domingo, 30 de agosto de 2009

Monkey Week, un buen plan para el puente de octubre

Toma forma el Monkey Week, la experiencia creada por Enrique Bunbury, Paco Loco y Gary Louris que convertirá la otrora ciudad de los cien palacios, El Puerto de Santa María, en corazón loco de la música independiente, centro neurálgico del otoño rockero, punto de encuentro, puente de octubre para aficionados y profesionales del sector, que se citarán entre el 9 y el 12 del mes próximo en diferentes rincones portuenses para conocer nuevos grupos, disfrutar de algunas atracciones punteras y debatir en torno al futuro inmediato del rock. Los carteles de las jornadas deparan sensaciones dispares, desde el legendario punk oscuro de The Wire, hasta el folk luminoso de Josh Rouse, pasando por los Tokyo Sex Destruction o el mismo Nacho Vegas. Sin olvidar un puñado de bandas locales que saldrán de las catacumbas a las que la ley del silencio impuesta en los bares ha sometido desde hace un año.
Ya se han puesto a la venta los abonos de la peculiar convención, que nace con vocación de implantarse en el calendario musical hispano y erigirse en festival anual. Más de cincuenta bandas se presentarán en formato "showcase" durante las mañanas y tardes, con entrada gratuita, y los minifestivales reinarán en las cuatro noches, en las localizaciones del Monasterio de La Victoria, el Teatro Pedro Muñoz Seca y Puerto Sherry. Pero la música sonará por todas partes. Se han confirmado nombres de aquí y de allá como los Gas Drummers, The Brass Buttoms, Montevideo, Fino Winos, Le Punk, Pony Bravo Ledatres, Paco Loco, Little Cobras, los americanos The A Bones, los veteranos Los Coronas, el venerado John Spencer, el legendario Howe Gelb, los argentinos Cápsula y otros muchos.
Amén de una serie de encuentros con músicos y productores independientes de tronío y jornadas profesionales, la semana ofrecerá mesas redondas en torno a las piedras angulares del presente y futuro del sector: la autogestión musical, que contará con la participación de miembros de Ojos de Brujo y Vetusta Morla; la producción de conciertos, con representantes de Sónar y el Fib; la inversión cultural, las claves del mercado independiente o la producción discográfica, que reunirá a Paco Loco y Ricardo Pachón, máximo exponente de la artesanía digital y precursor de nuevas y viejas músicas andaluzas, pues dirigió grabaciones fundamentales de Camarón, Veneno o Smash, respectivamente.
Los míticos The Wire, con más de treinta años de carrera a sus espaldas, tocarán el día 9 junto a Los Coronas, Tokyo Sex Destruction y Paco Loco. El Heavy Trash de John Spencer y Matt Verta-Ray compartirá festival con Kitty, Daisy & Lewis, Josh Rouse y Howe Gelb, el día 10, y en la noche siguiente actuarán King Khan & The Shrines, The A Bones y The Hollers. En el flamante teatro portuense cerrarán las jornadas el asturiano Nacho Vegas, la portuense Muni Camon & Remate, y Alondra Bentley.
El Monkey Week congregará a la flor y nata de las compañías discográficas independientes de la escena española, además de los medios de comunicación más significativos que apoyan y promueven la música alejada de los circuitos tradicionales. La música independiente alentada por los sellos minoritarios mantiene viva la llama y se antoja la solución a la crisis de la industria discográfica, herida de gravedad en los últimos años por mor de la desidia y la falta de ideas de las compañías multinacionales, devoradas por las novedades tecnológicas, la piratería y demás circunstancias. El cambio de rumbo centrará los debates del Monkey Week.
Agosto 09, Cultura, Diario de Cádiz

sábado, 29 de agosto de 2009

"Do the Hala Hala", garage rock para cerrar el verano en Sanlúcar

Los excéntricos y viscerales The Masonics, mítica banda londinense que a primeros de los noventa protagonizó el revival del garage rock, encabeza el cartel de la fiesta rocanrolera de despedida del verano, "Do the Hala Hala", que se celebra esta noche en el Teatro Municipal de Sanlúcar. Ritmos sincopados al aire libre, parrilladas, cócteles tropicales y mercadillo de discos y misceláneas. Todo bajo el signo del r&b anglosajón impregnado de estilos diversos en blanco y negro. En su única actuación en España, los Masonics mostrarán las virtudes de la escena Meadway inglesa, la misma que readoptó el rock de garaje que a mediados de los años setenta crearon los músicos americanos a su vez influenciados por el beat, la invasión británica que revolucionó el género.
El elenco de grupos inspirados por el rocanrol de los cincuenta, el punk de los setenta y la herencia de la música negra personalizada en el soul y el funk, se completa con una banda de chimpancés catalanes que se hacen llamar The Kongsmen, un guiño anónimo y gamberro a los celebres Kingsmen, rocanrol simiesco a todo volumen de la mano de músicos con alma disipada y sin identidad concreta como Nat King Kong, Paul Mc Caco o Thelonius Monkey. Humor salvaje, amor al baile y culto a la diversión que los andaluces también cultivan, ahí están los Del Shapiros sevillanos o las Little Cobras de El Puerto de Santa María. Los hispalenses, que cuentan ya con un trabajado prestigio en el mercado alternativo independiente, saldrán pronto de gira europea, no en vano se encuentran en un excelente momento. Y los portuenses, los hermanos Rejano y Raúl Rivas, se han ganado también el respeto de la afición, tan animosa como exigente.
El festival, auspiciado por la asociación cultural Ras y la discográfica independiente Monterrey, en arriesgada e imaginativa aventura de verano, ofrecerá también la música enlatada de los djs Sergio Bastida, Punkita y Fez Brothers, amén de la actuación especial de Jorge Explosión, líder de los precursores e inimitables Doctor Explosión. El asturiano, músico y productor de postín, vincula su estudio de grabación a estas y otras muchas bandas, cuya filosofía vital se aleja del virtuosismo y la pedantería y se hermana con la pasión del rocanrol primitivo con sonido a garaje.¡Hala, hala! El fin del verano del tostón de la crisis y el miedo al terror de la "gripe a" justifica los medios y la trepidación.

Agosto 09, Verano, Diario de Cádiz

jueves, 27 de agosto de 2009

Miguel Poveda, en Cádiz: "Canto para mantener viva esta música que amo"

"A quien no le guste Cádiz tiene que ir al médico. Hola, doctor, vengo a mirarme, es que no me gusta Cádiz. Está usted muy grave". Poveda dialoga con sus sentires acerca de Cádiz, "el sabor de la tierra marinera y su gente". "Tengo grandes amigos allí", señala el cantaor antes de emprender viaje hacia el sur del sur. "Los hermanos Anillo me acogieron en su casa, me trataron como a un hijo, y además he pasado un verano entero en la playa, tiempo atrás, y para colmo mi hermana, que es bailaora, tenía un novio gaditano, así que Cádiz siempre estuvo presente en casa".
"Qué puedo decir de Chano Lobato, se pregunta a sí mismo el artista catalán. "Siempre he tenido debilidad por él, tuve la suerte de trabajar con Chano en Japón, durante un mes inolvidable, conviví con él, una persona que te seducía con el cante y con su forma de ser auténtica, sencilla, de verdad, llena de sabiduría. Yo era muy joven y era consciente de que tenía enfrente a una historia viva del flamenco. Chano Lobato deslumbraba con todo lo que hacía".
Poveda exclama a los cuatro vientos: "Tengo ocho horas grabadas en video, Chano Lobato en el supermercado, Chano Lobato en los ensayos, en los camerinos, por la calle, una película personal fascinante que grabé con su permiso en Japón, a él le hacía gracia y se dejaba grabar. Chano, por sus vivencias, por las fatigas que pasó, pertenece a una época imborrable. Y además ha sido uno de los pocos artistas viejos que fue a verme, una de las primeras veces que actué en el Lope de Vega de Sevilla. Chano vino a verme, qué ilusión me hizo, nunca lo olvidaré". Un regalo.
La última vez que Miguel vio a Chano fue en el escenario, en Zamora. "Compartimos cartel aquella noche. Como él estaba mayor, pidió cantar primero para irse a descansar al hotel, pero al final se quedó a escucharme y no pudo evitar la tentación de subir a compartir conmigo unos tangos argentinos por bulerías, "Volver" y "Cuesta abajo". Si alguien tuviera esa grabación ...", suspira Poveda emocionado, y vuelve a subrayar "la sabiduría, la gracia, la cultura de Chano pese a no tener estudios, su trayectoria vital y artística, su viveza y el ingrediente extra de ser de Cádiz".
Viaje de ida y vuelta al universo flamenco de Miguel Poveda, que es como decir "caminos abiertos al pasado porvenir", a las coplas del poder y al querer del compás luminoso. Clásico y moderno, añejo e innovador, el cante del catalán erigido en primera figura del flamenco (de masas) brinda esta noche sus infinitos registros a Cádiz. Cierre por todo lo alto de Los Jueves Flamencos, dedicados precisamente a Chano Lobato. A partir de las diez y media, en el Baluarte de la Candelaria, Miguel Poveda compartirá cartel con Pastora Galván, bajo el epígrafe de "Perfeccionismo Flamenco". Desembarca el artista de Badalona con su bagaje de prestigio personal y artístico, acaso en el mejor momento de su carrera, iniciada a los veinte años, cuando el chaval ya era una mina, cuatro premios en el Festival Cante de las Minas. De ahí a la eternidad de la heterodoxia y, sin embargo, tradición con vistas al mar. En el flamenco, con más veras, se antojan vitales las raíces, los historiales, hay algo sobrenatural y metafísico que llama al respeto. Poveda viene y va, como el vaivén, y ya cuenta con suficientes pasos andados y huellas grabadas. Tan joven y tan elogiado, camina y canta. Hoy lo hará en Cádiz, para alegría de su variopinta afición, tan heterogénea como agradecida.
¿De dónde viene? Del futuro y de una Lámpara Minera, lámpara de Aladino flamenco, y de un montón de peñas flamencas en su Cataluña natal, curtido desde los quince años en tablaos de la cantera de la utopía flamenca, contra viento y mare, como se suele decir, hasta el "top ten" del cariño colectivo sin fronteras, estatutos o pragmatismos. De la radio de su madre, donde aprendió todo lo que hay que sentir para convertirse en cantaor de categoría, primo hermano de la copla del trío infalible, a París, Nueva York, Viena, Roma, Londres y ahora Cádiz. Oh, Cádiz. "De Cádiz han salido artistas fundamentales como Aurelio, Pericón, la Perla, igual que Chano, bañados por la sencillez, la espontaneidad y naturalidad. Todas las tierras engendran grandes artistas", y cita Utrera, Morón, Lebrija, Triana y Jerez. Poveda es un gran enamorado de Jerez. Pero se confiesa cautivo del "ángel" gaditano.
Quien no ha visto a Miguel Poveda cantar por derecho no sabe lo que es una noche de flamenco nuevo y sofisticado, aunque sin pedanterías ni gestos a la galería. Cuentan maravillas del "directo" de Poveda, directo al corazón, versatilidad y encanto de un payo, catalán y niño precoz, para más señas, que supo encauzar los orígenes murcianos del padre y manchegos de la madre hasta configurar un perfil único de cantaor mundial, ahora afincado en Sevilla, siempre con afectos en Jerez, nunca ajeno a Cádiz, que lo mismo pone vellitos de punta al aire libre que encandila con una orquesta, un poema, una película, un cuadro o todo a la vez.
"Paso a paso. Desde los quince años camino muy tranquilo, con paso firme pero viviendo historias diferentes. Yo me comparo con un Chano Lobato y no he hecho nada. Canto para mantener viva esta música en la que creo, en esta música a la que amo. Si al escucharme se aficiona más gente al flamenco, soy feliz. Yo siento más amor al arte que a mí mismo, soy un elemento más en el universo flamenco, un vehículo de comunicación. La gente que está más pendiente de sí misma que de lo que hace, se reduce demasiado", apunta mientras subraya cada palabra.
Poveda pertenece al mundo de la radio, como otros catalanes de pro como Manolo García y Joan Manuel Serrat, que se engancharon a la copla merced a la radio de sus madres, la madre radio. Dice el artista, tímido no más, que "de chico no salía mucho a jugar a la calle, así que la radio era mi mejor juguete, y los discos de mi madre, mi inspiración".
¿Adónde va? "Sé de dónde vengo, y dónde estoy, pero no me preocupa la dirección del camino, esto no es una carrera de galgos, sino de fondo, lo importante es el camino, no la meta. Me interesa descubrir, dejarme sorprender, absorber nuevas formas, e incluso conocer nuevos mundos dentro de mí mismo. Me veo capaz de cantar otras cosas, me considero un desprejuiciado, no me siento limitado. ¿Clásico y moderno? Lo clásico no significa antiguo, me considero contemporáneo, simplemente".
Siente ahora Miguel la necesidad de volver a los cantes tradicionales en su próximo disco, otro disco doble. "Tengo muchas ganas de hacer un disco de cantes mineros, por un lado, y de palos tradicionales por otro".
Esta noche "habrá dos sorpresas" que no suele incluir Miguel en su repertorio, y el artista dará la alternativa a Kiko Peña, cantaor ecijano de trece años que atesora "virtudes añejas y tan buen concepto", apunta Poveda con humildad y generosidad. Ya tenemos relevo generacional. "Exacto".

Agosto 09, Verano, Diario de Cádiz

miércoles, 26 de agosto de 2009

25 años de Dylan en España (Mérida 93)

Incómoda pero felizmente sentados en las vetustas gradas del Teatro Romano de Mérida, presenciaron los dylanitas la resurección de un clásicos entre los clásicos. Fue una noche memorable. Dos horas y media de rocanrol entre las columnas del viejo auditorio, Dylan se incrustó en su propia historia, de azares y metamorfosis, y emocionó al personal con un repertorio brillante e inesperado. En su línea del despiste, Bob comenzó a tocar media hora antes de lo previsto, la gente pensaba que se trataba del ensayo previo, la prueba de sonido o la aparición de un doble o triple del artista, pero no, Bob decidió adelantarse a su tiempo, siempre fuera de su tiempo, y, tras "Hard times", arremetió duro, luego se enrocó con piezas delicadas, volvió a golpear las puertas del olvido con voz aguardentosas y pura electricidad, festín de guitarras y de melodías, doblegó algunas de sus composiciones míticas, pugnó contra sí mismo y salió airoso del trance. Dylan superaba entonces su particular crisis de los ochenta, emprendía el largo y fructífero camino hacia una nueva era y demostraba la vigencia de su obra que en ciertos círculos se negaba con tozudez. En esa época, el trovador editó un par de discos acústicos más bien irregulares, pero en directo ya reinaba con maestría. En Mérida, la banda improvisó al ritmo de la veloz mente del cantante, que parecía dirigir a los músicos con un gesto o un acorde, los repertorios cambiaban cada noche, Dylan sorprendía a sus propios compañeros, en Mérida la sorpresa tornó en asombro. Un menudo Dylan cautivó a propios y extraños, se dejó querer por las entreveradas columnas romanas. Lo dicho, un clásico sin tiempo.
Teatro Romano de Mérida
12 de julio de 1993

Hard Times
Stuck Inside Of Mobile With The Memphis Blues Again
All Along The Watchtower
Just Like A Woman
Tangled Up In Blue
Lay, Lady, Lay
Watching The River Flow
Little Moses
Tomorrow Night
Gates Of Eden
Don't Think Twice, It's All Right
Cat's In The Well
I And I
I'll Remember You
Maggie's Farm
Ballad Of A Thin Man
It Ain't Me, Babe
Posdata: ya hay fecha y título para el disco navideño de Dylan. "Christmas in the heart" se publicará el 13 de octubre.

domingo, 23 de agosto de 2009

La Soledad del swing

"Vamos a revisitar hermosas canciones, las hermosas canciones siempre deparan momentos mágicos. ¿Nos acompañáis?", tercia Sole Giménez a las primeras de cambio. "Ya que estamos aquí ...", exclama un cuarentón con retranca. Puro swing con solera a la vera de La Caleta, la voz cantante aparece en su punto exacto. Sole gran reserva, sin forzar, sin estridencias ni golpes de efecto, al natural, presenta "Dos gardenias", clásicos de ayer, clásicos del mañana con acento latinoamericano envueltos en un universo de jazz suave y rompedor. Sole sigue el ritmo con los dedos, juega al jeroglífico en las letras colgadas en la escena y acaba atrapando un corazón, para el tiempo del reloj del Castillo de Santa Catalina.
Piano y voz para "Rabo de nube", de Silvio Rodríguez. Acento cubano a Maná, "Vivir sin ti"; flauta para Juanes, "A Dios le pido"; saxo con amor para la metafórica "Todo se transforma", de Jorge Drexler. Sole reinventa un repertorio glorioso. Uno da lo que recibe. Y certifica su transformación artística, ya es una cantante de jazz con más veras. Su banda enfatiza, moldea, baña de sal, cumbias, bossa o candombe las melodías encadenadas. Hasta detenerse en el corazón del gran Fito Páez. La artista valenciana canta a la esperanza, al poder terapéutico de las canciones, a la libertad individual y al cambio.
"Cómo hemos cambiado. ¿Qué nos ha pasado?", se pregunta la gente que canta bajito al ritmo de las olas. El popurrí de Presuntos Implicados enciende la emoción y permite interpretar un estribillo que años después ofrece varias lecturas, personales y colectivas. Las cosas han cambiado mucho, la gente ha cambiado demasiado, el público madurito hace suya la proclama, la gente mayormente cabreada se antoja hoy dócil, parece que volviera a ser rica de espíritu y pobre de todo lo demás. Viaje de ida y vuelta. Sole Giménez también ha cambiado. Y cambia las canciones de su vida a su antojo y al capricho de piano y percusión cubanos, personajes cómplices en perfecta comunión. La Soledad del swing.
Acaso para subrayar convicciones e intenciones, los boleros cubanos de toda la vida comparten viajes de ida y vuelta. "Toda una vida", una vida diferente. Vinucius de Moraes y Jobim en castellano, diálogo de músicos, la magia invocada, el toque femenino de Antonio Machín, ecos del Cortjio de los Rosales y por fin, la oda que Violeta Parra compuso para dar "Gracias a la vida", antes de quitársela. Gozo y paradojas. Sole dedica luego a la jerezana Ely su tributo a Manzanero, y encandila con "Alma de blues", la eterna Billie Holiday, swing de vacaciones, el exilio de la tristeza, el manisero y Serrat, las pequeñas cosas de la vida. Quince formas de ver la vida. Sole agota las localidades, las copias de su nuevo disco que se despachan en la puerta y la batería de las cámaras fotográficas, mañana saldrá en todas las fotos de sus admiradores, con los que departe antes y después del concierto: unos gaditanos con nombre propio, como Teófila o Nández, algunos fieles seguidores de su trayectoria y otros recién conocidos. Como canta Fito Páez, lo importante no es llegar, lo importante es el camino.
 
Agosto 09, Verano, Diario de Cádiz

sábado, 22 de agosto de 2009

Otra mujer lapidada en Irán

Mensaje de Amnistía Internacional:
Desgraciadamente tenemos que contarte un nuevo caso de una mujer iraní, Sakineh Mohammadi, condenada a muerte por lapidación. Su crimen también lo has oído más veces, "adulterio estando casada". Anteriormente había recibido 99 latigazos por "mantener una relación ilícita".Como ha ocurrido en otros casos, el juicio fue injusto y sin garantías. El abogado de Sakineh ha pedido a la Comisión de Amnistía e Indulto iraní que revise su causa. Si esta comisión rechaza su petición, Sakineh será lapidada. Por mucho que se repitan estos abusos contra el derecho a la vida, no nos resignaremos. Todo lo contrario, te pedimos que exijas a las autoridades iraníes que no ejecuten a Sakineh y que suspendan todas las ejecuciones por lapidación. Necesitamos también que reenvíes este mensaje a todas las personas que puedas. Nuestras voces unidas pueden parar las piedras y salvar su vida. No es la primera vez que gracias a la presión internacional se han conmutado condenas a lapidación.

viernes, 21 de agosto de 2009

Poetas en la calle, marineros en Rota


A tapar la calle. Sabina y Ruibal cerraron el homenaje a Rafael Alberti en Rota. Sólo faltó Caballero Bonald. Dos horas de versos y coplas, a la salud eterna del poeta. Lo mejorcito de las letras y sones de la tierra, marineros de marea alta y amistades profundas, respeto absoluto a los artistas, adoración nocturna a la palabra violentada por los hechos. A pecho descubierto. Señoras encopetadas aplaudiendo al rojerío, "mira Joaquín, está más joven", "¿y Luis?, qué grande es". La parroquia llamaba a los poetas por su nombre, tal fue la cercanía del gozo. Antes del silencio, un gachó arrastrando un contenedor de basura, música de baile, ruido de copas, algunas tapitas en La Concha, libros a buen precio, coches de capota, cámaras de televisión, un niño llamado a su abuelo, todas las sillas copadas, ¿quién dio la vez?
Javier Ruibal estuvo inmenso, cálido y misterioso, no en vano su música y su poesía encierra rafaeles y federicos, luces y sombras de Andalucía, amén de latidos de todos los continentes. Sabina fue breve, leyó su extraordinaria visión de Alberti y mostró un significativo signo de interrogación. Benjamín Prado lanzó dardos envenenados de ironía, dejó flotando en el aire la desazón de los amigos de Rafael, que en los últimos años de la vida del poeta lo sintieron enclaustrado, a riesgo de perderlo en la memoria. Imposible. Benítez Reyes puso el acento emotivo. Almudena Grandes reinó con precisión y honestidad. Luis García Montero subrayó silencios, ácalló rencores, habló como un niño chico, de cuando Luisito visitaba a Rafael, madrugadas infinitas, camisas de colores, palabras sencillas y redondas. Ripoll y Fernández Palacios, grandes de la poesía gaditana, relataron vicisitudes del poeta en su retorno. Alejo Martínez ofreció el toque cubano. Mendicutti regaló risas y verdades. Y mucho más. Todo lo demás. Aprovechando, que pronto "recomendarán" no darse versos.
Aquí dejo la crónica de Pilar Vera en Diario de Cádiz
ahí va la crónica de Pedro Espinosa en El País

Dos gardenias para Sole Giménez, la voz cantante

"Estoy en los Caños de Meca, no veas la caló que hace". Sole Giménez imita el acento andaluz al otro lado del teléfono. Hoy canta en el Castillo de Santa Catalina, en Cádiz, al fresquito, en la esquina del viento. "Tenemos vientos opuestos. Vuestro Levante es nuestro Poniente, en Valencia no puedes salir a la calle cuando aprieta fuerte. Me hace mucha ilusión volver a Cádiz, que me parece un sitio muy especial. No canto aquí desde Presuntos Implicados". Allá por los albores de los noventa en el teatro Pemán. "Y me gusta que me incluyan en un ciclo de mujeres, hay bastantes voces femeninas hoy en día, aunque no abundan las instrumentistas; en el fondo apartas la cortina de este gran teatro y desaparece el toque femenino. Es triste reconocerlo, pero las mujeres aún no tomamos las grandes decisiones". En música y en política. Salvo excepciones; le recordamos el poderío de la alcaldesa Teófila Martínez, la voz cantante de Cádiz. "Y en Valencia tenemos a Rita Barberá", interpela con reflejos. Pero se lo piensa, siempre en voz alta: "Claro, que hay toques femeninos y toques femeninos ... " Y abre una serie de puntos suspensivos, pura ironía, advierta la diferencia. Mujer con voz de postín que toma sus propias determinaciones, mujer de vuelta al futuro. La voz cantante que siguió su propio destino, la voz de varias generaciones que hoy será puro atlántico océano.
Sole Giménez, habituada a navegar con soltura "en un mundo de hombres", subraya orgullosa su condición. En su flamante disco, "Dos gardenias", una suerte de extraordinarias versiones de música latinoamericana de casi todos los tiempos, desde célebres boleros a piezas de nuevo cuño, "miré alrededor, durante la grabación, y eran todos hombres": El gaditano Chano Domínguez, Jorge Pardo, Perico Sambeat y Ara Malikian, entre otros. "En cambio, en el latin jazz, las voces femeninas destacan sobre los cantantes". Sole siempre fue una cantante de jazz. Sonríe al escuchar tal sentencia y desvela que "muchos ortodoxos se tirarían de los pelos, pero yo misma me sorprendí cuando algunos de los grandes músicos que me han acompañado en el álbum me decían: 'Por fin, Sole, por fin te has decidido a hacer jazz". A su aire. Sin prejuicios. "A veces ven a una mejor desde fuera". "He podido contar con lo mejó de cada casa", vuelve a imitar el andaluz, "Un privilegio que una puede permitirse tras muchos años en la música, la experiencia que te concede la personalidad suficiente para subir a un escenario con unos auténticos maestros, aprendiendo y disfrutando del momento. Todo encajó perfectamente en el proyecto. Los músicos entendieron la idea, la musicalidad del repertorio, todos distinguimos con claridad la dirección del disco".
Trae Sole a Cádiz un repertorio magnífico, "no precisamente latin jazz", un catálogo exquisito de música en castellano: junto a boleros de toda la vida, piezas señeras del uruguayo Jorge Drexler, el colombiano Juanes, el cubano Silvio Rodríguez, el argentino Fito Páez, la chilena Violeta Parra, los brasileños Jobim y Moraes. Viene la cantante valenciana pegada a un trío de cubanos criados en la misma escuela, amén de su inseparable Vicente Sabater. Entre todos, prende la magia, como si las canciones flotasen en el aire y sólo hubiera que atrapar el instante. "Los grandes temas permiten las grandes versiones", sugiere, no sin antes adelantar que esta noche también revisará temas del pasado y algo inédito. Veinte años se cumplen del "Alma de blues", y no tantos del "Ser de agua" o "La felicidad", y casi cuatro años desde que Sole vuela en solitario, tras 23 años de presunta implicada. Esta parisina criada en Murcia y forjada musicalmente en Valencia, licenciada en Bellas Artes, madre de dos hijos, que se volcó en la música desde muy joven merced a la influencia de sus padres, grandes aficionados a los géneros que ella dibuja en blanco y negro, dispone de una amplia agenda de conciertos, los festivales de jazz se disputan su presencia, siempre hay una esperanza para la música, tantas veces maltratada y/o despreciada y/o depreciada.
"Cuando no había ni derechos de autor", ilustra la artista levantina, "los músicos eran considerados unos pobres denostados. mi padre me decía, cuando amenacé con ser cantante, que los músicos eran unos muertos de hambre. Eso, eso, gente de mal vivir. Y a lo mejor tenemos que volver a ese camino. Con la globalización de los medios de comunicación se puede llegar a todo el mundo, pero también es más difícil llegar. Quizá los músicos tengan que compaginar otra actividad laboral, con lo cual corremos el riesgo de perder talentos". Preguntada sobre el valor de la palabra de los artistas, en esta vorágine que acaso preste más atención a una pelagatos o a un mentiroso antes que a un cantante o poeta, Sole enfatiza que "nosotros vivimos en otra área, sabemos nuestro lugar, el problema quizá sea de la cultura en general, producto de la falta de educación. En los últimos veinte años ha bajado mucho el nivel de la educación, se concume menos cultura, hay menos curiosidad y, por tanto, menos criterio. Estos períodos de involución, como el que vivimos, tienden a dar la vuelta. Crucemos los dedos. Tenemos en la mano cambiar las cosas. Como canta el gran Fito Páez, nunca está todo perdido, vengo a ofrecerte mi corazón". La voz de Sole vuelve a adoptar tonalidades del sur del sur, hoy sonará al viento como si naciera de nuevo.
Propietaria exclusiva de su risa luminosa, Sole suelta un "hombre, porfavó" justo a tiempo para pintar de colores sus días en la costa gaditana. "Qué caló, está la playa a tope. Por fin unos días de playita". Sus primeros días de playa del verano. Tiempo de respiro y de tapeo, entre Cádiz y Zahara de los Atunes, cerquita del paraíso.

Agosto 09, Verano, Diario de Cádiz

jueves, 20 de agosto de 2009

Alberti reúne a músicos y poetas: Sabina, Ruibal, Caballero Bonald, Benítez Reyes, García Montero, Grandes, Prado ...

Vaya cartel de poetas y músicos de tronío presenta la VI Noche de Literatura en la Calle que organiza la formación de Izquierda Unida en Rota, la ciudad de los poetas de la música, rincón de descanso de escritores de renombre rebelde y cantantes de puro postín, cruce de caminos del verano infinito, la base de la alegría y la paz, los silencios cómplices, las risas hermanas y los atardeceres al calor de una palabra y un ritmo. El ritmo de esta noche lo marcará, en homenaje a Rafael Alberti en el décimo aniversario de su muerte, un plantel pleno de artistas del verbo redondo y del son puntero. Un simple vistazo al elenco de intervinientes sugiere mil historias de ida y vuelta, algunas de ellas entrelazadas. Por segundo año consecutivo, participará Joaquín Sabina, asiduo ya al estío roteño, quien precisamente conoció al universal poeta portuense a través de Luis García Montero y Benjamín Prado, compañeros de vacaciones ilustradas en la Villa de los poetas.
"Alberti es un barquito en la garganta, un grito que hace noche en las aceras, la guajira que tira de la manta, la sal de las mentiras verdaderas". Tal que así escribió Sabina en 2002, según consta en el libro de epístolas en verso que precisamente presentó la pasada temporada el cantante y poeta en la Rota de sus alivios y redenciones. La Rota de sus amigos. Sabina triunfó el año pasado entre tanto poeta. Alberti ya consideraba a Joaquín un peligro hace años, un adversario a temer en cada bolo poéitico. Cada noche, antes de los recitales que compartieron, Rafael comentaba a Benjamín: "Tu amigo Joaquín nos va a hacer cisco a todos; se traerá la guitarra, se pondrá a cantar y nadie nos querrá oír a nosotros". Al comprobarse su error, pues Sabina nunca competía ni pretendía hacer sombra al poeta de la Bahía de la Luz, Alberti preguntaba, con cierta sorna y/o torrijón a Joaquín: "¿Por qué no te has traído la guitarra? Habría estado muy bien ..."
Para Sabina, el homenajeado Alberti tenía "la gracia de una Roma gaditana, con colonias en Túnez y en La Habana, el catorce de abril del mes de octubre".
Heredero de la poesía viva de Alberti, su paisano Javier Ruibal no podía faltar a la cita de esta noche, siempre con el acento en la sílaba indicada y la voz ondulada por las olas. Ruibal cantó "Ruido" para Sabina, por cierto, y Sabina ya bajaba al Sur del Sur en los años ochenta para visitar a Fernando Quiñones, por ejemplo, y a cantar junto a un jovencito, espigado, tímido y barbado Ruibal, quien a su vez ya conocía a Juan José Téllez, flamante premio de poesía Unicaja, cuyos pinitos en Diario16 no pasaron desapercibidos. Esta noche junta también a otro cantante que realizó un disco en tributo a Alberto, el impar Fernando Polavieja, a la inteligente voz cubana de Alejo Martínez, a la cantante roteña Inma Mora, voz de La Hoguera, y a los habituales, compadres, admirados y admiradores, veraneantes de versos rotos y lunas de cristal, los inigualables Almudena Grandes, Eduardo Mendicutti, José Manuel Caballero Bonald y el anfitrión Felipe Benítez Reyes. Ahí es nada. Legiones de lectores a sus espaldas, galardones por doquier, reconocimientos compartidos con otros literatos que se suman a la iniciativa, los gaditanos José Ramón Ripoll y Jesús Fernández Palacios, de prestigio y trayectorias indiscutibles, todos ellos marcados por Alberti de una u otra manera.
"El viento que arrasó las arboleadas no empañará el cristal de la memoria", escribe Sabina, y recuerda una curiosa anécdota. Dámaso Alonso intentó sin éxito el ingreso del poeta portuense en la Real Academia de la Lengua. Alberti siempre bromeaba con que "tú sigue ahí, que yo seguiré meándome en el edificio de la Academia". Años después retó a Sabina y a Prado con repetir la hazaña y allá que fueron Rafael, Joaquín y Benjamín a mojar de agüita amarilla los cimientos de la institución que presuntamente fija, limpia y da esplendor a la lengua con eñe.
Esta noche, García Montero llega con nuevo libro, y el apoyo a tanta afrenta. Caballero Bonald impartirá sus lecciones magistrales al novel pero brillante Javier Vela, Los poetas cantarán a los músicos, los músicos recitarán a los poetas y Sabina reinará sin su guitarra, con la palabra, a escasas semanas de estrenar su nuevo disco, concebido en parte en la Villa de Rota. En la plaza de la Iglesia de Rota, la misma que responde por Plaza Bartolomé Pérez, a partir de las nueve y media, fiesta de poesía y música por la memoria del marinero en tierra.
 
Agosto 09, Cultura, Diario de Cádiz

Manuel Imán retorna al Califato

De Manolito Undeground a Manuel Imán, más de cuarenta años de música fluida, delicada e innovadora jalonan la carrera del fino guitarrista que marcó época, en los albores del rock andaluz, y permanece en la senda de la luz. Manuel Rodríguez vuelve esta noche a El Puerto, donde residiera en perfecta comunión junto a sus compañeros de Imán, el Califato Independiente. La banda que dos generaciones después prepara su retorno discográfico, el tantas veces esperado tercer álbum. Niño prodigio que componía ya con cierta destreza a los once años, y que a los catorce ganó un concurso como cantante solista en la Universidad Laboral de Sevilla, Manuel Imán vive su segunda juventud artística. Esta noche actúa en la sala Milwaukee, en clave acústica.
Con quince años, en el mítico 69 del remoto festival de Woodstock, ya practicaba el blues, el country y el folk en su primera banda, It's delightfull, en la onda del jipismo de entonces, y con la formación en la que inauguró su fructífera amistad musical con Marcos Mantero, llamada Chicle, Caramelo y Pipa, pudo experimentar con folk, flamenco y sinfonismo, cuando casi nadie se atrevía a combinar culturas de esa manera. Hoy mismo consagra su arte a tales alianzas de la alquimia sonora, pero a mediados de los setenta, en Sevilla, la aventura sonaba a riesgo, y a futuro, y a libertad de miras. Antoñito, el célebre batería de los pioneros Smash, y Pepe el Saxo unieron su talento a la pareja que a la postre se embarcaría en la nave de la nueva psicodelia con acento andaluz, Imán, el grupo más luminoso de una etapa efervescente de la historia de esta tierra. La comuna de Imán, inspirada en el misticismo de gurús y en la música progresiva anglosajona, volcó la sal de la vida en el Camino del Águila, caminito del actual Puerto Sherry. Allí vivieron también, con el tiempo, Javier Ruibal y Chano Domínguez. Allí gestó Manuel, junto a Mantero, Kiko Guerrero e Iñaki Egaña una música sensacional que impregnó a sus seguidores hasta la actualidad, grabada a fuego en conciertos extraordinarios y un par de discos memorables que mantienen su vigencia. Imán volvió a reunirse en septiembre de 2006, veinte años después de su primera reaparición fugaz, y dejó su impronta en numerosos festivales, réplicas de un pasado imposible. Hoy, como ayer, Imán prepara nuevos temas y graba su nuevo disco. Y Manuel, a caballo entre California y Andalucía, no deja de tocar y de cantar con aires sublimes y mentalidad sin fronteras. Esta noche interpretará composiciones de ayer y de hoy: piezas de Imán, temas de sus discos en solitario y acaso alguna sorpresa.
 
Agosto 09, Verano, Diario de Cádiz

miércoles, 19 de agosto de 2009

El Frac, censurado en Facinas

Al alcalde de Facinas no le gusta el rap. Cortó las rimas rebeldes de raíz. Sucedió el fin de semana pasado en la Feria de la pedanía tarifeña. La primera autoridad del pueblo, Andrés Trujillo, censuró personalmente la actuación de la Fundación de Raperos Atípicos de Cádiz (Frac). "Nunca nos había ocurrido algo parecido en más de sesenta conciertos", denuncia Juan Antonio Fernández "Washy", miembro del grupo de hip hop, que estos días presenta su nuevo disco. Cinco temas pudieron interpretar los músicos, hasta el titulado "Lo suyo es mangá", pieza que aborda con ironía y crítica mordaz las corruptelas políticas y ofrece un "manual para mangar con arte". "Desde la barra de la caseta municipal, el alcalde nos hizo gestos para abortar la actuación. No quisimos responderle desde el micro ni montar la bronca, así que cantamos otra canción y nos marchamos del escenario, pese a que la gente lo estaba pasando bien", agrega Washy. "Luego fuimos a pedirle explicaciones y nos dijo que él lo decidía todo y que la gente no estaba bailando, algo a todas luces incomprensible y peregrino. Es la primera vez que nos censuran. Eso al Frac no se le hace", concluye el dj gaditano.
El componente del combo de raperos, que combina el reggae, la música negra de todos los tiempos y el hip hop con letras audaces, fino humor gaditano e incluso guiños al carnaval, apunta que las cosas no comenzaron bien. "Durante las pruebas de sonido pedimos unas cervezas para calentar motores y nos mandaron al alcalde, quien sin tan siquiera mirarnos a la cara, con muy malas maneras, y unos pantalones rosas francamente horrorosos, nos dijo que el concierto lo pagaba la Diputación Provincial y que no nos invitaba ni a agua. Luego, cuando nos obligó a cortar la actuación pusimos por delante el contrato, que fijaba una hora y media de actuación, pero él nos indicó que íbamos a cobrar de todas maneras. Nosotros no cantamos sólo por dinero, queremos difundir nuestro mensaje y divertirnos con la gente".
El alcalde habría recibido presiones por parte de la "gente mayor" que se encontraba en la caseta, según aducen en ciertos foros de internet, donde se plasman críticas en do mayor al político facinero, perteneciente a las filas del PSOE, por su talante autoritario y su mal humor, por así decirlo. La Fundación de Raperos Atípicos ya tiene tema, y una nueva experiencia acumulada, para su colección de rimas tan reales como la vida misma.
Agosto 09, Verano, Diario de Cádiz

martes, 18 de agosto de 2009

Detenido en New Jersey un vagabundo llamado Bob Dylan

La noticia corre por los mentideros dylanescos. En Efe Eme la resumen de este modo:
"Sus seguidores lo saben, pues forma parte de la leyenda: Bob Dylan, en las ciudades por las que pasa, suele salir a caminar, generalmente "camuflado" para que no le reconozcan. Pero hace unas semanas el disfraz fue tan lejos –botas para la lluvia, pantalón de chándal, chubasquero cubriéndole la cabeza, barba–, que cuando paseaba por el Long Branch, en Nueva Jersey, un vecino se asustó al ver, bajo una intensa lluvia, a un viejo y desaliñado vagabundo con un comportamiento extravagante y errático. Así que alertó a la policía y acudió la agente de 22 años Kristie Buble, quien detuvo al vagabundo aunque éste se identificó como Bob Dylan, pero ella, una chica joven, no reconoció en ese señor al cantautor que recordaba por las fotos, así que no le creyó cuando le dijo quién era y que andaba buscando una casa en venta. Dylan explicó que estaba de gira con Willie Nelson y John Mellencap y que los autobuses en los que viajaban estaban aparcados frente al océano. Entre la incredulidad y la sospecha de que hubiera algo de cierto, acudió el sargento de la agente, miró al detenido que estaba en el coche policial y dijo que no, que ese tipo no era Bob Dylan. pero fueron al hotel en el que se alojaba, y frente al cual estaban estacionados los autobuses de los que había hablado y, sí, allí identificaron al detenido como Bob Dylan. Quien según la agente, en todo momento fue muy amable y decía comprender que tuvieran que identificarlo".
Increíble pero cierto. Como dice el texto, a Dylan le gusta ir de incógnito, aunque a veces lo haga de manera estrambótica, observen la foto de 2002, cuando retornó al festival de Newport con esas hechuras. Bob suele pasear por las ciudades donde recala, hay anécdotas muy jugosas. En Montevideo, el año pasado, salió en bicicleta disfrazado de mujer. En España hay casos surrealistas: el gran Joaquín Sabina, seguidor acérrimo del trovador, se encontró con éste en un semáforo de Madrid, hace veinte años, y no tuvo narices de saludarlo, se quedó estupefacto. Este plumilla, por citar otros ejemplos, se topó con Dylan en dos ocasiones: en Madrid 95, en la puerta del concierto, Dylan bajó de un coche y rodeó el recinto ataviado con una sudadera de color gris, lo tuve a un metro. En Mérida 93, bajaba el menda por una cuesta con dirección al teatro romano cuando de improvisó frenó un autobús enorme, de esos que tienen literas, moqueta y minibar, y descendió un tal Bob Dylan, enjuto, pequeñísimo, con vaqueros descoloridos y camiseta naranja, creo recordar, y un gorrito del que asomaba su pelambrera de estropajo. El tío realizó el mismo recorrido que este plumilla, sin que ambos mediásemos palabra alguna, no tuve cohone, hasta llegar a la puerta de los artistas, donde pude comprobar que la gente de seguridad no se creía que tenía ante sí al Artista, hola, buenas noches, soy Bob Dylan. Aro, aro, y yo soy Robert Redford ...

sábado, 15 de agosto de 2009

Woodstock, cambio de era

Sobre Woodstock hay tanto escrito que, a estas alturas, cuarenta años después, aún se perciben los efectos del célebre macrofestival de rock, se salvó de la quema de tópicos y frases hechas parte de la esencia del espíritu jipi que esos días murió a manos de la moda, devorado por sí mismo y por las circunstancias. En el 69, las circunstancias eran muchas y muy pesadas. El sexo libre, el amor a la naturaleza, la experimentación y posterior descontrol con las drogas, la vuelta al campo, las nuevas formas musicales que surgieron con trepidación, la liberación de costumbres, por no hablar de la libertad de expresión o la lucha por los derechos civiles, lo impregnaron todo. Gracias a la tele, claro. Fue el principio del fin, el adiós a una era en Estados Unidos y el comienzo de otra en Europa, y no digamos en España, donde germinó la semilla del rock de pelo largo.
Hoy, el tripi ha dado paso a la viagra, la melena a la corbata, la furgoneta al cuatro por cuatro, la revolución a la alopecia mental, la mochila a la barriga, paz, amor y el plus pal salón. Pero se mantiene la fascinación por la estela dejada por Woodstock. Semanas después de la llegada del hombre a la luna, un millón de hombres y mujeres cogieron un globo de tres días, con sus tres noches, al calor de una música sensacional (Jimi Hendrix, Janis Joplin, Crosby, Stills, Nash y Young, The Who, Jefferson Airplane, Santana, Grateful Dead ...) y en medio de un caos horroroso. La industria aprovecha la onomástica para editar deuvedés y discos con piezas extras, el negocio no cesa, ni se apaga la memoria. El tiempo viene a constatar que Woodstock no fue para tanto, hubo festivales mucho mejores antes y después que el de Bethel (Nueva York), pero ninguno con su poder catalizador, ni siquiera el festival para Bangladesh, el primer concierto benéfico, donde tocaron las primeras figuras que se ausentaron de Woodstock (Bob Dylan, George Harrison, Eric Clapton, Ringo Starr, Billy Preston, Ravi Shankar).
El fin de la contracultura ya se había escenificado un año antes en San Francisco, ciudad invadida por jipis de verdad y jipis de pacotilla, engullida por la sensación del momento. La escena se desvirtuó y enterraron al jipismo como a una sardina. Pero no pudieron evitar el contagio del resto del mundo, que se demoró en este país y hubo de esperar al llamado tardo-jipismo. La Base de Rota ejerció de dinamizador, por ahí se introdujo la música anglosajona. En Cádiz, nadie conocía aún Los Caños de Meca, claro, pero circulaban los primeros melenudos. En el templete de la plaza de Mina se celebraban conciertos improvisados, entre efluvios de libertad controlada, y crecía el rock progresivo a la par que nacía el rock andaluz. En Cádiz surgía Simun, el grupo de Nono Ábalos y Tony Reguera, que marcó una época, como Los Solos de los Gil Pinedo y Kiko Guerrero en Jerez. Grandes bandas influenciadas por el blues rock y los nuevos sonidos, que llegaban a tropel: con el cambio de década confluyeron estilos diversos, la psicodelia posterior al triunfo de los Beatles y el ritmo y blues relanzado por los Stones abrían ventanas al heavy metal, el jazz rock, el rock sinfónico, el folk intimista, los ritmos latinos, y el country rock, entre otros. Las enciclopedias hablan por sí solas, nunca coincidieron en el tiempo tantos músicos de postín, nacidos todos a la vera de la Segunda Guerra.
Reguera, hoy dedicado a sus guitarras y sus chistes surrealistas, maestro del absurdo gaditano, tenía diecinueve años en el 69. Los Simun soplaban con fuerza junto a los barceloneses Máquina o los sevillanos Smash, creadores del flamenco-rock. Reguera no estuvo en Woodstock, aunque seguro que había algún gaditano, pero sí presenció el concierto el sevillano Gualberto, músico de tronío, precisamente de los Smash. Gualberto vivió por la zona y conoció a Jimi Hendrix y Bob Dylan, cuenta la leyenda, y estuvo a punto de tocar con los Jefferson Airplane.
Los jipis, por cierto, conocieron el paraíso terrenal a finales de los sesenta y en la posterior década, en Marruecos, así que la provincia gaditana se convertía en ocasiones en lugar de parada y fonda. Dicen que Jimi Hendrix visitó Castellar de la Frontera, aunque no hay constancia de ello. Y John Lennon y Yoko Ono se casaron en Gibraltar en el 70, certificando la defunción de los Beatles. A propósito de esquelas, los sesenta murieron con más veras a inicios de los setenta, con las vidas truncadas de Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison.
Los festivales de rock no se implantarían hasta mediados de los años setenta en España, Andalucía vivió una eclosión musical jamás vista. Salvo la excepción de mediados de los sesenta, cuando en Cádiz se constituyó la primera generación de rockeros. Los yeyés cedieron el testigo a los jipis y otras tribus urbanas. El primerizo rock andaluz procedía directamente de los sonidos heredados de Woodstock y otros festivales. Antes de Triana, Imán, Cai y demás, Nono Ábalos, gran músico que cantaba mientras tocaba la batería, toda una hazaña en su tiempo sólo al alcance de Levon Helm y pocos más, compartió una breve estancia en Los Bravos con Iñaki Egaña y Jesús de la Rosa. Ahí es nada. Ahí comenzó todo. De nuevo.
Los recuerdos del tardojpismo, que en Cádiz disfrutó de su máximo esplendor entre el 77 y el 81, se fijan en festivales por todas partes: Cádiz, Puerto Real, Chiclana, El Puerto, Bornos y Jerez, donde el último Luna Llena se pareció demasiado al festival de Woodstock. Ahí acabó todo. Y comenzó otra era.

Agosto 09, Verano, Diario de Cádiz

jueves, 13 de agosto de 2009

Paraíso ahora

Las Delicias, El Bosco


Ahora o nunca. Preguntan por ahí sobre el paraíso, y contestan lo típico, lo inalcanzable, chorradas tropicales.
Paraíso ahora, una exquisita y significativa canción del cantautor Pablo Guerrero. Me quedo con la copla, en versión de Javier Ruibal.
Tu cabeza está llena de bicicletas blancas,
tu corazón un tren desbocado y oscuro.
Por tus venas galopan caballos alarmados.
Amas el sol y el riesgo, el fuego y el futuro.
Islas hay en el tiempo donde vivir querrías
y pueblos donde son las tareas comunes.
En la escuela se aprende a manejar cometas
y a vivir que es lo mismo lo mío que lo tuyo.
Y sales a la calle y la ciudad te niega,
y dos y dos son cuatro y mañana hace frío
y hay una chimenea debajo de tu cama
y alguien dictando normas dentro de tu bolsillo.
Y en la pared escribes tu granada de sueños,
tu estallido de nuevos horizontes auroras.
Y tu imaginación contra la gris costumbre
pide la vida es nuestra, paraíso ahora.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Morenatti, herido en Afganistán

Maldita guerra. Maldita "paz duradera". Putos amos de la guerra. El fotógrafo jerezano Emilio Morenatti ha resultado herido en Afganistán. Le han amputado un pie. Morenatti y un compañero de televisión viajaban empotrados en un convoy militar que fue atacado con un explosivo improvisado colocado en la carretera. El prestigioso reportero gráfico, que ha cosechado numerosos galardones en los últimos años merced a su talento y sensibilidad, está fuera de peligro, según las primeras informaciones.
Mientras tanto, al sol de la impunidad, el Bigotes Mentiroso se pasea por la playa con sus abdominales de chocolate, dos mil abdominales al día, uno por cada muerto en Afganistán y en Irak. Siempre en busca de las armas de destrucción masiva, claro. Por cierto, Zapatero ganó votos saliendo de una guerra, a este paso los va a perder por el camino de otras guerras. Tramposos.
Morenatti, último mohicano de la prensa de verdad, la que no se esconde, la que cuenta las cosas como las ve, la que no se vende al mejor postor ni se arrima el poder, sino al centro de la acción y al corazón del desprotegido. Salud, Morenatti.

Bob Dylan, por villancicos

Por el camino que lleva a Belén, el trovador que cambió la faz de la tierra del rock no deja de sorprender a sus correligionarios. Bob Dylan ha grabado un disco de villancicos. Como suena. La prestigiosa revista musical Billboard ha confirmado la existencia de un álbum navideño que ha registrado recientemente el cantante estadounidense en el estudio de Jackson Browne, en Santa Monica, California. La fecha de publicación se mantiene en vilo, pero han trascendido algunos títulos como "I'll be home for Christmas", "Must be Santa", "O little town of Bethlehem" o "Here comes Santa Claus".
El asunto ha causado conmoción en las numerosas webs para devotos de Dylan, que recuerdan la conversión al cristianismo del artista de origen judío, a finales de los años setenta, que se tradujo en una trilogía discográfica y sendas giras controvertidas. Más tarde, en 1997, Dylan cantó ante el Papa Woytila, en una reunión de jóvenes cristianos, e inclusó besó la mano del Pontífice.
Aun así, los discos navideños por parte de cantantes o grupos consagrados suele ser tradición en los Estados Unidos. Los mismísimos Elvis Presley y Frank Sinatra obtuvieron éxitos en el género, y hasta Bruce Springsteen y otros rockeros felicitaron así a sus admiradores. Gran manera de aprovechar la rentabilidad del espíritu navideño. Beach Boys, Jethro Tull, Lynyrd Skynyrd, Johnny Cash y todo el mundo country, Canned Heat, BB King, Lennon y McCartney, los punkies Ramones y Sex Pistols y los líderes de los contemporáneos Coldplay y Radiohead, entre otros, han tocado alguna vez El Tamborilero o similar.
Desde que actuó en el estadio de Chapín en Jerez, hace un año, Dylan ha continuado su "gira interminable" y editado un nuevo álbum en estudio, en permanente movimiento y siempre de actualidad en mentideros y publicaciones musicales, que hace unas semanas especulaban sobre la posibilidad de un encuentro entre Bob Dylan y Paul Mc Cartney, vecinos en California, quienes estarían dispuestos a grabar algunas canciones al alimón.

Agosto 09, Cultura, Diario de Cádiz

martes, 11 de agosto de 2009

Una caló de justicia


Si la gente defendiera sus derechos igual que defiende sus colores, otro aire respiraríamos en este rincón del mundo. Fétido ambiente. Irrespirable. Eso pasa por vivir por encima de las posibidades, en lo alto de la colina de los locos por el dinero. Con la caló, el olor se antoja nauseabundo: políticos a la gresca continua, enemigos íntimos, jueces, fiscales, policías, la leche en vinagre. Y la muerte de un futbolista. Velas al suelo. Gritos al cielo. Show visceral.
La dignidad se siente amenazada, espiada, maltratada, esposada. El padre de la niña que no tenía edad para mentir habla de la calidad de la democracia, mira tú qué gracia, y de los derechos humanos, de Torquemada, con el tostón que hace, y de unos cuantos pobres ricos atados a su pasado reciente. Juicios para lelos. Bandidos de cinco estrellas, Ni en agosto nos dejan en paz: no saben ni ponerse de acuerdo, pagamos caro su humor, salen muy poco económicas sus bromas, sus hostilidades y sus pactos, léanse las manitas que hacen los eternos adversarios en el norte del infierno de sus propias debilidades. Las bombas suenan a campanas de revancha, a paso atrás, huida hacia adelante y mezquindad. Las palabras también suenan mal.
Por cierto, ya que denuncian corruptelas y conspiraciones, ¿qué fue del caso Malaya? Malaya significaba de Málaga a Ayamonte. Largaron al juez, entretuvieron al personal con las andanzas de Cachulín y cía, y colgaron un tupido velo. Entonces no importaba que esos malandrines salieran escopteaos de comisaría con las manos esposadas, todavía hay clases.
Al pairo nos traen los dimes y diretes de esta clase sin clase. Salvando las distancias, y la gente que queda con honestidad, las noticias huelen mal, a mafia calabresa, produce mucha vergüenza, y también risa floja, asistir al espectáculo infinito del poder del dinero. Todo muy oscuro, aunque también muy clarito. La financiación ilegal de las costumbres españolas, segunda parte.
Por lo demás, la susodicha caló, y el viento de Levante acechante, que espera agazapado, ná más que traen pensamientos paradójicos, según si sales o si entras al aire acondicionao, cuidao con el abominable hombre de las nieves, marqués de Kelvinator, un peligro público.

Marujita se sale del tiesto

"¿Quién es María Benítez? ¡Qué arte tiene!". Respuesta inmediata: "La hija de Toñi Perdigones, la cantante de Marujita, ¿no lo sabes ya?" Conversación de bornichos en la blogosfera. Habituados a la emigración, y a la fusión de culturas y pareceres, a nadie extraña en Bornos que María esté triunfando en Marujita, la ecléctica banda que sólo tiene una cosa fea: el nombre. Quizá no sea tan feo, es que recuerda a una friki con los ojos como platillos volantes. Marujita, el grupo, pase por la Piel de Toro su primer disco con garbo y poderío, más de treinta actuacionea adornan la trayectoria del combo especializado en el "todo vale". Flamenquito, folk americano, rock andaluz, ritmos latinos, música transversal que tiene su punto. Marujita, el grupo, alcanzó su mayoría de edad en el reciente festival Lago de Bornos, al coincidir en el escenario con el mítico Thijs Van Leer, líder de Focus, con quien ya tocaron horas antes en el almuerzo de bienvenida.
Bajo la batuta de Josep Vilagut, guitarrista y productor, la amplia y variopinta banda firma un disco muy interesante que ha captado la atención de la escena musical hispana, tan necesitada de caras nuevas. Amén del instrumental habitual, Marujita emplea mandolinas, dobros, banjos, que imprimen un sello muy especial al sonido, ya de por sí abierto a estilos y cambios de humor. La rumba preside los días alegres, claro está, pero Marujita se atreve con sones más oscuros, denuncias medioambientales, guiños al pobre inmigrante y hasta toques de música disco. Todo vale, todo parece encajar. La piel, los tientos de la araña, la luna y el lorenzo, las luces y las sombras. María, la bornicha, y unos catalanes muy flamencos, listos para comerse el mundo.
Agosto 09, Cultura, Diario de Cádiz

lunes, 10 de agosto de 2009

Serrat y mil más dan la cara por Afanas

Serrat y más de mil gaditanos participarán en el almanaque solidario de Afanas. Benito Santos, el inefable policía de barrio y coordinador del proyecto, no puede parar de trabajar de forma altruista. Convoca a la gente, cita a los alumnos, llama a los familiares, escribe crónicas acerca de lo sucedido y se desvive por mejorar la calidad de vida de los enfermos mentales y sus círculos cercanos. La idea se pone en escena en las escalinatas de la Catedral de Cádiz, Joan Manuel Serrat ni se lo pensó, ahi quedó, inmortalizado junto a los entusiasmados chavales y sus alucinados padres, antes de abrir los conciertos para la libertad. Serrat encabeza un elenco casi infinito de personas relacionadas con una docena de actividades, pilares básicos de la sociedad gaditana. Movilizar a tanta gente en Cádiz se antoja un milagro, y ponerlas de acuerdo, una odisea, y no echarlas a pelear sino todo lo contrario, un detalle digno de alabanza. La desidia y el conformismo aparcan en doble fila a la caída del sol, pero la solidaridad a veces gana la partida. Benito Santos, junto al fotógrafo gaditano Cata Zambrano y el gerente de Afanas, José Luis Torrejón, tienen el cielo (de Cádiz) ganado.
Doce retratos de familia compondrán el calendario especial de Afanas. Doce grupos que de forma altruista representarán a sectores como la hostelería, la justicia, la política, la seguridad, la sanidad, los medios de comunicación, la iglesia, la cultura o el deporte. Sus nombres, todos ellos muy conocidos en ámbitos sociales de la ciudad pero anónimos a la hora de mirar al pajarito, responden a la llamada para recaudar fondos y así paliar la escasez que sufren entidades no gubernamentales tan sobresalientes e ncansables como Afanas.
Con cada almanaque se entregará un deuvedé a modo de documental sobre el rodaje, elaborado por Onda Cádiz Tv, que ha acompañado en todo momento a Benito y los suyos. Benito, que ejerce de guardia de barrio, poli de cercanía, en el emblemático barrio de Santa María, y que ha aparecido ya numerosas veces en la tele, hizo las labores de reportero, al otro lado de la noticia, y entrevistó a los chavales con todo el arte del mundo. Para más inri, la banda sonora del deuvedé correrá a cargo de un grupo de rock, Alan Nepa, compuesto exclusivamente por polis locales. Suena raro. Suena diferente, como la iniciativa de Benito y compañía, que han resucitado a las fuerzas vivas de Cádiz, si es que aún quedan fuerzas vivas en la ciudad del pasado por venir.
Cuentan que Serrat se mostró exquisito, atento y cariñoso con los chavales de Afanas y sus padres. Dicen que Benito Santos apenas ha recibido negativas, si acaso las del destino, para lograr su cometido: ha juntado a "todo" Cádiz por derecho, sin embaucar a nade, sin prometer nada a cambio, con el corazón libre.
Benito podrá escribir mil crónicas acerca de las aventuras en torno a las doce fotos del año próximo. En el apartado de medios de comunicación, por citar un ejemplo, reunió a Melchor Mateo, Nuria Agrafojo, Kiki, Carlos Ordóñez, Miriam Peralta, Juan Manzorro y el presidente de la Prensa, Fernando Santiago, pero tuvo el detalle de invitar a una vendedora de diarios y revistas, Carmen Massa, de la papelería El Pópulo.
La cultura que se fotografió alrededor del gran Joan Manuel Serrat tenía nombres de arqueóloga, Esther Esteban; director del Museo, Juan Alonso de la Sierra; directivo de la asociación de autores de Carnaval, Miguel Villanueva; presidente del Ateneo, Ignacio Moreno, amén del pintor Juan Isaac, el escultor José Hermida, el arquitecto José Ángel González y el librero Pedro Rivera, de Quorum. Arte puro sin trincar.

Agosto 09, Cádiz, Diario de Cádiz

sábado, 8 de agosto de 2009

Spanish stroll por Willy Deville

Murió un bohemio del rock. Willy Deville, 55 años, cáncer de pancreas. Suenan las castañuelas de Spanish Stroll, y el ritmo machacón y encantador de Cadillac Walk. Demasiado corazón. Rosita se llevó su carro, su radio, su televisión, su vida, siempre pendiente de un hilo en el lado más salvaje de la ciudad de Nueva York. Escena neoyorquina de finales de los setenta, punk y rock a porfía. Mink Deville nada tenían que ver con Television, Blonde o Ramones. Ritmo y blues, soul, rock & roll original y chulesco que luego flirteó con el twist latino, los ritmos calientes y hasta los sones de los indios americanos. Inquieto e investigador, Willy Deville firmó varios discos maravillosos con su banda, en especial el primero, Cabretta, y luego llegó a triunfar en solitario merced a su toque hispano. Y a su versión del Hey Joe de Jimi Hendrix, muy distinta a la de Patti Smith. Se marchó a París, donde encontró a la pálida. Dejó la heroína con el cambio de siglo, o la heroína lo dejó a él. El 22 de julio de 1993 actuó en la plaza de toros de Algeciras. Estuvo inmenso, pese al escaso público. Tocó todos sus éxitos. Baile en la arena. Sangre a borbotones. Un arte exclusivo.

Lantánidos, a tres minutos de la gloria

Vaya elementos. "Nos conformamos con que el sábado vayan a vernos 50.000 personas, más o menos", bromea Alberto Rodway, bajista de Los Lantánidos, la banda que hoy protagoniza el único concierto rockero de "Tu noche de verano" en Puerto Real, otrora santuario rockero del estío y hoy francamente canino. En desigual competencia contra Bisbal, símbolo de la caída en desgracia de la música verdadera a manos del siniestro laboratorio de cantantes, el grupo pop-rockero accede a la cartelera de las noches bajo la luna con otra maqueta rompedora: la primera le otorgó el premio del concurso de la Diputación del año pasado. "A tres minutos de la gloria", uno de sus temas, invita a reflexionar sobre el éxito. "Ahora mismo vender discos y vivir de la música parece casi imposible", sugiere Rodway. "Muchos grupos han de alquiler los locales para actuar, bastantes artistas nacionales trabajan en otra cosa y dedican los fines de semana a la música. Nosotros hacemos lo que nos gusta, y no componemos pensando en lo que la gente quiere escuchar. Unos trabajamos, otros estudiamos, y otros estamos en paro".
Óscar, el cantante, coquetetó con la canción de autor y el rock. El bajista Alberto se inició en la Escuela de Músicas Moderna de la UCA y viene de los Homeless, como Francisco Javier, que comparte labores de guitarra con Efrain, tocado por la psicodelia o el rock duro. Javier, el batería, arrastra killómetros de ritmo en las filas de orquestas de baile. De todo un poco, como los estilos dispares que confluyen en la fórmula mágica de Los Lantánidos, que pueden llegar a ser duros y tiernos, irónicos y amantes del psicodrama. No en vano, la banda abarca casi toda una generación, sus miembros han cumplido ya entre los 23 y 36 años y sus gustos abarcan, nunca aprietan. Puro pop poderoso de alta escuela, rock contundente, letras de calidad que dicen cosas, a veces simples, a veces escabrosas. Consecuencias de un sistema democrático basado en la confianza mutua y el libre albedrío. "Es complicado, pero escribimos tres de los cinco elementos y al final siempre llegamos a un consenso. No tenemos líderes, hacemos cada uno lo que nos da la gana". Sus canciones ya han encandilado a oyentes remotos, merced al myspace, y han requerido sus servicios desde la Fnac de Barcelona, lástima que no se dieron los condicionantes logísticos. Por así decirlo. Habrá más oportunidades. Alberto cree que los nuevos medios de comunicación de hoy, tan potentes como dispersos, abren algunas puertas, "pero se hace difícil destacar, pues todo parece fragmentado, se necesita un empujón en un medio de masas para hacer oír tu voz, o tal vez un golpe de suerte". A tres munutos de la gloria. Ellos mismos se ríen del triunfo fugaz y retan a los dioses del olimpo con algunas bromitas de buen gusto: No perderse la guasa que emplean en sus autopromociones. Ni la impecable factura de su repertorio.
 
Agosto 09, Verano, Diario de Cádiz

jueves, 6 de agosto de 2009

Pepe Delgado vuelve a El Puerto con su Reunión de Blues

El guitarrista portuense Pepe Delgado, afincado en Sevilla con su particular e inconfundible Reunión del Blues, retorna esta noche a El Puerto. Toca en El Loco de la Ribera a partir de las diez de la noche. Excelente oportunidad para conocer de primera mano el tercer disco del grupo, "Swing, sudor y baladas", que se presentará oficialmente el sábado en el Festival de Blues de Linares y el domingo en La Línea. El joven brillante y estudioso músico, amante del blues puro y duro, presentará su versión eléctrica, aunque en el nuevo álbum combina formatos acústicos con swing, jazz y medios tempos. Si en sus trabajos abundan temas de composición propia, en sus directos lucen también guiños a los grandes del blues y de la música negra. No en vano, Delagado y los suyos no dejan de beber de las raíces y de evolucionar con el tiempo y el viento, no siempre favorables.
El tercer disco de Pepe Delgado y la Reunión del Blues viene editado por la asociación onubense Música Fundamental. Pepe, que va y viene como el blues del delta, no oculta su desazón ante la situación musical de su ciudad natal, El Puerto de Santa María. "La situación es patética, vamos hacia atrás", remarca. "Los músicos de aquí nunca tuvimos apoyos ni medios para aprender y desarrolarnos. Por suerte, me fui a estudiar a Sevilla y allí pude aprovechar la oportunidad, pero en El Puerto, los músicos de aquí, pese al nuevo teatro, tienen que conformarse con los bares o ni siquiera éso. El Ayuntamiento trae a artistas poco conocidos hasta en su país de origen, programa ciclos musicales en el nuevo teatro sin contar con los grupos de la tierra. Para ellos, los músicos de El Puerto no somos tan buenos como los de fuera".
Para colmo, la ley del silencio, que prohíbe la música en directo en locales sin licencia para ello, "sin dar opción a regularizarse a una ordenanza que cada ayuntamiento aplica a su manera", convive con ciertos agravios comparativos. Pepe Delgado participó en la manifestación convocada por Salvemos el Directo, cuya voz no ha sido escuchada por los munícipes, y defiende la música en directo como factor determinante en el crecimiento del artista y en el derecho de su público a conocer sus vías de expresión. Pero pregunta en voz alta "qué se puede esperar de un Ayuntamiento que tiene por bandera el catetismo ilustrado, sea el que sea quien ostente el poder". Remata Delgado que "parece que hay una regla no escrita por la cual ningún músico portuense puede actuar en el teatro Pedro Muñoz Seca". El guitarrista critica en defensa propia.
Autodidacta, lector impenitente, que desde chico se adentró en el blues a través de Led Zeppelin y Jimi Hendrix, Delgado ya es un personaje fundamental en el blues sevillano, asiduo componente de improvisadas jam sessions, impulsor del género en constante evolución pero fijado a la rica tradición. Fue a parar el músico portuense a la tierra donde flamenco y blues confluyeron a finales de los años sesenta merced a Smash, y luego nunca dejaron de hablarse. Pepe se acompaña en directo de su inseparable Fernando Cañas, con quien comparte aventuras desde la guardería infantil, y otros músicos de postín como Julio Colín, Manuel Márquez y Manuel de Arcos. Blues desde Andalucía.

Agosto 09, Verano, Diario de Cádiz

miércoles, 5 de agosto de 2009

Bruce, en la playa de La Concha


Bruce Springsteen ha vuelto a San Sebastián, como prometió, y el Diario Vasco publica una extensa y simpática colección de fotos. Bruce, en la playa. Observen las hechuras del gachó. Bruce, manteando a Roy Bittan. Bruce, de compras por el casco viejo con su familia. Y retratos de Van Zandt y Clemmons. Parece que la gente alucinó a su paso y saludó enfervorizada al rockero. El Boss concluye su gira española con más luces que sombras. Capaz de desafiar a su propia edad, como escribe alguien por ahí, arrasó en la mayoría de sus conciertos. Pese al sonido de Sevilla o el caos de Santiago, quedémonos con esa demostración de talento y energía, con las vibrantes tres horas de rocanrol acumuladas. En octubre, en Nueva York, revisará el Born to Run al completo, en una serie de conciertos especiales. Tal vez hayamos visto por última vez a la Banda de la Calle E. Que nos quiten lo bailao.

Quique González graba en Nashville

Por su cuenta y riesgo, Quique González ha grabado su nuevo disco en la cuna del country y del rocanrol blanco, Nashville. De categoría. El músico madrileño quiere editar el álbum en octubre, pero ha roto con su discográfica y navega de nuevo en solitario. En la entrevista que publica Efe Eme ( http://www.efeeme.com/revista/revista_ficha.aspx?id=5004&ids=2) explica los pormenores y deja caer la siguiente denuncia:
"Las compañías están intentado imponer una política nueva por la que piden un tanto por ciento a los artistas de las actuaciones en directo, y yo no sé si estoy entre la vieja escuela y la nueva generación, pero pienso que no se pueden cambiar las condiciones unilateralmente porque sí. Creo que hay que buscar otra forma de compensar, entiendo que están pasando un momento muy difícil, pero realmente yo no nunca he vivido de vender discos y soy un tío que el noventa por ciento de las veces voy "a empresa"; es decir, alquilo el sitio para tocar y me juego yo el dinero. Así que no veo una razón por la que les tenga que dar nada de eso, porque ellos no se suben en la furgoneta ni van al concierto. Tampoco quiero quedar otra vez como el rebelde y el que siempre está ahí, porque tampoco me he peleado con ellos. Entiendo sus dificultades, he intentado encajar en ellas, buscar una solución, pero ellos quieren instaurar esa política y a mí me parece un impuesto revolucionario".
Yo defiendo lo mío. Siempre lo he hecho, mientras he estado en DRO he estado muy a gusto, sobre todo por David Bonilla y por mucha gente que trabaja allí y que me cae muy bien, pero, realmente, no firmo eso por salud mental. No quiero levantarme un sábado para ir a tocar a La Coruña y pensar que estoy trabajando para otros. Si firmo eso, estoy trabajando para ellos.
No, no me he ido de mal rollo, en absoluto, yo lo entiendo como diría Al Pacino, "son sólo negocios, no es nada personal". Tampoco es para tanto, ni quiero dar esa imagen ni quiero que se hable de mí por estas cosas. Lo que hago es para protegerme a mí, para proteger a la gente que va conmigo y para proteger a mis canciones".

25 años de Dylan en España (Sevilla 91)

Corrían tiempos de sequía, también en la mente de Dylan. Fastos previos a la Expo de Sevilla. Leyendas de la guitarra, macrofestival de una semana, a razón de un concierto cada noche, con posterior retransmisión en diferido por la tele. En calidad de vocalista, Dylan cayó en uno de los carteles más flojos y eclécticos, junto al gran Keith Richards, Jack Bruce y Phil Manzanera, es decir, Rolling Stones, Cream y Roxy Music. Al trovador no le motivó el asunto, vino desganado, estuvo ausente casi todo el recital, aunque interpretó alguna joya en solitario, otras acompañadoc por Chris Thompson y luego se escondió en la banda de "all stars", en la traca final de rocanrol. Decepcionante para muchos, enigmático para otros, Dylan dividió al personal, como casi siempre. La gente esperaba mucho más que varias piezas tradicionales, las botas de cuero español y el paseo por la atalaya. Y pateó fuerte en señal de protesta. La actuación más extraña de Dylan en España. Errático, ensimismado y con camisa aflamencada, Dylan apenas ensayó con el grupo, se trajo cuarenta armónicas, se hizo una foto en un tejado de la capital hispalense y poco más. Para colmo, Miguel Bosé, que ejercía de coordinador del festival, se atrevió a cantar "Sevilla", con un hortera cuerpo de baile, y fue literalmente expulsado del escenario. Mejor dicho, se ocultó entre las coristas. Keith Richards se salvó de la quema.

17 de octubre de 1991

All along the watchtower
Boots of spanish leather
Along the borderline
Answer me
Shake rattle & roll (con Keith Richards)
Can't turn you loose (con toda la banda)

martes, 4 de agosto de 2009

La joya de la feria del disco

El primer elepé de Cai, a precio de oro, mientras la banda prepara nuevos temas; Imán graba su tercer álbum
 
 Ciento cincuenta euros por el primer elepé de Cai, "Más allá de nuestras mentes diminutas". El vendedor ambulante de discos, raro especímen que el pasado fin de semana expuso su colección a la sombra de la playa victoriana, te ofrece cincuenta euros por tu copia añeja del mítico álbum de la banda gaditana. Ajuste la cuenta. El mandamás de la feria del coleccionismo, más bien del disco usado y del long play flay may a poquitas revoluciones ganadas, practica el trato amable y las tácticas comcerciales más sofisticadas. "No me distraiga al cliente, por favor", espeta a un tío que pretende convidar a café a otro raro aficionado a la música enlatada. "Yo que usted me llevaba los tres, no sabría decir cuál es mejor, aproveche, oiga, no los encontrará a este precio", tercia cuando se enfrenta a la discografía de Traffic. Luego pone un poco de rock duro, para animar el cotarro, mientras las paredes evocan discos piratas de Bruce Springsteen, que seguramente suenen mejor que su concierto en el ingobernable estadio de la Cartuja. De pronto, alguien descubre un disco de Los Canarios, y el disquero, ojo avizor, siempre al loro, comenta en voz alta: "Hombre, Los Canarios, pedazo de disco, "Ciclos", el único que Teddy Bautista ha consentido que se edite en compacto". Al instante, sorprende a un visitante que no ha pagado la entrada, un euro por mirar entre los cajones, y le riñe en público, con todo el arte del mundo. El tipo es capaz de regatearse a sí mismo, y de acertar los deseos del prójimo en su mirada. ¡150 euros por el primer disco de Cai! El resucitado grupo gaditano, que cuenta en sus filas con los originales Fopiani, Delgado y El Niño, ya ha colgado varias canciones nuevas en internet, amén de multitud de grabaciones de conciertos. Su primer disco ya fue reeditado el cedé por ellos mismos, en un magnífico doble disco con rarezas y el título original remasterizado por Chano Domínguez. En septiembre, Cai participará en un macrofestival en Denia, y compartirá cartel con bandas legendarias como Wishbone Ash y Barclay James Harvest, a quienes seguramente se les respetará y cuidará más en su tierra natal. Otro mito del rock andaluz, Imán Califato Independiente, se encuentra grabando su flamante disco, el tercero de estudio, el primero en casi treinta años, para regocijo de sus fieles seguidores.
En el corazón de la feria del disco reinan los elepés de los años setenta, auténticas joyas que la gente devora con ansia. La muestra no destaca por su riqueza, ha bajado el nivel de forma evidente, la industria discográfica anda bajo mínimos, pero algo hay. Pocos discos no oficiales, lagunas junto a detalles de calidad, y precios asequibles. Ole qué precios.

lunes, 3 de agosto de 2009

A huevo

Prensa y propaganda. Mala prensa y publicidad aerostática. Corazón y la cartera. Curiosa manera de tratar a la gente en tiempos de presunta crisis. Ole qué precios. Bajan los precios del danone, cuelgan los precios en las esquinitas del televisor, lo nunca visto. Al carajo el lujo. En las páginas amarillentas se empecinan en vendernos las estancias de lujo, los perfumes que usan los ricos, el caviar y los yates, pero en los anuncios suena la surrealidad, la cancioncilla de marras, la reiteración de la alegría fingida, ya lo sabía, dice el banco fullero. Si ya lo sabía, ¿por qué no lo avisó? Ahora los avisos llegan edulcorados, melodías de andar por casa, grupos de gente celebrando el fracaso, óperas populares para primos, la puta creatividad al servicio del parné. No trabajamos para otras marcas. Siempre fue igual. Donde caben dos, caben tres, me pone nervioso ese anuncio. Por cierto, una duda, ¿hay tanta gente que no puede obrar? Lo digo porque en cada sobremesa surgen las ofertas pa ir al cuarto-baño. Ejem. Hay anuncios buenísimos, claro, como antes vendían canciones buenísimas. Hoy las canciones sirven de cachondeo, y los artistas, de cotilleo, a lo sumo. La prensa del corazón se come el pastel con la complicidad de la prensa seria. Va comiendo terreno. Ya se cuela hasta en los entierros. Viva la vida. La vida inundada de chismorreo, canalleo inmundo, No se puede hacer más daño. Pronto volveremos a las andadas. Entre anuncio y anuncio, un programita en directo, hola, señora, ¿cómo está la tortilla?, unas recetas infalibles, dos o tres incendios, qué pena del valle del Tiétar, gran canallada del verano. Carreras de caballos en la playa, apuestas al sol, el sol apuesta por el futuro, como los políticos que pujan por su futuro, la vida en rosa furcia, todo parece ronda en torno al corazón, un ataque de corazón, nadie es alguien si no aparece en la tómbola del corazón. Por ventura, la gente es libre de vivir su propia vida y de cantar las canciones que vengan a cuento. A cuenta de nada. En los coches, por ejemplo, aún reina la música, recurso de elección personal, no poner la radio para respirar libertad. La radio encarceló a la música hace tiempo. Los demás medios, tres cuartos de lo mismo. Da coraje ver cómo se amplifican las mediocridades y se silencian las obras de arte, si volvemos a la publicidad entenderemos esta circunstancia. Pronto aplaudirán por encargo.

sábado, 1 de agosto de 2009

El ritmo de la emancipación (La Isla del Blues)

A los gatos siempre les gustó el blues. Música rural negra nacida al sur de la América profunda. Miseria, alcoholismo o emigración. Del esclavismo a los guettos de las ciudades industriales. Crisol de culturas en las plantaciones de algodón, tabaco y maní. La segregación creó el blues. Bailes, cantos de trabajo, espirituales, baladas mestizas. Indios, europeos, africanos en la frontera del 1900. Doce compases, el alma en vilo, mensajes repetitivos, la individualidad y el grito común, hasta la presunta libertad de movimientos y de expresión. El descubrimiento del blues por parte del hombre blanco trajo consigo la revolución del rock, allá por los años 50 y 60 del siglo pasado. El mismísimo Muddy Waters, símbolo del artista hecho a sí mismo desde la plantación hasta el hotel de cinco estrellas, ascensión y caída del juglar negro, agradeció a los Rolling Stones, y a todos los solistas y grupos blancos que emplearon el blues como pilar de su música, que devolvieran el género a la actualidad y rescatasen a sus protagonistas de la nueva miseria. Ricos y pobres, blancos y negros, campesinos y urbanitas, mano de obra, al fin y al cabo, que cuando canta y rasguea la guitarra su mal espanta. Ni que decir tiene que el blues, como el flamenco, apenas suena ya a blues, poco o nada tiene que ver con sus raíces originales. Pero lo tocan en todo el mundo revestido de hechuras y tradiciones dispares. La considerada "música del diablo" se emparenta directamente con el jazz, el rock y ahora el hip hop.
En la Bahía de Cádiz, al frente de Blueshow, el irreductible José Peinado organiza cada año, doce años más uno, el festival Isla del Blues, una auténtica isla en el desierto de la música eléctrica veraniega. Su ojo clínico no falla; suele traer figuras de indudable calidad, unas de prestigio sobrado y otras con brillantes trayectorias por delante. Este año llegan dos exponentes del blues rock britániico, de la escuela que precisamente reconquistó el terreno perdido por el blues y lo alzó a la cúspide del rock, la psicodelia y los géneros que confluyeron en los años decisivos de la música popular.
No sólo de ritmos africanos se nutrió el blues en sus primeros tiempos, hace una docena de décadas. Los pirmeros bluesmen, los songsters, ejercían las música ambulante en los centros de trabajo del sur de los Estados Unidos, incluso antes de la llegada de las guitarras, que no se produjeron hasta la guerra de Cuba, cuando los soldados negros trajeron tan fantásticos instrumentos desde el país caribeño. Hasta entonces, primaban el rudimentario banjo africano y el violín. Las tonadas anglo-irlandesas y los sones del continente negro se fundían en un canto amargo y liberador, amén de algunas baladas hispanas o piezas afrancesadas. Todo ello en cautividad, claro, en las plantaciones donde germinó la música del siglo veinte y venideros. Los años de la progresiva emancipación acenturaron el poder de atracción y fijaron el inconfundible estilo, cuya primera grabación data del año 1923. La incipiente industria discográfica le vio color al blues, nunca mejor dicho, y programó numerosas expediciones al sur de los Usa en busca de nuevos talentos y figuras rentables de cara a vender los discos de música negra. Otro modo de esclavitud, en principio, que en pocos años cambió la vida de un montón de artistas de la calle, llenó los bolsillos de los emprendedores más agresivos y astutos y abrió la mente al público. Poco antes de que el rock moviera el esqueleto del planeta.
Del Delta del Mississipi a Chicago, pasando por Memphis, constituye la cuna del blues, y a su paso susbsisten un buen número de lugares de peregrinaje, turismo cultural que se llama ahora, donde rendir tributo a los grandes y fomentar la cultura de la tierra. Las universidades americanas imparten nociones de blues, la discoteca del Comgreso nada sería sin blues y las películas perderían color y sabor sin ese ritmo triste y contagioso en constante evolución, el padre de todos los ritmos.
El blues se electrificó en los años treinta, preludio de todo un huracán de sonidos, y la emigración, consecuencia de la Segunda Guerra, la Guerra de Corea, que provocaron la apertura de fábricas de armamento, y la industrialización de muchos núcleos urbanos, modificaron el mapa sociológico de Estados Unidos, y el blues desplegó sus tentáculos y se diversificó de manera impresionante. La reciente película "Cadillac Records", que relata la historia del sello fonográfico Chess Records, se antoja indispensable para conocer los vericuetos, las luces y las sombras de una época irrepetible. Con Adrian Brody y Beyoncé en sus papeles estelares, la cinta refleja la azarosa vida de Muddy Waters, las malas pulgas de Howlin Wolf, el triunfo del blues en las listas de éxito y el posterior atraco a mano armada por parte de compositores e intérpretes blancos, quienes copiaron y endulzaron el estilo para popularizarlo entre la hinchada de tez pálida. Chuck Berry, precursor del rock and roll, fue devorado por Elvis Presley, y así sucesivamente. Pero en realidad ambos bandos estaban condenados a entenderse. Los hermanos Chess hacían negocios con la Sun Records, de hecho el blues y el country sólo se diferenciaban en su color de piel. El rocanrol murió de avaricia, pero el blues continuó en la senda. Hasta la libertad final. Recuérdese que en plena explosión del rock & roll de Elvis Presley y compañía aún persistía la segregación en los colegios de medio país, y el racismo se empleaba duro a sus anchas. Tuvieron que pasar años para presenciar el renacimiento del blues, que cayó en desgracia entre tanto cantante melódico blancucho o en franca desventaja ante el rythmn blues, el rock y el soul, los estilos que se pusieron en boga a partir de la clara influencia del sonido de New Orleans. Los predicadores del soul (James Brown, Otis Reding, Ray Charles o Sam Cooke) reemplazaron a las figuras del blues, y nadie parecía recordar a John Lee Hooker, Big Bill Broonzy, Leadbelly, Willie Dixon o el mismísimo BB King hasta que los rockeros blancos forzaron su resurgimiento, Tantos años después, Eric Clapton, a quien tildaron de dios de la guitarra de blues, homenajeó al indispensable Robert Johnson en sendos discos y un deuvedé que se plantea como lección magistral del blues negro practicado por una leyenda negra y una leyenda blanca.
La lucha por los derechos civiles y la libertad de expresión enlazó canales de comunicación. Bob Dylan cantó a Luther King, el folk tomó prestadas tantas emociones del blues, los grupos de rock de finales de los sesenta siguieron los pasos a los Stones, Beatles y demás, y se miraron en el espejo del blues, atraídos quizá por el campo en días de paz, amor e inocencia supina. En Gran Bretaña prendió la mecha, con John Mayall y los Cream a la cabeza, pero en los Usa apareció un tal Jimi Hendrix, uno de los pocos negros de esta historia, y Janis Joplin. De costa a costa, el rock cogió color, los Led Zeppelin inventaban el heavy a partir del blues, los Allman Brothers rendian pleitesía a los monstruos del sur, y hasta un puñado de sureños racistas como Lynyrd Skynyrd sonaba tan negros como sus pensamientos.
Nadie pensó en 1947, cuando Muddy Waters grabó la canción "Rolling Stone" para Chess Records, que dos décadas después él y otros tipos de su clase y condición pasearían por el mundo como héroes, como maestros de tantos músicos. Tampoco nadie imaginaba que un tal Miles Davis, a quien un policía propinó una paliza a las puertas de un local nocturno coincidiendo con la primera cúspide de su carrera, iba a influir a tantos artistas. Nadie daría un euro por ver convertido a Bob Dylan en un viejo "bluesmen" blanco con alma de negro.
 
 
 
Dos figuras del blues rock
 
 
El cartel de mañana promete. Dos figuras del blue rock británico. Matt Schofield, considerado uno de los nuevos embajadores del blues con acento inglés. Y The Brew, el potente grupo liderado por un chaval de diecinueve años que toca la guitarra como un poseso, a medio camino entre Hendrix y Page, negro sobre blanco.
Matt Schofield practica un blues elegante, fino, sofisticado y distinguido que puede hermanarse con el funk o el jazz, y obviamente con el rock de los años setenta. Desde Manchester, la sensación de las últimas temporadas.
The Brew proceden del nordeste, de la ciudad portuaria de Grimsby, y su guitarrista, Jason Barwick, despunta en los ambientes musicales como una de las próximas figuras del género.
José Peinado, promotor de la Isla del Blues, suele acertar cada año con sus apuestas, en muchos casos arriesgadas por mor del escaso apoyo recibido por parte de instituciones que en otras provincias sí impulsan este tipo de festivales como atractivos culturales y turísticos. Diputación y JUan pasan del blues. El Ayuntamiento gaditano se deja caer, aunque sin pasarse. A Cádiz fue a parar el festival tras ocho años de celebración en San Fernando, su lugar de nacimiento. Desde entonces, la Isla del Blues ha propuesto grandes noches, sin olvidar la visita de los legendarios Ten Years After, el arte de Deborah Coleman, el poderío de Hook Herrera, el descubrimiento de Lance López y el bautizo de un grupo español con los gaditanos Kool, que pronto emprenderán su fase de relanzamiento con nuevo disco e integrados en una promotora de conciertos. Mañana, en el Baluarte de la Candelaria, para los amantes de las fuertes sensaciones, blues negro para corazones blancos. Y viceversa.

Agosto 09, Verano, Diario de Cádiz