al mundo vitivinícola, el artista asturiano abre "El manifiesto desastre" con "Dry Martini S.A.", que traducido resulta suave colocón de sexo anal. El trabajo más explícito de Vegas contiene hermosos y crueles pedazos de vida, tonos a contraluz, ecos tragicómicos, algún lerele irónico, guiños a papá Dylan, la voz de experiencias hipotéticas, sarcasmo por un tubo y un amor teórico. "En teoría la amaré toda la vida".
La crudeza y libertad del disco de Vegas se trasluce de principio a fin, no en vano concluye con una historia de flirteo con la heroína, "Morir o matar". Grabado con cerveza mañanera y whisky a la caída de la tarde, bajo la crítica supervisión de Paco Loco a la vera del poblado naval, el primer disco en solitario en tres años de este peculiar cantante atrapa y destroza, pone en solfa los métodos que la rutina aplica al mundo y se deja mecer por voces y sombras. La crítica especializada, cada vez menos crítica y especializada, se ha apresurado a lanzar mil elogios al aire, sin etiquetar las piezas que desembocan en la profunda y libre producción de Vegas. Folk, country, glam, rock oscuro, el estilo inconfundible de Nacho Vegas obtiene algunas claves nuevas. El artista emula a Guy Clarck, también dialoga con Christina en torno a su amor, maldita la gracia que hará al escritor Ray Loriga, anterior pareja de la rubia rockera, escuchar un disco tan hermoso y paradójico. Literario y nocturno, pese a que se grabó a la luz del día. Del Blonde on Blonde metafísico a las inesperadas rancheras de Puerto Escondido. Todo vale. Nada duele más.

Diciembre 08, Cultura, Diario de Cádiz

domingo, 28 de diciembre de 2008

Matando niños en Tierra Santa

Feliz Navidad en Palestina. Por el camino que lleva a Belén mueren niños de verdad, nada de figuritas de la casapuerta que venden en los supermercados. Hoy la Onu pide paz. Tralará. Así se despide el puto gobierno de Bush, que alimentó a unos y condenó a otros, logrando terroristas por todas partes. Parece mentira. Si unos arrojan bombas lo llaman terrorismo, si aplican el yugo cruel del mundo dominante lo llaman operación sólida, cinismo en do mayor, el mundo sencillo se alinea con los palestinos a fuerza de sangre y rencor. Aquellos que sufrieron el holocausto nazi hoy provocan vergüenza ajena. Tierra Santa. La Biblia en fascículos. El Papa reza, el Opus cuenta los billetes, el Banco Ambrosiano se lava las manos, y el mundo cambia de canal, no pongas el telediario que mueren niños, qué cosa más desagradable, ya están otra vez estos pesados. ¿Nadie va a mover un dedo? ¿Y Obama? Feliz Navidad a la muerte.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Orgullo de la bajundad cadista

Canción de Navidad para el Submarino. El Cádiz nunca fue muy dado a la música del balón, al ritmo de la pasión envenenada, hasta que surgió el pasodoble de Manolo Santander, diez años atrás. Ni siquiera sonó el Yellow Submarine de los Beatles en Carranza como lo hiciera en el estadio del Villarreal. Rompamos tópicos, pinchemos el globo: el Villarreal ascendió a categoría nacional, a finales de los años sesenta, a los sones del mítico tema de Ringo Starr, que animaba el cotarro a través de la megafonía de entonces. El Submarino no llegó a Cádiz hasta el año 91, por mucho que algunos se emperren en forzar la memoria falsa, y fue merced a la promoción ante el Málaga. Si acaso, antes la gente prorrumpía en un simpático "¡Submarino es!" cuando el locutor anunciaba la presencia del lateral amarillo Amarillo, valga la redundancia amarilla. En fin. Ahora se llenan la boca asegurando que el Submarino cadista viene de lejos. Mentira. Viene de cubrir tropecientas mil leguas submarinas. Con la música a otra parte.
Mientras el Cádiz se descuelga con una canción oficial de lo más light, una rumbita flamenquita apaleá made in mainstream gaditano, el Atlético de Madrid invita a su fiesta navideña a una chirigota gaditana, la del Canijo. Paradojas del fútbol. Mientras el Cádiz amenaza con convertir la dichosa canción en emblema del próximo centenario del club, en lugar de rendir tributo al pasodoble pepperoni y convertirlo de una vez en himno oficial o al menos situarlo a la verita del himno de Escobar y Parodi, por los altavoces de Carranza suena "Cai es un delay", el nuevo single de la Fundación de Raperos Atípicos de Cádiz, formación compuesta por cadistas nada convencionales, entre ellos Dj Washy, Brigada de Pro, Curva Sur barbilampiño que muestra su orgullo hip hopero y agradece sobremanera el detalle. La canción sonó en el descanso del Cádiz-Jaén, para sorpresa general, y no es la única pieza de Frac que abunda en el "orgullo de la bajundad" cadista. Estos raperos cantan a Mansilla, a los mitos de ayer y de hoy, a los cadistas traviesos, Cai es un riddim, Cai es un delay, por la gloria del Bob Marley hallado en el fondo del mar gaditano.
El Cádiz suspira por los tres puntos, tras el final de año empatón y para ello quizá recurre a una patulea de triunfitos, lolailos, lereles, poperos en adobo, para grabar el tema compuesto por el mismísimo Pepe Mata, consejero delegado de Operación Ascenso. Con cierta mala leche, en los foros y mentideros amarillos andan estos días poniendo la canción de vuelta y media. Que si OT baja a Segunda B, que si Andylucas la Marimorena, que si el tema se asemeja en hechuras al color esperanza de Diego Torres, que levantó la audiencia de la primera edición de OT, que si no tuvimos bastante con el Jesucristo Superstar del Falla ... Para todos los gustos.
Del "alaví, alavá, viva el Cádiz, viva su afición" al "Parte de mi vida" del nuevo siglo media un abismo. Los extremos se tocan. El himno compuesto por el músico Escobar y el letrista Parodi, interpretado por la Coral Universitaria y la Banda de Música de Infantería de San Fernando se coloca a años luz de la rumbita de chicle con todas las voces arriba, medio comparsista, medio lamiosa, que difícilmente calará hondo en la afición, a no ser que la endiñen a diestro y siniestro, hasta en la sopa, por nones, hasta acabar empalagando. Nada que ver con la categoría de algunos artistas participantes, claro está, que merecen el mismo respeto que el amor por la música y por el balón cuadrado. No se trata de criticar a quienes han apoyado al Submarino, desde Marey hasta Nández, desde Andy hasta Lucas, pasando por el tamiz del sonido Cádiz estilo Caños, sino de subrayar la existencia de otros sones y otros méritos contraídos. Manolo Santander, por ejemplo, nunca ha cobrado un duro, ni siquiera un euro, por derechos de autor que le corresponderían a manojitos. Ha preferido callar cuando se le ha atacado desde el mismo Cádiz. Ha esperado la marea. Jamás puso un pero. Paradójicamente, él mismo cuenta que el pasodoble de marras, acaso también orgullo de la bajundad cadista, no gustó en exceso a sus compañeros de chirigota, que de primeras estuvieron a punto de tumbar la pieza, una de las más celebradas, seguro que la más entonada, en la última década. El pasodoble por excelencia sirvió en su día de bálsamo y de magnífica campaña improvisada de promoción de un club que no llenaba su estadio ni levantaba las pasiones de hoy en día. El pasodoble de Santander ayudó a crear la fiebre amarilla actual, se trata de un tratado filosófico del cadismo por derecho, sin palabritas vacuas ni pamplinas variadas.
Canción peligrosa del centenario. Hay tiempo para grabar un elepé de los antiguos, no sólo una canción que divida a la afición musical en dos "partes de mi vida". Hay gente pa tó. A propósito de centenario, cuando el Atlético de Madrid cumplió los suyos en 2003, colaboraron un montón de gaditanos en los discos conmemorativos. Ahí quedan para la historia los "Motivos de un sentimiento" registrados por Joaquín Sabina junto a músicos gaditanos como Antonio Martínez Ares y José Antonio Vera Luque, la comparsa y la chirigota aunados en "La banda de los siete canallas". ¿Los cinco restantes? Juan Carlos Moreno, José Manuel Person, Gabriel Castejón, Javier Mora y Francisco Javier Madroñal. Con el gran Pancho Varona a la guitarra. En el disco confluyeron talentos como Josele Santiago, Lichis de la Cabra Mecánica, los Carmona de Ketama o García Vega de Nacha Pop. Otro disco de la época, el disco oficial del centenario colchonero, incluía unos tanguillos colchoneros a cargo de la autodenominada Orquesta Nacional de Malasaña: "Ésto es lo que hay ,ésto es lo que hay; yo lo que quiero es que gane el Atleti y que suba el Cai". Cai es un delay.

Diciembre 08, Deportes, Diario de Cádiz

miércoles, 24 de diciembre de 2008

¡Muchas facilidades!

Las felicidades son demasiado aburridas, así que será mejor desear muchas facilidades para la buena noche de hoy. Facilidad a la hora de cortar el jamón, facilidad de expresión en los momentos de esplendor de la fiesta, facilidad para abrir los regalos con envoltorios más jodíos, facilidad para agradecer la enésima cartera o los calcetines coloraos, facilidad para digerir estas presuntas fiestas. Salud y amor para todos los visitantes de este blog. Del dinero ya hablan los telediarios. Un abrazo a los lectores silenciosos y a los amigos que han colmado este rincón de comentarios en los últimos nueve meses y pico, agradecimiento infinito a quienes he mangao una foto o una imagen sin permiso y sin poder acreditar la autoría, y mención especial a las rosetas y los mosquitones que comparten su visión del mundo asomados a esta ventana: Lorena, Fernando, Ignacio, Santi, Breuil, Eduardo, Washy, Paco, Juan, Pilar, Leo, Francis, Jorge, Raquel, Luis, Julio, Benji, Miguel, Enrique, Rafa y tú mismo/a. Muchos merrys en toa la crisma. ¡Gracias!

Regala palabras

Tomo prestado el lema de la campaña de Amnistía Internacional, que torna las palabras en esperanza, gritos de libertad para los presos de conciencia. La organización anima a enviar palabras de regalo, aliento y solidaridad a través de ciberpostal, a tres presos olvidados en cárceles de Eritrea, Gambia y Ruanda. En anteriores campañas, los mensajes lograron algunos frutos sonados, amén de mejorar las condiciones de vida de los presos. Tomo prestado el lema de "Regala tus palabras" para relatar algo que presencié esta tarde en un centro comercial. Cortinglé de Jeré, donde se encuentran los conocidos y tras rajar acerca del consumismo aseguran que sólo fueron a por una cosita y que ya se van. Sección de libros, cerca de los discos. Los discos se mueren de risa. Los libros aún guardan cola para ser envuelto en papel de colorines. Aparecen cuatro jóvenes hermanas, calcaditas una de otra, y tres de ellas se dirigen hacia las estanterías repletas de palabras. Mira, mira. La cuarta hermana, rezagada y con cara de malas pulgas, espeta en voz alta: "¿Dónde vais? Hemos venido a comprar regalos a mamá y las tías, ¿qué hacéis en la sección de libros?". Y las hermanas contestan casi al unísono: "Los libros también son un regalo".
Las demás palabras se niegan a perder su valor, palabras hechas canciones, palabras del silencio, palabras mojadas, palabras del viento, palabras para el alma, palabras que no mienten (?)

martes, 23 de diciembre de 2008

Asustaviejas de guante blanco

En Cádiz llaman asustaviejas al promotor inmobiliario que maltrata a los veteranos inquilinos de inmuebles con rentas bajas para forzar su marcha. Hay "prestigiosos" asustaviejas por todas partes. Ya menos, porque el ladrillo ya no mola tanto. De todos modos, como en el caso de los especuladores del suelo y del cielo, casi todo hijo de vecino lleva un asustaviejas dentro, sobre todo los hijos de puta que no respetan ni la memoria ni la dignidad de su propia familia. Caso verídico: Respetable familia gaditana marcha estrechamente a la vecina de abajo, que está muy mayor y muy vieja pero no peina un pelo de tonta. Una de las sobrinas, mediante estratagemas de dudosa honestidad, ya ha conseguido modificar el testamento de la señora, pero necesita renovar cierto documento cada equis tiempo para trincar la casa, linda casa ubicada en pleno centro de Cádiz, imaginen el pastón en juego. Ya van a por todas. No permiten a la mujer ni visitar a sus familiares y amigos, no vaya a cambiar de opinión, y se la han llevado de fiestas navideñas a la fuerza, "no vaya a coger un resfriado". Éso es lo que quieren, que coja un buen resfriado o que resbale por la escalera, pero antes emprenden la batalla por la cuenta corriente de la buena mujer, que parece que guarda un dinerito. No pararán hasta conseguirlo. Qué bonito es el amor fraternal. Qué falsa es la Navidad.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Por si toca el Gordo ...


Si tumorrou no damos señales de vida, quédate con este gesto. Si estáis entre los amigos o familiares, ya nos veremos, ya llamaremos. Si estáis entre los otros, desconocidos o enemigos íntimos, que os den, cabrones !!!

viernes, 19 de diciembre de 2008

La manteca

Serlo y parecerlo. Estos políticos y empresarios de mantequilla llevan años untándose parné mutuamente. La gente va a pensar que son unos mafiosos. Qué injusticia. Siete años por arrojarle dos zapatos a Bush, cinco años por cometer la estafa más grave que se recuerda, unos meses de condena en el limbo para el amnésico protésico que acierte el nombre de la persona pública más honrada de El Puerto, donde se lo llevan muerto de Santa María. No es para ellos, es para el partido. No es de ellos, viene de la caja. Las cajas de polvorones ya no traen almanaque. ¿Por qué? ¿No hay tiempo? Los pastorcillos buscan el río ataviados con su mejor traje de asesores, los factotums de hoy en día, tuertos en el país de los ciegos, gente sin vergüenza ni escrúpulos. Estas cosas no pasaban antes. Antes le tocaba la lotería al susodicho, dos o tres veces al año, y no pasaba ná. El mequetrefe de turno pedía el número de cuenta bancaria, por si se terciaba algún regalito de Pascuas y hasta la próxima. Antes volaban los Toyotas por los aires, levantaban chaleres con una nómina, había hasta policías metidos en el fregao, de todo se hablará pronto en los tribunales. Hoy, en cambio, los aprendices de brujo, algunos de ellos procedentes de aquellos lodos, limpian sus trapillos en los medios, que si me diste un dinero por aligerar los trámites urbanísticos, que si me comí con papas tu subvención a fondo perdido, que gobierno más para el partido que para el pueblo, que el asunto Malayo me trae loco. Chocolates del Loro, imputados por todas partes, gente jalando comisiones, los mismos de siempre arrimándose al poder del dinero, huyendo hacia adelante, poniéndole los cuernos a la crisis, y la gente, que además de parecerlo es carajota, asiste a un nuevo capítulo de cómo desvalijar al personal con aspecto de respetable hombre de negocios públicos y privados. Pero mafiosos en El Puerto nunca hubo. Si acaso, gente descuidada con las cosas de los demás. Y Al Cupone, vendiendo números por las esquinas, disfrazado de ladrón de guante blanco. Bonita felicitación navideña. Y los Reyes Magos, en el Penal de El Puerto, por honrados, por presentar facturas, por traer carbón a los políticos y empresarios de mantequilla, que seguirán untándose a tutiplén. Jueces y partes, la mayor parte, nos tocan las partes, quien parte reparte, qué arte más grande. ¡Feliz Navidad, esto es un atraco!

Diciembre 08, El Puerto, Diario de Cádiz

Fragancias de contradicción

Si te regalan por Navidad un frasco in fraganti de la fragancia Eau de Crisis, mira la etiqueta, no te vayan a dar coba. Niebla y frío. Papel de regalo envuelve también deseos bajunos. Los colores se confunden estos días: los azules parecen rojos, los rojos se comen marrones, los grises ganan terreno, el blanco envidia al negro, el negro se pone verde. Vaya pedazo de Navidad se van a pegar a costa nuestra, costra nuestra, costa nostra. Los templos del consumismo, a pique de un repique, se colman de perjúmenes, ahora o nunca. Suena raro y paradójico, con lo mal que huele esta fiesta. Desodorante ambiental necesitan las palabras. Quizá sea mejor echarle naturalidad al asunto, pedir perdón y dejarse llevar por el aroma. Caña al mono, que es de goma. Compre, señora, compre, ya pagará el inglés el vino que se ha bebido. Curioso giro del destino: hace poco animaban al personal a ejercer el consumo responsable, ahora suplican el consumo a secas, pordió, y mañana implorarán lo que sea, llévatelo que te lo fío. Otra paradoja: desconfianzas mutuas y tol mundo fiao, aquí sí se fía, no se prohibe el cante, aquí tiene su casa, el derecho de admisión se fue al carajo, ¿quiere que le lea la mano? Todo menos reconocer un error de cálculo. No aprenderemos la lección, pero lo pasaremos bien viviendo, ¿que no?

jueves, 18 de diciembre de 2008

Dylan se abre


¿De qué espíritu hablará este anuncio callejero? Otro garito bajo el signo de Bob, con licencia para fumar. Está en Granada, los hay también en Sevilla, Madrid, Bilbao, Valencia ... pa que digan por ahí que Dylan es un tipo acabado que perdió la inspiración hace tres décadas. Lo he leído en un lugar presuntamente cultural. A ver si nos informamos mejor, o nos callamos del tirón. Chitón.

martes, 16 de diciembre de 2008

¡Uuuuyyyyyy!



Zapato, Zapatero, Schuster, Babushazo, El Gato con Botas, Zapatos de Gamuza Azul, Zapatiesta, Zaplana, Viva Zapata, Qué reflejos, ío. Cachalot, Zarzaparrila, Zarpullío, Zarkozy, Sus Cohone Ahí. Zapatero significa Schuster en alemán. Bush muere por la cerveza alemana. Con las Botas Puestas. Puesto. Con las Botas. Hijoputa, qué reflejos. Este tío le da a la tabla del wiji sports.
El Babushazo, magnífico artículo de José Antonio López en Diario de Cádiz:
"Zapatiesta en Iraq. El presidente Bush se quiso despedir del país que más le gusta invadir cuando juega al 'Risk' y los periodistas, maleducados en cualquier rincón de planeta, le respondieron a zapatazo limpio. "Zapato viene de Zapatero", le dijo su asesor cuando Bush esquivaba el primer mocasín; "¿Zapatero de España, en África?", preguntó el texano al esquivar el segundo. "No, futuro ex presidente, España está en Europa, ¿no se acuerda del dócil Aznar, al que engañamos en las Azores?". Total, que Bush comprobó en sus carnes que en Iraq sí había armas de destrucción masiva, que se lanzan con la mano, aun sin gases tóxicos porque no llevaban el calcetín como espoleta. Y que como babucha es una feliz invención arábiga, esta nueva táctica de guerrilla urbana pasará a la historia con el nombre de Babushazo. Seguro que nos esperan buenos cuplés con los dichosos zapatitos".

Y aquí, parte de un texto genial del Bló del Carmelo:
"Lo de Guantánamo sólo será el primé paso, porque pa acabá con la tortura, el Mojama tiene mucho trabajo. También tiene que prohibí la mortadela con asituna y el queso de bola en el mundo entero, que la Cacelin prepare café, los lune por la mañana, los domingo que no gana el Cádi, los anunsio de compresa, los disco de Sheila Durca y los de los Amigo de Gine. Por sierto, que eliminá las feria también contribuiría a hasé este mundo mejón. Y de camino podría serrá Onda Jeré o, al meno, evitá que se coja en mi tele que cada vé que paso por su numbero me entra una cosa malísima por tol cuerpo.
Pero, sobre tó, si el Mojama quiere acabá con la tortura, que empiese por su propia casa, porque como deje que la suegra se meta en la Casa Blanca, lo de Guantánamo, Abu Graí, Asganistán y los vuelo secreto de la Sia se le va a quedá chico con lo que va a viví en sus propia carne. Y se juega mucho el Mojama, porque de acabá con la tortura depende que dentro de ocho año no lo corran a sapataso como al Juan Breva del Jorge Bú".
A mí no se me ocurre ná. Ná más que solidarizarme con el periodista irakí, no sin antes recriminarle su mala puntería --hay que ser torpe pa fallar dos zapatazos, carajo, cómo se nota que no juega a la pleisteichon, y mira que el del bigote le dio un segundo intento--, preguntarle qué número de pie gasta, y adherirme a la campaña mundial del Zapatazo, corramos a zapatazos a todos los malandrines del mundo. En cada rueda de prensa, en los actos públicos, en la ópera, en las carreras de caballos, en el bingo, en la reunión de la comunidad de vecinos, en el dentista, en la cabalgata de reyes magos, en la cena de navidad, en la oficina, en misa, repicando, en la cola del inem, en los plenos municipales, en la notaría, en los bancos, en los concesionarios de coches, en el podólogo ... ¡a por ellos!
Ha escapado bien Jorge Bush.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Festival de recuerdos de Cádiz

Cuando a Cádiz no la reconozca ni la madre que la parió, por mor de las 40.000 viviendas que doña Teo pìensa levantar rellenando hasta los huecos de las escaleras de color de los fenicios, los libros dejarán constancia de la pequeña pero vital historia de una ciudad, mil ciudades en una, con un denominador común: el lenguaje. Julio Molina Font, desde la portada que muestra a un niño observado por un guardia en la playa, rehabilita la memoria por si acaso. Una obra descriptiva y sugerente del Cádiz de todos los tiempos del siglo pasado. Cada capítulo, en realidad, contiene un libro virtual, la mente del lector juega con las vistas al mar, los sonidos, olores de la infancia, colores, sitios, calles, esquinas y personajes. ¿Qué escribirán en los libros del Cádiz de este siglo? ¿Calles muertas llenas de bancos al rescate de la vergüenza ajena? Y más cosas. Cádiz, por ventura, no tiene explicación.
El festival de recuerdos de Cádiz se inicia, cómo no, en la calle, concretamente en la calle Tal esquina Tal y Me Cual, punto de encuentros fugaces y despellejo del prójimo. Nadie duda de la labor social de las esquinas gaditanas, ni del trasiego de cifras en contramano. Molina pone el dedo en la llaga de la numeración de las calles, al contrario que el resto del planeta, los pares a la izquierda, los impares a la diestra. Con la crisis, Cádiz ya no es Beirut con más obras, ni Manhattan con más inmobiliarias, pero los escombros siempre guardan trocitos de vida emparedados, como los muros de la impaciencia. Fenómenos extraños entre las cuatro paredes de Cádiz, el autor cuenta anécdotas y leyendas de toda la vida, en una obra que podría desempeñarse en continua evolución. Añadir al capítulo de sorpresas al descubierto los huesos de la Barriada, ¿ehin?, que pasaron de un morboso asesinato a un simple entierro de gato. En Cádiz huele a gato, la desazón se guannaja a un pueblo cubano del mismo nombre y las casapuertas cobran vida propia, huele también que alimenta a gas ciudad. Partidos de latillas, carreras de chapas, pésamos públicos en el zaguán de los sueños salados. Adentro, en los patios, alguien baja el Diario con una canasta, jala de la cuerda ya, y el cobrador se hace oír a viva voz, ¿quién vive? El del Ocaso. Cuenta Molina las vicisitudes de la vieja susceptible que recibió al "de los muertos" con el consabido "tus muertos, cabrón", que los años reconvirtieron también en "tus muertos por si acaso".
El nostálgico paseo por el Cádiz de Molina Font trae a Cádiz la primera franquicia, de la cadena Eureka, sin olvidar a Crédito Rucas, y recorre con todos los sentidos los lugares físicos y sentimentales más curiosos de la existencia de varias generaciones. Los mayores de cincuenta tacos se verán reflejados fielmente en muchas de sus páginas, en las azoteas "con sus monteras de traslúcidos cristales, ropa blanca soleada, lavaderos destartalados, torres miradores ..." Y los jóvenes "lo fliparán" ante tamaña exhibición de gaditanismo. No confundir con lo gadita, ya hartible. Pues eso, la imaginación sube a las azoteas para celebrar castos guateques, en la prehistoria del botellón. Copleros y flamencos ensayan en los lavaderos, y el poder evocador del olor a Cádiz penetra por los rincones de la memoria. Anís en Columela, chicharrones en la Plaza, café en el Bar Brim, aromas blasámicos a mar, piedras de verdín, cacao en Candelaria, cerveza recién tirada en la plaza de Mina, efluvios a marisma en la primera noche de Levante en calma. ¿Y los sonidos de Cádiz? El runrún de las olas, el pito de Astilleros, el silbato del Vaporcito por encima del escatológico catamarán, no hay color, con las moscas de caballo. Qué frío. Ojú. ¿Ojú? Po ya no voy.
De vuelta a casa, la mesa camilla multiusos da voz al parte hablado y a la larga espera. Cádiz espera sentada la llegada del porvenir. Paco Alba ya cantó al Puente, al Soterramiento. Paco Alba nunca viajó en el Vapor. Eso juraba Pepe el del Vapor a quien quisiera escucharle. Eso no lo dice el libro. Ni falta que hace. El libro habla de barberías en la calle Nueva, "¡pélame pa siempre, Félix!", del maestro Nicolás y del aperitivo en la Privadilla, las compras de última hora en los ultramarinos, que no fueron gente radical de la armada sino hermosos lugares repletos de cosas hasta el techo, almacenes contra el olvido, reservados que acogieron reuniones gloriosas como la que glosó Antonio Burgos en torno a las escapadas de tapadillo que se pegaban Alberti y Pemán para beber y escuchar cantes. Juergas como la de Cagancho en la Parra Bomba, noches en los mejores tugurios del Cádiz transoceánico, el Pay Pay, la Cueva del Pájaro Azul, y esas "casas de lenocinio" que en este tierra se estilan desde el tiempo de los romanos, con perdón, que morían por las puellae gaditanae, Teletusa dios mediante, como Carlos Cano cantó a María la Portuguesa. También disfrutaron los romanos de las ventas, un poco antes del Chato y del Río Saja, y oyeron hablar con antelación del futuro éxito del Cortijo de los Rosales. Suena la música de las orquestas de Cádiz, a ritmo de Nono Ábalo. Happy Boys, los Abunai, los Simun de un tal Tony Reguera, humor con denominación de origen, el tipo que esconde en la manga todas las claves del cachondeo y el "age" de la guarda.
Vámonos que nos vamos, de Puertatierra a la Catedral, de San Juan de Dios a las Cuevas de María Moco, con ustedes el buitre del monumento, los pimpis de la invisible línea carmesí, los fotógrafos ambulantes del pajarito aritmético, contrabandistas de tabaco, informadores de la vía impúdica, los atacantes, los laperos, Kid Betún, María la Cantaora, Macarty, el tópico de los parguelas y los loros de Casa Crespo. Mejor no desvelar algunas incógnitas, como la leyenda del hombre pez o el origen de los duros antiguos. Este libro hay que vivirlo, como la vida de Cádiz, un mundo aparte. Antes de coger una puerta, da tiempo de pillar el bus escolar, el Coco, de echar un mangüiti y de conocer los entresijos de Cádiz y los gaditanos a través de sus placas. El Beni y el Cojo Peroche, camino de la eternidad, escudrilan ante tanta lápida: Pemán, Falla ... "Cuando te mueras van a poner un letrero en la puerta de tu casa, Beni, que dirá: Se Vende". Cádiz, tres mil años y pico de placas conmemorativas. Y un Pgou que pretende convertirla en una ciudad de garrafón, con tanto relleno. Que viene el tsunami. Veinte por ciento de amnesia.
Diciembre 08, Cádiz, Diario de Cádiz

sábado, 13 de diciembre de 2008

Antonio Hernández, poeta al sur del gol

"En Cádiz hay materia de sobra para reírse, pero también para lo opuesto. No todo es cachondeíto en la vida, en Cádiz también sobra la necesidad", ilustra con su habitual elocuencia el poeta Antonio Hernández desde su domicilio de Madrid. Bético y cadista hasta la médula, el escritor arcense siente nostalgia del fútbol del sur, se queja de que las teles de Madrid apenas se refieran a Andalucía, recurre a internet para aliviar la morriña y subraya su pasión por la tierra de los contrastes. Su nueva colección de relatos, titulada Gol Sur, giran en torno, precisamente, a las paradojas del fútbol y la vida misma. Hernández quiso bautizar el libro al modo del Submarino Amarillo, y entregarlo al público a la par que "La Marcha Verde" sobre su Betis del alma, de ahí que el Gol Sur viniera al pelo. Antonio, hijo predilecto de Arcos, premio nacional de la crítica literaria, sabe que aquí el Gol se llama también Fondo, pero en el fondo conoce tanto al gaditano como a sí mismo, no en vano pasa dos meses del año en la playa, bajo el contradictorio sol amarillo. Gol Sur, la nueva obra de Hernández, entre broma y veras, trae verdades como puños, ficciones a ciencia cierta, guiños al aficionado de toda la vida y personajes literarios como los hermanos Mejías o Kiko. Leyendas de la cultura del balón, pasión de poeta.
El poeta quiere establecer la línea de contrastes que el cielo de Cádiz brinda. "Nadie se quiere marchar de una ciudad tan hermosa y encantadora, circunstancia que pudiera ser origen de pereza e inmovilismo". Para el autor, la belleza del entorno, la bonanza del clima, su rica y fascinante arquitectura, y unos cuantos etcéteras más, convierten a Cádiz en un paraíso que rima poco con el trabajo y mucho con el absentismo espiritual, que el laboral se sitúa en otros parámetros. El poeta habla de Cádiz como habla de fútbol, Carnaval o Semana Santa, las tres patas de la santísima trinidad gadita, y subraya que "el tópico acerca del gaditano que no trabaja es una falacia, una mentira, una exageración". Igual que sus fiebres amarillas y nazarenas, del todo hiperbólicas. Genio y figura, Hernández apela entonces a la burguesía griega, extrae historias mitológicas de su prodigiosa memoria y concluye que "la gente refinada tiende a disfrutar de la vida". Sufrir queda para la gente inhóspita, quizás, y para béticos, cadistas y atléticos. No pregunte por qué, el tiempo se lo dirá en los siguientes párrafos.
"Tengo el corazón cadista y el alma verdiblanca. Le debía un libro al Cádiz, por mi condición de beduino, no salgo de la playa en dos meses de verano". Hernández asegura que le ofrecieron escribir una novela sobre el Real Madrid y rechazó la propuesta. "Dije que no porque el Madrid y el Barcelona son equipos sosos, equipos triunfadores, y los ganadores no tienen salidas insospechadas, ni recovecos, ni aristas, ni rebrotes geniales como los perdedores. Betis y Cádiz se me antojan clubes hermanos en la gracia y en la desgracia. Y como dijo Fernando Villalón, el mundo se divide en dos partes: Sevilla y Cádiz".
Sin ánimo de adelantar el contenido de la serie de relatos, que combinan la ficción con la realidad, quizá como el mismísimo Submarino Amarillo, el poeta arcense matiza que la obra no contiene sólo piropos al cadismo y alrededores, al gaditanismo puro y duro. "Habrá personas que no lo entiendan, pero el libro tene momentos felices y momentos críticos, no se trata de una hagiografía, una loa constante, como la misma trayectoria del club, que ha pasado por instantes gratos y también por meses de impago de las nóminas, por ejemplo". Que pregunten al aficionado medio si el tren de los vaivenes no ha psado tropecientas veces por el mismo lugar de Cádiz, de la gloria al infierno, metáfora de la ciudad de la luz. "El fútbol no es una operación matemática. La vida también trae luces y sombras, el libro sugiere ficciones y repasos a políticos o comerciantes, y surge incluso una chirigota, formada por veteranos del Cádiz y huéspedes de una célebre pensión. La chirigota se llama Los Amarillos SL", ríe para sus adentros el poeta, que abunda en "la picaresca, la inventiva, la gracia y el espíritu novelesco del gaditano". Dibuja en las ondas, vía telefónica, lo mejorcito de "la ciudad de la imaginación, repleta de portentosas coplas, un renovado arsenal de sorpresas cantadas al mundo, una cosa increíble, demostración del talento de Cádiz".
En plena charla sobre lo divino y humano del fútbol vital, Hernández sentencia que "la filosofía surge del ocio, fíjate tú si hay tiempo en Cádiz". Un tiempo quieto parado. "El mundo entero, veinticuatro horas al día en la playa es el sueño de mis veranos, y el del domingo, un partido al abrigo de la generosa afición cadista, que tiene el cielo ganado", y la Primera eterna. Hernández elogia el himno de Manolo Santander, ya no se habla de pasodoble pepperoni sino de himno oficioso, ya es hora de que sea oficial tras diez años de romances de tradición oral. Y el escritor, alentado por el otro himno, acuñado por los Brigadas el año que el Cádiz vivió felizmente en Primera, el del alcohol y el resultado incierto, echa mano de Baudelaire, el gran poeta francés, que comparaba la santidad con ciertas sustancias y con la creatividad. A Baudelaire, Rimbaud y Verlaine, benditos malditos del simbolismo, el medio campo perfecto que allanó el terreno al surrealismo, también les traía sin cuidado el resultado. Hoy, el fútbol, opio del pueblo, juega roles reales y presuntos. El poeta arcense, para evitar mosqueos, ha cambiado el nombre a personajes del cadismo de toda la vida, futbolistas y demás, en los casos más sensibles de los relatos, "pero el buen aficionado podrá distinguirlos", advierte, no sin antes desentrañar el triplete de sufridores: "Betis, Cádiz y Atlético de Madrid. El Atlético es el hermano mayor en desgracias". "Tendencia al derribo", remarca. Y lo explica: "Ser de cuaqluiera de estos tres equipos, y no digamos de los tres a la vez, confiere un carácter especial a las personas, pero quien dice que ya estamos curtidos, se equivoca. Yo sufro cada domingo frente a la tele o la radio, siempre salgo a la calle quince minutos antes del final del partido".
Volviendo a Cádiz, el escritor considera que el exacerbado chovinismo "impide distinguir la realidad con claridad", y defiende la crítica como modo de avazar. "Hay que presionar para mejorar. Meterse con el Psoe o el Pp, meterse con la directiva del Cádiz, por ejemplo, no significa atacar a Cádiz, sino apretar las tuercas, no hay que dormirse en los laureles". Ni vivir eternamente de los lereles.
El poeta sueña con ver de nuevo al Cádiz en Primera, claro está, pero "a duras penas, claro, pues el Submarino, para ser Submarino, tiene que subir y bajar. Me cojo unos cabreos enormes cuando escucho hablar del Villarreal, que no es el Submarino. El Cádiz reúne todas las condiciones para serlo, por historia y actitud".
En la presentación del libro cadista de Antonio Hernández, auspiciado por Calembé, una apuesta del edil cultura Antonio Castillo y del coordinador José Manuel García Gil, participarán el periodista Paco Perez, el escritor Javier Reverte y el chirigotero Manolo Santander.

Diciembre 08, Deportes, Diario de Cádiz

viernes, 12 de diciembre de 2008

Clásico rockero, siempre nuevo

John Cale, la leyenda, levanta al público de sus asientos antes de salir a escena. Teatro Pedro Muñoz Seca, de El Puerto. Todas las localidades agotadas. John Cale manda a un propio que diga al público que no se pemiten fotos y que sobran los sillones, así que, por favor, todo el mundo en pie, hay partida, rocanrol por derecho. El mítico cofundador de la Velvel Underground anuncia el efecto deseado mediante el excéntrico mensaje que deja a la gente estupefacta. Unas docenas de jóvenes se ponen en pie y colman los contornos del escenario y el resto permanece insumiso. Unos eligen bailar y otros, escuchar. Ambos saldrán ganando. John Cale se interpreta a sí mismo durante más de una hora y media, sin recurrir a la nostalgia de terciopelo. Es un hombre de muchos colores, un artista actual, a sus 66 años, que sabe transformar lo antiguo en nuevo, vivir y compartir la emoción del momentio y detener el tiempo con algo fresco y estimulante. Se abre el tiempo de las adivinanzas. Descubra los secretos del insospechado repertorio.
"¡Vamos, Juan!", exclama alguien. El músico galés, escoltado por un trío compacto y sorprendente, firma un concierto de impecable factura, épico y simple, avanzado y clásico, y emplea varios lenguajes: los teclados, las guitarras eléctrica y acústica y su buena y rugosa voz. Primero amaga con guiños eléctrónicos, atmósferas líricas y salvajes, tecno rock de complejas estructuras, pero luego ataca con puro rocanrol, pop de alta calidad y un entusiasmo asombroso.
Tras "Hello there", Elvis se levanta también un rato para echar un cantecito, pues Cale y su banda reinventan "Heartbreak hotel", el célebre rck de la cárcel, que se presenta rreconocible, fantasmagórico, de ritmo obsesivo y nuevas hechuras. A lo largo de la noche suenan piezas de casi toda su carrera, desde "Ray" a "Ghost story", pasando por "Big white cloud", temas de nuevo cuño o indudable misterio que desembocan en los bises "Chinesse envoy" y "Fear", rompedores, como otros tantos tramos del recital. Ni viola, ni Velvet, ni snobismo de andar por casa: rock a pelo, rock magistral que recuerda a épocas pretéritas pero que también suena a grupos presuntamente modernos, emuladores de los pioneros. John juega con las melodías y el caos, canta a la soledad, parece libre, el batería se muestra matemático y muy peculiar, el guitarrista se salta notas a piola y brilla con luz propia, y el bajista se encarga de la trama central, los ritmos del silencio. Minimalismo y euforia. John deja patente su formación clásica al piano, y también a través de los arreglos de ciertas canciones redondas. El hombre que pasó de sus maestros de la vanguardia contemporánea para dedicarse al rocanrol, muestra sus credenciales. Riqueza armónica y sencillez de planteamientos. John y su banda ensayan a diario. Se nota. Pintan hermosos paisajes, a John se le entiende todo, la gente sucumbe en el hechizo, hipnotizada, y ovaciona al artista, que regala propinas, oh, gracias, y una enorme sonrisa preside el momento final. El tipo ha triunfado sin hacer concesiones. Hay quien ha visto este año, sin salir de Andalucía, a Lou Reed y John Cale. Dos grandes maestros del rock moderno. Clásicos muy a su pesar. En permanente movimiento. Y a contraflecha. Jamás serán lo que se espera de ellos. Cale, anteanoche, convidó a bailar y escuchar su poderoso rock juicioso y vehemente. Más cuero que terciopelo, más luces que sombras. Música de mil colores.

Foto de Fito Carreto, realizada destrangis, sin flash, desde las alturas. La organización dispuso que los reporteros podían trabajar durante los tres primeros temas, pero Cale dio nones.

Diciembre 08, Cultura, Diario de Cádiz

Se busca este sillón de tres cuerpos

¿Quién se lo ha llevado? ¿Quién nos robó el mes de noviembre? Misterios por resolver en casa ajena. Abajo, ya es Navidad. Alguien con muy buen gusto decoró la otra tarde la casapuerta con un árbol de frondosos deseos de felicidad, alto y robusto, elegante a la par que discreto, sin estridencias ni falsos golpes de luz. El mismo vecino invisible -o quizá fuera otro vecino empujado por la ola de creatividad colectiva o alguien de la calle que recibió un eléctrico impulso irrefrenable de actuar- retiró el asiento de madera que ocupaba la estancia hasta entonces, lo cambió por un sillón blanco impoluto de tres cuerpos, dos cuerpos bien despachaos, y completó la escena con un par de hermosas plantas de medio metro y una silla de anticuario que nadie sabe cómo pudo echar a andar por su cuenta hasta acabar presidiendo el cuadro. Un cuadro en movimiento. Al día siguiente todo fueron parabienes, aunque el gato Huevón, ni corto ni perezoso, marcase el terreno del tirón ná más ver el sillón blanco, aparentemente rígido pero muy cómodo y mullido para el inquilino felino, se conoce. Me gustaba escuchar los comentarios de la gente acerca de la nueva imagen del zaguán. Los días de frío escueto y puentes inmaculados trajeron, en cambio, extraños acontecimientos. Los nuevos muebles cobraron vida, el árbol se desplazó a un rincón más soleado, llegó otra silla despistada, las plantas cambiaban de sitio y de humor, las flores multiplicaron sus colores. Hasta que desapareció el sillón blanco. Ya no está. Pero ha vuelto el banco de madera. ¿Qué está pasando?

Sospechosos: El gato, que en realidad es un lince, ha hablado con el vecino A, que al parecer confiesa ser el diseñador y ejecutor de la decoración navideña, dice que lo ha hecho por su cuenta y riesgo con el afán de animar el cotarro. De veras que lo ha conseguido. El vecino A también se pregunta por el paradero de "su" sillón blanco y niega que haya querido desprenderse del mismo de forma tan desprendida, el tío generoso, imbuido ya en pleno espíritu solidario a pagar el año que viene sin intereses ni ná. No entiende el vecino A, ya que estamos, el comportamiento del banco de madera, visto y no visto. Alguien tiene que explicar por qué cogió el camino cuando apareció el sillón blanco y viceversa. ¿Quién ha dao el cambiassso?
Ahora que caigo, yo mismo, vecino B, me convierto en sospechoso, cagonlomuerto, disimulo un poco, parezco carajote, si yo no fui, ¿pa qué me hago el longui? Algo habré hesho. Yo no ha'hesho.

Última Hora: El Vecino C, el que se pone colorao, se ha presentado voluntariamente. Ha sido él. Primero trincó el banco de madera, que pasó unos días anodinos en su cuarto de estar, sin llegar a conectar con la familia, por sieso e insociable. El vecino C lo devolvió a su lugar de origen, no sin antes arramplar con el sillón blanco de tres cuerpos, que ahora mismo descansa en su salón por la misma cara. ¿Será posible? ¿Habrá que creerse al gato a pie juntillas? ¿Qué toma el gato Huevón? Las cosas que pasan.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Jesús, qué cruz (Judas traiciona al rock y se pasa al reality show)


Ahora que la Iglesia católica ha perdonado a los Beatles por soltar la mercadotécnica frase de que los escarabajos de Liverpool eran más famosos que Jesús de Galilea, va Judas Iscariote y traiciona a la comunidad rockera del planeta pasándose al reality show, María Magdalena se enrola en Operación Triunfo y, para más inri, una de las primeras óperas rock de la historia se transforma en musical mediático que, pese a la cruz de la crisis económica, agota las localidades a cada paso que da. En Cádiz, claro está, ante la creciente y febril hiperactividad del capillismo sincopado, el éxito se antojaba garantizado. De todos modos, primicia no es. El Teatro Falla ya ha acogido en sus tablas a quince tíos crucificados cantando de rodillas, una comparsa muy jevi. Vuelve la Superstrella de la Pasión, más de tres décadas después de su estreno mundial. Jesús sigue vivo y coreando. Y con nueva imagen. Dios quiera que sin piercing en la lengua. Como en este siglo molan más las series de la tele por encima del cine, y no digamos del disco, y la gente alcanza el paraíso a través del quirófano, retorna Jesús con nueva estética y, suponemos, la ética de antaño.
Pasión y muerte del espíritu del rock, léase rebeldía. La flamante secuela de Jesucristo Superstar recluta a jóvenes sobradamente preparados procedentes de concursos televisivos, aunque ya con experiencia en musicales de éxito, segundas partes de óperas pop emblemáticas como Grease, El Fantasma de la Ópera, Los Miserables, We Will Rock You o Peter Pan. La productora de la obra que recala en Cádiz, a teatro Falla lleno desde hoy hasta el domingo, ha invertido 4,5 millones de euros en la gira que lleva a JCS por más de veinte ciudades de la Piel de Toro. Distancia sideral con los doce millones de pesetas que, en 1975, invirtió Camilo Sesto en la primera versión hispana, que supuso acaso una de las operación de propaganda más valiosas para el cristianismo en plena efervescencia social y política. No en vano, en todos los colegios de curas se impuso la moda JCS y no hubo promoción escolar que no estrenase su propia función. En San Felipe Neri, por citar un ejemplo, Jesucristo dio un pelotazo con acento gaditano.
Decididamente, John Lennon se tiró un farol. Jesucristo capta más audiencia que los Beatles. La obra original de Andrew Lloyd Weber, apoyada en letras de Tim Rice, que relata la última semana de vida de Jesús desde el punto de vista de Judas, se presentó en 1970, se estrenó en Broadway un año después y pasó al celuloide en el 73, precisamente en plena crisis de los petrodólares. El primer cantante que grabó la obra fue Ian Gillan, líder de Deep Purple, gurús del rock duro, junto a Murray Head e Ivonne Elliman. En España, el 6 de noviembre del 75 abrió fuego el Mesías español, bajo la dirección de Jaime Azpilicueta. Cuatro meses triunfales en el Alcalá Palace de Madrid, con Camilo Sesto en el papel de Jesús, el actual presidente de la Sociedad General de Autores y cantante de los Canarios como Judas, Teddy Bautista, Ángela Carrasco encarnando a María Magdalena y un tal Dick Zappala, el egipcio que fundó el grupo de rock psicodélico Azahar, como Herodes. Esta versión quebró registros y topicazos, puso el dedo sobre la llaga de la controversia, se adaptó a los tiempos que corrían y causó sensación. Años más tarde, en el 84, la segunda versión hispana, que contó con la participación de otro melódico de voz rotunda, Pablo Abraira, y un jazzista descolocado, Pedro Ruy Blas, ya no hacía falta pasar por la censura oficial, como hicieron Sesto y compañía, pero los tiempos habían cambiado.
La crítica de la época quizá crucificaría hoy el Jesucristo Superstar de nuevo cuño, qué sabe nadie, pero las crónicas del inicio de la gira hablan de espectáculo correcto y por momentos brillante, profesional, no exento de sorpresas, acaso un poco desigual, que encandila a varias generaciones de aficionados merced a la calidad del repertorio, que permanece vigente pese a tantas lesiones dermoestéticas que sufre el buen gusto musical desde hace décadas. Sólo en Madrid, 300.000 personas acudieron a la llamada de JCS en la pasada temporada.
La voz de la conciencia del rockero Ian Gillan, cuya garganta ha llenado millones de escenarios y habitaciones del planeta a todo volumen, merced a Deep Purple y su legendario álbum Made in Japan, le dictó que tenía que rechazar la propuesta de encarnar a Jesús en la obra teatral. El cantante heavy sólo grabó el disco y prefirió quedarse en la banda. Pero meses después lo dejó todo por agotamiento y por enfrentamientos con el guitarrista Richie Blackmore.
Ni que decir tiene que Lloyd Weber, que ha producido dieciséis musicales a lo largo de su carrera, se sitúa en la cúspide de autores de óperas rock. Influido por los Who, que elevaron a la categoría de obra de arte la ópera rock Tommy, el compositor disfrutó de otros éxitos como Evita y Cats, pero ninguno como el experimentado por Jesucristo Superstar, por su excelente música y su mensaje universal. En Jesucristo Superstar parece importante lo que se dice y lo que se deja de decir.
En plena rehabilitación del teatro con ínfulas musicales, a medio camino entre la opereta y la danza, el rock circense y la tradición de juglares de todos los tiempos, en España se aviva la llama con obras como No Me Puedo Levantar, de Mecano, y aunque el rock ha sido sepultado por otros estilos, perdiendo su espíritu inconformista y vehemente en favor de otros géneros y actitudes, pronto aparecerá una nueva ópera rock, en español y registrada por músicos de rock duro de numerosos grupos señeros de la Piel de Toro, en torno a la vida y obra de Edgar Allan Poe. El rock decibélico hispano ya ha ofrecido versiones dispares de la figura de Jesús, tales como el irreverente Jesucristo García de Extremoduro o el marginal y solidario Jesús de Chamberí, creado por Mago de Oz. Nada que ver con el nuevo Jesucristo Superstar, más "fashion" que "neojipi". Hoy día los sacrilegios se cometen en los bancos.

Diciembre 08, Cultura, Diario de Cádiz

miércoles, 10 de diciembre de 2008

John Cale, de niño prodigio a padre del rock moderno

Trascendente, camaleónico, clásico y rockero, un niño prodigio convertido por varias generaciones de músicos y aficionados en padre del rock contemporáneo. John Cale, galés de 66 años, el hombre que definió el sonido de la legendaria Velvet Underground, de la que tuvo que salir escopetado por mor del ego superlativo de Lou Reed, cierra esta noche su gira española en el teatro Pedro Muñoz Seca, de El Puerto de Santa María. Gran expectación. Waiting for the man. Aunque el músico suele caminar en contramano, y reinventa cada noche su propuesta, todo hace indicar que habrá más cuero que terciopelo.
John no tendrá que instar al público a delatar a los consumidores y propagadores de humo, como hizo noches atrás en Santiago de Compostela, pues en el flamante teatro portuense no se permite el consumo de tabaco. Curiosa actitud la de un tipo que mitificó las sustancias ilegales junto a Reed, Nico y compañía, acaso los primeros en apropiarse, con todas las consecuencias y sin ambages, del sexo sucio, las drogas duras y el rocanrol salvaje, en respuesta urbana y neoyorquina a la psicodelia hippy. La otra noche, cuentan las crónicas, Cale se mostró rabioso, rockero, sin concesiones a la Velvet, combinando la electricidad con el intimismo. Concluyó su recital con "Pablo Picasso", la pieza que cedió a los entrañables Johnattan Richman & The Modern Lovers. No hubo bises. La banda, formada por el guitarrista Dustin Boyer, el baterista Michael Jerome y el bajista Joseph Karnes, se mostró compacta, entre el ruido y la furia.
Pese a no recurrir al pasado glorioso para justificar el presente, John Cale no ha abandonado su querencia a la vanguardia, el eclecticismo, las historias de perdedores y el sonido experimental. Su inmenso talento abre puertas a lo inesperado. Dicen que Lou Reed jamás pudo soportar su creciente preponderancia en la Velvet, producto de su formación. Cale tocaba piano a los cinco años, compuso sus primeras piezas a los ocho, se crió con el minimalista John Cage, obtuvo una beca en Nueva York a instancias de Leonard Bernstein, cruzó el charco a los veintiún años y dejó su impronta en la banda más influyenye de las últimas décadas, que ha inspirado a posteriores generaciones del punk, la nueva ola, el grunge, el tecno y mil estilos más, desde los Ramones o Television hasta Sonic Youth y la poetisa Patti Smith. Medio mundo canta hoy como la Velvet, basta con afinar el oído. John Cale, padre de la distorsión pero también de la emoción, dedicó los años siguientes a su marcha de la Velvet a producir a discos históricos como "Horses" de la Smith o el bautizo de los Stooges de Iggy Pop, y tuvo tiempo de juntarse junto a otro genio de la música sin etiquetas, Brian Eno, de reconciliarse con Reed para homenajear a su mentor Andy Warhol y de mantenerse en la brecha. Este hijo de minero y maestra, conoce las claves de algunos dilemas del siglo pasado y se niega a establecerse en status alguno. A su aire.

Diciembre 08, Cultura, Diario de Cádiz

Raza Mora: 30 años del pasodoble

Corrían los tiempos hacia adelante, recobraba Andalucía parte de la dignidad perdida, el aire traía rumores de libertad, aromas autóctonos, colores nuevos, sones de redención, rock en castellano, rock con raíces, la rehabilitación de la copla y una comparsa portuense que influyó sobremanera en la transición democrática, por estos lares, firmando la banda sonora de un verano trepidante que aún no ha muerto. Raza Mora, de la peña Los Majaras, resucita cada año en la calle para entonar el pasodoble piedra angular del andalucismo entonces en ciernes, el relato de un suceso trágico que cambió el destino de esta tierra. O así. De nuevo, el carismático e incombustible Pedro, Albaiceta con su voz de altos vuelos, el mítico Pacoli, Paco Soto y muchos otros, renovaron su pasión por la letra y la música popular de la Bahía de la Luz.
Un cuatro de diciembre muere un malagueño/una bala traidora le quitó la vía/tan sólo porque estaba queriendo a su pueblo/y alzando la bandera de su Andalucía.
Seguro que la mano que apretó el gatillo/no importa de qué lado ni de qué partido/es una mano sucia de alma retorcida. ¿Por qué razón, por qué razón/señalaron con sangre la fiesta de los andaluces?/con un asesinato que a nada conduce/pues no renunciaremos a nuestra autonomía.
Andalucía tendrá como escudo/ su nombre y orgullo, su furia y su fe. Los malagueños te llorarán siempre/y nunca te olvidarán, José Manuel Caparrós, tú, tu bandera blanca y verde/ahora que nadie te apunta/cuelgala en el cielo azul/en el lucero mayor/dile a las estrellas que eres Andaluz.
La letra es de Diego Caraballo Blanco.

martes, 9 de diciembre de 2008

Crisis, verdadero o falso

Liquidación total, rebajas encubiertas, letreros fosforescentes rotulados con sangre. "Está la cosa muy tranquilita", dice el dueño de un siniestro bar huérfano de clientes. Más mesas que sillas, menos trolas que certezas. La crisis, again. El cortinglé, hasta la bola. Tol mundo "descambiando" sus dignidades, la escalera mecánica al ralentí, los niños pisando fuerte y las bolas de colores, ya está aquí Papá Noel pa tocarnos las bolas. Hoy armamos el arbolito, lleva luces ecológicas, guirnaldas anti-cambio climático y de colofón, un pegote de nieve de mentira pa jugar en la oscuridad. Quietorrr. La Sierra gaditana, hasta arriba de publiquito que no se baja del burro, la gente lleva la contraria a las estadísticas tremendistas o fulleras. Ayer la situación parecía dramática, los porcentajes insultaban a la razón, y hoy, de pronto, se descuelga otro informe asegurando que los sueldos en la provincia de Cádiz son los segundos más elevados de Andalucía. Spain. Tócate las bolas de Navidad, pero las gordas, las bolas brillantes freichené. De pronto, todo cuadra pa que el año que viene el ipecé de los pobres sea cortito, y el de los ricos, mentiroso. En el centro del huracán sopla la brisa, y en el fondo del mar ríen las lisas mojoneras. Arría la carná, Baldomero, que ya queda poco pa que trabaje don Juan Carlos, la noche de la alegría y la satisfacción. Por cierto, ná que ver, pero estos etarras jovencitos han salido torpes, ehin?, dos números uno en un mes, más éxito que Michael Jackson cuando el dinero aún no se había blanqueado. Se está perdiendo tó, hasta la calidad de los secuestros y actos terroristas. Como ya no molan, los etarras han tenido que reclutar becarios y así les va. Claro que sí, Sarkozy. La radio, dale que dale, habla de los cuerpos y fuerzas de seguridad, siempre igual. Los mismos cuerpazos que luego demuestran cierta flojera pa detener a los maladrines del dinero tramposo, narcoinsidiosos, mangantes oficiales, vividores de la muerte, asesinos en serio de la razón, la gente sin corazón y con dos mil millones en el banco sin justificar, traficantes de almas, contrabandistas de negras, mulatas, rumanas y rusas, ya sabe, los respetables padres de familia a quien una cámara indiscreta los enchironaría de por vida, decanos del robo a mano armada, letrados de día y mafiosos de noche, los que dominan el cotarro. Ay, qué revolución del centrifugado estallaría aquí y ahora de no existir la economía submarina, la ayudita familiar, las becas regalás, la sopa de letras. Dicen que nos vamos a enterar. Que disparen ya. Total, nos vamos a hacer el muerto ... Crisis, gracias a la crisis de pronto la compañía de autobuses coloca horarios en las marquesinas, el usurero sonríe, los capullos de las corporaciones dermohistéricas se operan a sí mismos, la gente no se fía, aquí no se fía, prohibido el cante, hasta aquí hemos llegado. Mañana, más verdades a medias.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Dylan vuelve a Europa en 2009

Bob Dylan vuelve a la vieja Europa, pero no a España. La página oficial del artista confirma la continuación de la gira interminable, a partir del 23 de marzo, y Expecting Rain anuncia esta fechas:
---- March 2009 ---- Mon 23 Stockholm Wed 25 Oslo Fri 27 Jönköping
Sat 28 Malmö Sun 29 Köbenhavn Tue 31 Hannover
---- April 2009 ---- Wed 1 Berlin Thu 2 Erfurt Sat 4 München
Sun 5 Saarbrücken Fri 10 Amsterdam Sat 11 Amsterdam Sun 12 Amsterdam Tue 14 Basel Wed 15 Milano Fri 17 Roma Sat 18 Firenze Mon 20 Geneve Tue 21 Strasbourg Wed 22 Brussel Fri 24 Sheffield Sat 25 London Tue 28 Cardiff Wed 29 Birmingham
---- May 2009 ----- Fri 1 Liverpool Sat 2 Glasgow Sun 3 Edinburgh Tue 5 Dublin Wed 6 Dublin
---- June 2009 ---- Israel?
No soy torpe ni ná con el copiar y pegar ... por cierto, en el 09 se cumplirán veinte años de la gira sin fin. A finales de los ochenta, bastante quemado tras varios discos irregulares y hastiado de repetir fórmulas y no hallar satisfacción con su propio repertorio, se dejó llevar Bob por los sabios consejos de Jerry García, recordado líder y guitarrista de Grateful Dead. Éste espoleó a Dylan, le animó a observar su carrera desde la distancia. El juglar se adentró en su mundo con otra careta, y otras paletas, y poco a poco halló algunas piedras angulares. Dylan emuló la estrategia y actitud de los Dead: interpretar repertorios diferentes cada noche para mantener cierto misterio, mirarse a diversos espejos y captar audiencias paso a paso. Volviendo al mismo lugar, o a otro muy cercano, en escasos meses multiplica el efecto. Dylan lo comprobó en los noventa y, sobre todo, a comienzos del nuevo siglo. Merced a un par de discos magníficos y a la gira interminable, Dylan afianzó su prestigio, e incluso recuperó terreno hasta ser admirado por las nuevas generaciones.
La última gira fue muy especial, pues Bob tocó el cambio de Obama, ofreció cada noche su particular visión de la situación, habló con sus canciones, desde The Times They Are A Changing hasta Wicked Messenger, la gran sorpresa de la tourné. Cantó Chimes of Freedom. Hard Rain, I Believe in You, John Brown, Ballad of Hollis Brown, y tantas otras. Concedió varios Blowin in the Wind, la única canción suya que reconoce un montón de gente de la prehistoria. Tuvo tiempo para colgarse la guitarra acústica por vez primera en cuatro años. Y también mostró su faceta rocanrolera solo ante el micro. Rolling Stone tituló "Dylan destruye Nueva York" para ilustrar una noche memorable.
Bob vuelve a Europa antes de tiempo; no solía emprender giras europeas tan seguidas. Y puede que venga con nuevo disco en estudio bajo el brazo. Salud, maestro.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Enrique Collar, la perla rojiblanca que se hizo hombre en Cádiz

Enriquito El Niño llegó a Cádiz en el verano del 52 junto a sus hermanos Juan de Dios, Pepe y Antonio. De las cuatro perlas de la familia Collar, "Enrique terminó siendo el mejor", señala su compadre y adversario Manolín Bueno, que por entonces vivía en el estadio de la Mirandilla. Aquella temporada, en la que el Submarino logró la cesión de los cuatro hermanos Collar por parte del Atlético de Madrid, los amarillos concluyeron terceros en el grupo de Tercera -subió el Xerez-, en buena parte gracias a la velocidad y el olfato goleador del pequeño Collar, quien debutó nada más cumplir los dieciocho años ante el Betis, en Sevilla, anotando el tanto del empate. Manolín y Enriquito, que pertenecen al exclusivo club de los futbolistas que se bautizaron en el Cádiz con la mayoría de edad -junto a Pepe Mejías, Juanito Mariana o Joselito Lara-, se hicieron amigos y paraban en Las Tres Marías. "Allí íbamos todos los días tras el entrenamiento, como hoy hacemos en La Escalerilla". Collar y Bueno, ya se sabe, alcanzaron la gloria subiendo los peldaños de tres en tres. Manolín era y es más joven que Enriquito. Aún se ven en Madrid y cuando Collar baja al Sur del Sur. El actual presidente de la Fundación Atlético Madrid, que ha sido operado recientemente, trae a Bueno hermosas páginas de su rica memoria.
"Enrique estudiaba interno en San Felipe Neri, junto a sus hermanos. Jugábamos mucho en la playa, en esa época se estilaba el fútbol de la calle y en Tercera militaban equipos con mucha solera. Como el Cádiz jugaba en lugares del norte de África, como Tetuán, Enrique se compraba trajes de categoría, era y es muy presumido. Y como éramos parecidos de hechuras, cuando no le gustaba cómo le quedaba un traje, me lo regalaba, así que ahí iba yo con los trajes de Collar, tó contento. Siempre fuimos amigos y contrincantes, pero incluso en Madrid, cuando fiché por el Real Madrid y no iba convocado, no me perdía un partido del Atlet en el Metropolitano. Collar es una leyenda, de los mejores extremos de la historia. Y de jovencito le perseguián las muchachas porque era muy bien parecido". Aficionados antiguos recuerdan los nombres y apellidos de ciertas novietas que Enriquito se echó en Cádiz. Algunas de ellas de "buena familia", como se decía antes. Collar contaba sus perlas con clase y distinción, dentro y fuera del campo. "Era un valiente por la banda, de los pocos que se peleaban con el contrario y ganaba la partida. Luego, con Peiró, en el Atleti, formó el ala infernal". Y según la historia rojiblanca, fundó el contragolpe mortal que años después reinventó Luis Aragonés.
Todo ello ocurrió antes de la llegada de Gento, claro está, quien "lo rompió todo", ilustra Bueno a las claras. Gento cerró el paso a Collar y Bueno, por así decirlo, en la titularidad de la selección y el Madrid, respectivamente. Pero no tanto. La historia, que venía ya de largo, aportó muchos detalles curiosos desde el inicio de la carrera de Enriquito hasta la gloria de Manolín. Vidas paralelas. Rapidez mental y juego vistoso. Una mirada, una carrera y la vista puesta en el gol. Apurar al máximo la vida hasta alcanzar la línea de meta ... y centrar. Collar y Bueno siempre tuvieron muchas cosas en común, en especial la pasión por el balón. "La pelota es otra cosa. Hoy los comentaristas hablan malamente de la pelota, cuando en verdad nosotros jugamos con balones de reglamento, las pelotas quedan para el patio del colegio, el tenis o las plazas", remarca el célebre delantero gaditano, que gusta de jugar y hablar con propiedad.
Enriquito, por su parte, cuenta en las entrevistas que apareció en el mundo del fútbol profesional de un modo azaroso, quizá diferente a la llegada triunfal de Bueno, que nació cadista y futbolista por la gracia de su padre. Una tarde gris del año 49, Collar IV, como se le llamó en Cádiz, se encajó en los campos donde el Atlético realizaba las pruebas de acceso, que eran muy riguorosas, y aunque no se inscribió aprovechó la ausencia de un tal Paco Pérez ara dar un paso al frente e integrarse en el típico partidillo. No tocó un balón, pasó casi desapercibido el chaval, que contaba con catorce años, hasta que le tocó lanzar un saque de esquina. Lo hizo de tal manera que le conminaron a repetirlo. Y fue fichado del tirón. "Me ficharon por dos corners", siempre dice Collar. Dos años después estaba en Cádiz, y luego continuó su formación en Murcia, hasta que ingresó por derecho propio en la plantilla profesional del club madrileño, año 58, precisamente en la misma época en que un niño llamado Manolín Bueno, su amigo, debutaba en el Cádiz y salía escopetado hacia el Madrid. Puede decirse que ambos formaron parte de las mejores plantillas que ambos clubes han poseído jamás, salvando algunas distancias en el tiempo.
Enriquito y Manolín tenían genio y ambos se rebelaron a su manera, el primero por cuestiones económicas y el segundo por su suplencia. Las rígidas normas laborales impidieron a ambos volar más alto, las directivas del Atleti y del Madrid no permitieron que Collar y Bueno jugasen en otros equipos. A Enrique le tanteó la Juventus en un momento clave, como a Manolín le llamaron desde los mejores equipos hispanos, pero imperaba el esclavista derecho de retención. No obstante, ambos son leyendas merced a los colores que lucieron. Collar, un tipo orgulloso, llegó a plantarse durante dos meses, sin entrenar ni aparecer por el club, en señal de protesta porque el club no cumplió el contrato de gratificación para compensar el fichaje frustrado por la Juve. Enrique, ya muy cerca de convertirse en don Enrique, quería igualar su ficha con Mendoza, otro extremo extraordinario, Y se declaró en huelga. Lo dicho: un valiente.
El Cádiz de Collar se quedó a las puertas de la promoción con esta alineación tipo: Rubio, Armendáriz, Martín, Josechu, Turró, Mero, Gorráiz, Guimerans, Tarro, Chano y Enrique Collar. El balompié era tan diferente al actual que el Cádiz sólo cosechó un empate sin goles en toda la temporada, obteniendo goleadas sonadas como un 4-0 al Betis, un 5-0 al San Fernando o un 6-2 al Algeciras. Al estadio Mirandilla le quedaban dos telediarios.

Diciembre 08, Deportes, Diario de Cádiz

viernes, 5 de diciembre de 2008

¡Música!

La lección de música, de Henri Matisse, 1917

Atención al cliente, que se mosquea. Ya es hora de tratar al usuario como persona, ahora que escasen los clientes y piden socorro los contribuyentes. La hora del ser humano y de la cultura. Tiempo para matar el tiempo a tiros de pensamiento, obra y comisión. Ahora que los ayuntamientos van a trincar un dinero para obras, vale cortar la mano a quien se abandone a la tentación de meter mano en la caja de los truenos, sería menester que las obras fuesen de teatro, que los albañiles en paro construyesen partituras del porvenir, que los camareros de ayer sean mañana artistas del funambulismo y que la cultura, por una vez, sirva de bálsamo para el alma financiera que llora con amargura por no haber caído antes en la cuenta. En tiempos de depresión, viva el cachondeo, la novelería, el rocanrol, las bellas artes del teatrero versus las malas artes del usurero. Banquero, afloja la manteca ya. Titiritero, en ti deposita el pobre pecador consumista su confianza, sin iva, ni tae, ni leches. Ya han levantado el castigo a la música en directo y El Puerto, tragicómico y sincopado, despierta a la noche, vuelven a vibrar los garitos, se juntan de nuevo los chavales alrededor de guitarras y pianos, sale el público de sus madrigueras para sentir la vida y huir de los telediarios tremendistas y la mediocridad general. Algo tiene El Puerto que sus prebostes no advierten. Tierra, mar y vino. Esta tierra, de siempre, sonó de maravilla. La Base trajo ritmos traviesos antes que a ninguna parte, en la transición se mezclaron sones de Imán o Los Majaras, al tiempo nació la pasión por Ruibal, palabras mayores, y si en los ochenta se vivió un movidón de ciencia ficción, y en los noventa la gente moría por hacer el "indie", se asomó el nuevo siglo haciendo mutis por el foro hasta que el teatro abrió sus brazos a la palabra viva y a numerosos músicos de tronío. Por algo viven aquí, o graban en casa de Paco Loco, músicos como Enrique Bunbury, Nacho Vegas, Quique González o Gary Louris. Frente al vacío existencial, se agradece la labor de los técnicos de Cultura, programadores de conciertos que crean escuela y aligeran la pesada carga de la desidia de esta ciudad. El próximo: John Cale en el Pedro Muñoz Seca. Frente a la crisis, imaginación.

Diciembre 08, El Puerto, Diario de Cádiz

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Gary Louris & Mark Olson, en Cádiz; al mal tiempo, lindas canciones

A la hora de las guitarras añejas y los juegos de voces había cuatro pingüinos por las calles de Cádiz. En La Bomba, aulario de recogida del notable ciclo musical gratuito organizado con la excusa del Doce, varios cientos de valientes entonaban la dolce gélida junto a un par de compis de toda la vida: Gary Louris y Mark Olson, reconciliados para gozo de los admiradores de Jayhawks y sus secuelas. Preparados para el diluvio, como el título del álbum que materializa la reunión de ambas figuras del country rock americano, aunque no tanto para el relente, los músicos acallaron el murmullo del bar a las primeras de cambio. En tiempos de cháchara y destructivo ruido de fondo, tiene mucho mérito. La gente fue a escuchar. Y a tararear algunas de las piezas de su banda sonora vital. Los artistas, por contra, vivieron su momento, y no el de las nostalgias, e interpretaron su nuevo disco enterito, si bien compensaron al variopinto y madurito personal con granados temas de su fructífera relación creativa. A riesgo de caer en monotonías o sensaciones dispares con composiciones nada fáciles pero primas hermanas de las que acostumbraban a compartir, en formato rigurosamente acústico, Louris y Olson no recurrieron en exceso al pasado. Emocionaron, sin llegar a extremos, acaso más rodados y compaginados que al comienzo de su gira hispana. "Beautiful country, beautiful time", confesaba Olson a los postres. Louris, como vive medio año en El Puerto de Santa María, tuvo palabras para los portuenses, para su amigo el productor Paco Loco y para los "friends de Puerto Real", con el alcalde Barroso en la sala. Sepan los desmemoriados que Jayhawks tocó en Puerto Real a mediados de los noventa. Quizá algunos estadounidenses o españolitos de las primeras filas, los mismos que reclamaban piezas del ayer cuando el concierto se ponía un poco plomizo para los no iniciados, estuvieran presentes aquella noche. Hoy como ayer.
Sin la percusión que utilizaron en los primeros conciertos de la gira pero con pañuelos al cuello y a la cabeza, respectivamente, el lírico Gary y el rítmico Mark, ambos dos relajados y burlones, combatieron la humedad con su colección de voces calientes. Olson jamás tiritó, pese a sus mangas cortas. Tiene que hacer un frío del Caribe allá por Minneapolis. Anteanoche la música de estos talentos de la música americana se antojó terapéutica: ni frenadoles, ni nolotiles, ni actimeles: la gente salió mejorcita de lo suyo tras un centenar de minutos de grandes canciones. A saber. Tocaron todas y cada una de las piezas de "Ready for the flood" y joyas pretéritas incluidas en sus ábumes legendarios "Tomorrow the green grass" y "Hollywood town hall", aunque se hicieron de rogar hasta cantar "Waiting for the sun", "Over my shoulder" o "Two hearts", sin desdeñar la inmensa "Sister cry" o la celebrada "Blue", que integró la generosa tanda de bises. Destacaron sobremanera, de igual modo, temas nuevos como "Bicycle" o "Black eyes", producidos por el gran Chris Robinson de los Black Crowes, pero brillaron por su ausencia las referencias al extraordinario "Rainy day music", que firmaron los Jayhawks ya sin Olson, y que Louris recordó en el memorable concierto que ofreció en junio en El Puerto, o determinadas composiciones de éste en solitario. Ellos venían a cantar y a vender su disco, con todas las de la ley. Y como el mercado está tan chungo y la industria sigue sin enterarse, Olson hizo propaganda en la escena, incluso animó a la gente a comprar el disco vía email. Al tiempo, la gente se mostró cercana, "¡qué bonito, hijo!", y celebró hasta las canciones tristes, para rematar la noche con "Bad time", la versión del legendario tema de los Grand Funk Railroad. Malos tiempos para el amor, la lírica, los coches, el ladrillo, la verdad y las morenas arrepentidas. Cálidos y a su libre albedrío, Louris y Olson sanaron heridas y dejaron un gusto agridulce la mar de curioso. Afuera, al día siguiente, los socavones de Santa Bárbara se transformaban en estalagmitas.

La foto es de Lourdes de Vicente
Diciembre 08, Cultura, Diario de Cádiz

Vergüenza mundial, viajes al infierno desde Rota, Spain

Quienes vivimos a escasos kilómetros de la base aeronaval de Rota lo sospechábamos. No en vano, de día y de noche vuelan aviones sobre las ciudades y los campos de esta tierra, desde hace muchos años. Y a partir de las guerras por los petrodólares, más y más. Con impunidad absoluta, los aparatos cruzan los términos municipales, dibujan un panorama negro en torno a la línea del cielo, todos pensamos que el día en que se le caiga la caja de herramientas a un avioncito de marras, la cagamos. Tampoco sorprenden los informes que señalan al Gobierno de Aznar, y digo yo que también al de Zapatero, que se hace el longui, como cómplice de los traslados de "presos" al campo de concentración de Guantánamo, la gran vergüenza mundial. Prefiero no imaginar ciertas escenas y situaciones. Hasta aquí hemos llegado por mor de la connivencia de unos y otros. Unos lanzan balones fuera, buscando culpables entre los mensajeros de la noticia, y los otros no hablan demasiado claro. Si en los siniestros tiempos de la segunda legislatura de Aznar pasó lo que pasó, en cinco años de Gobierno socialista los aeroplanos continúan en el limbo de la verdad a medias. Hace medio siglo que Rota habla en spanglish, y más de dos décadas desde que Felipe nos metió en la Otan tras el aviso del 23F, pero esta vulneración de los derechos humanos, este cachondeo, rematado por el hijoputa de Bush con sus últimas declaraciones, pasa de castaño oscuro. Bush dice ahora que cometió un error al pensar que había armas de destrucción masiva, y que no estaba preparado para la guerra. Puro cinismo. Obama, ciérralo ya.

martes, 2 de diciembre de 2008

Tabú, de El Bosque a México

Quince años después de su formación, Tabú ha tenido la oportunidad de dar el salto definitivo. El grupo pop-rockero de El Bosque, formado por cuatro amigos inseparables, viajó el pasado 21 de noviembre a México, donde participó en la gira promocional Rock en Ñ, organizada por la SGAE (Sociedad General de Autores de España), y aprovechó para abrir puertas mediante cinco conciertos en el país azteca, cuyo pujante mercado discográfico se considera vital para la paupérrima industria hispana, que no cesa de sufrir crisis financieras y de imaginación. Tabú, si todo sale como espera la multinacional Peermusic, cuya filial española fichó al grupo para relanzar su carrera, la banda serrana podría experimentar la trayectoria que otros artistas han recorrido: triunfar en América para ser profetas en su tierra. Con el tercer disco ya a punto, grabado entre Cádiz y Holanda y masterizado en Milán, Tabú renueva su estilo directo y pegadizo con una docena de temas e imagen rompedora, flequillos rebeldes para estos treintañeros incansables. Peermusic, que cuenta con oficinas en cuarenta países, apuesta fuerte por ellos, con su director en España, Rafa Aguilar, y su representante Abril al frente. La gira mexicana de Tabú se inició los días 22 y 24 en la capital federal y continuó el 26 en León-Guanajuato, el 27 en Juriguilla-Querétaro y el día 28 en Tasco-Guerrero. Se trata de actuaciones al abrigo de Rock en Ñ, cuyo concierto central se celebra en el Centro Cultural de España en México Distrito Federal. Tabú compartió escenario con El Chojín y Cavernarios, entre otros.La productora ha logrado, de igual modo, incluir una pieza del grupo bosqueño en el recopilatorio Gran Hermano, en concreto la canción Hermano que Juan dedica a David, compañeros de toda la vida, desde el colegio y los grupos primerizos, junto a Horacio y Antonio. Los cuatro músicos se encuentran felices por el horizonte que se presenta ante el grupo, y no descartan, según Abril, lanzarse a la aventura americana con todas las consecuencias.

Diciembre 08, Cultura, Diario de Cádiz

lunes, 1 de diciembre de 2008

Adiós, Joan Baptista Humet

Clara, distinta Clara, extraña entre su gente, mirada ausente. Clara, a la deriva, no tuvo suerte al elegir la puerta de salida. Clara, abandonada en brazos de otra soledad. Esperando hacer amigos por la nieve al abrigo de otra lucidez, descubriendo mundos donde nunca llueve, escapando una y otra vez. Achicando penas para navegar... estrellas negras vieron por sus venas y nadie quiso preguntar. Clara se vio atrapada, abandonó el trabajo, se vino abajo. Clara languidecía perdida en un camino de ansiedades y ambrosías. Clara no dijo nada y un día desapareció. Recorriendo aceras dicen que la vieron ajustando el paso a los demás, intentando cualquier cosa por dinero para hincarse fuego una vez más. Esa madrugada Clara naufragó, tenía el mar de miedo en la mirada, las ropas empapadas y el suelo por almohada, y lentamente amaneció.