jueves, 18 de junio de 2009

Vergüenza blanca y verde

Las cosas que pasan en Andalucía. Más de cincuenta mil personas salen a la calle en Sevilla para exigir al baranda del Betis que coja la puerta ya. Con la que está cayendo. La crisis del Manque Pierda supera con creces a la ficción del money money. Artistas, políticos, toreros, gente distinguida poniendo el grito in the heaven, pero sonriendo a la cámara. Discursos graves, reivindicaciones esdrújulas, la tragicomedia de Andalucía, mecagonlomuerto pero sonriendo a las cámaras.
Opio del pueblo. Mientras tanto, los populares llaman militante a su tesorero pillado in fraganti, Zapatiesto dice que baja los impuestos para descojone general, la banca sigue dando créditos al Real Madrid, esa pyme. ¿Se habrá acabado la crisis y no nos hemos enterao? Los alcaldes atascan las ciudades promoviendo obras a tutiplén pa salvar el pescuezo. En Sudáfrica el público chilla a los jugadores blancos de su selección, dscriminación en positivo, jeje, la vida locati, en el próximo mundial se chuflearán de los putos blancos jaja, se comerán la pancarta de stop al racismo, digo yo. A propósito de blancos, Cristiano Ronaldo no debe ser mu católico, pues se va de putas ná más fichar por el Así Gana el Madrí. A lo que iba. En Sevilla arrojaban al olvido al Dios Lopera, anteriormente adorado por los mismos. Autónomos atracados a mano armada, empresarios en números rojos, parados de toda clase y condición, padres de familia con los cucos en el suelo, diabéticos hasta la médula, rocieros comprometidos, en fin, todo el mundo preocupado por el mundo (bético). Así nos va.
Al otro lado de la calle insinúan no sé qué de la reforma del mercado laboral, del aborto, la eutanasia, la biblia en verso, quieren legislar la vida entera, permitir o prohibir lo que nos venga en gana, teledirigirnos camino del desastre, tequiyá. Mola la inmolación en la secta del mar. El suicidio feliz, en directo. A saber: ocurrió días atrás a bordo del catamarán que une El Puerto y Cádiz, del Guadalete a la Bahía gaditana. Mujer de rasgos exóticos ataviada con inconfundible atuendo árabe se dirige hacia la popa del buque, aprovecha un descuido de la tripulación, por así decirlo, pues nadie imagina que alguien vaya a hacer algo semejante, y se tira al agua del tirón. Movidón del quince. Alerta al cuadrado. El barco ha de ejecutar varias maniobras de alto riesgo para rescatar a la piba, que es detenida al cabo del rato por un par de guardias, no sin antes secarse la ropa, arreglarse un poco y pintarse los labios para asomar una sonrisa.

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