jueves, 24 de diciembre de 2009

Defensa de la alegría (Mario Benedetti)


Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo
y la rutina de la miseria
y los miserables
de las ausencias transitorias y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo
y las pesadillas de los neutrales
y de los neutrones
de las dulces infamias y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias.
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres.
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas del azar
y también de la alegría.
Mario Benedetti

3 comentarios:

josé rasero dijo...

Ole!!! Muchas facilidades!!!!

Enrique Alcina Echeverría dijo...

ole, Jose, un abrazo fuerte, muchas facilidades !!!

Ignacio Lobo dijo...

amen