martes, 23 de marzo de 2010

Chile, cumpleaños incierto


No habrá tarta de cumpleaños. Chile no está para festejos. "Todo parecía listo para iniciar un año memorable, el del Bicentenario, el fin de la transición política y la recuperación económica", dice el diario La Tercera. Cinco países cumplen doscientos años: Chile, Argentina, Venezuela, México y Colombia. Lejos de arredrarse tras el terremoto, haciendo de la necesidad virtud, los chilenos se alían con la fuerza para levantarse, pero ahora mismo no tienen ánimo para soplar las velas. El 18 de septiembre conmemorarán la independencia; hasta entonces, tratarán de cerrar las heridas del 27 de febrero, las grietas del Bicentenario de un país adolescente. Chile 2010, cumpleaños incierto, entre temblores, psicosis a la réplica y el cambio de una era política. El nuevo presidente del Gobierno, Sebastián Piñera, ha asumido que en los próximos años, los años de la reconstrucción, habrá que redefinir prioridades y objetivos, recorte de presupuestos, redistribución de la riqueza, menos mal que Chile disfruta de una relativa bonanza económica merced a sus reservas derivadas del cobre. Pero el Bicentenario ha quedado tocado, al seísmo ya lo llaman "el terremoto del Bicentenario". La incertidumbre, así las cosas, pesa sobre la participación plena de Chile en el Bicentenario de La Pepa en Cádiz, aunque por fortuna, una de las zonas hermanadas con las Cortes gaditanas, la Región de los Lagos, apenas se vio afectada por el devastador temblor y posterior maremoto. Hasta la Décima Región no alcanzó el seísmo.
La austeridad y sobriedad que caracterizarán a Chile durante su nuevo rumbo, que ya se ha reflejado en la toma de posesión de Piñera, abren interrogantes en torno a proyectos vinculados al Bicentenario, tales como la creación de una red digital rural, parques culturales, numerosas actividades lúdicas, una red nacional de infraestructuras deportivas, el Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos y una red nacional sismológica y de vigilancia volcánica.
Las Cortes de Cádiz no figuran demasiado en Chile, por así decirlo, y son escasas las referencias a su influencia decisiva en la liberación del país. El consciente colectivo chileno no ha grabado Cádiz en sus archivos, pese a los lazos de unión históricos entre ambos bicentenarios, capítulos aparte para la estancia de dos años en Cádiz del libertador Bernardo O'Higgins y sus contactos con la masonería gaditana (Simón Bolívar también pertenecía al club masón). Los chilenos no están ahora mismo para historias, entre tanta réplica, que los sismógrafos atribuyen a la liberación de energía del primer movimiento que, dicho sea de paso, movió una mijita el eje de la tierra.
Días de contrastes: pueblos arrasados, miles de familias en la calle y casi 400.000 personas visitan los veleros de la gran regata Sudamérica 2010 en la que participa Chile, claro está. Las imágenes que mostraban a la gente corriendo despavorida hacia los cerros, en Valparaíso, la joya del Pacífico, en nada han beneficiado a la floreciente industria turística chilena, que también se verá seriamente afectada.
Otra paradoja cruel: una de las ciudades más golpeadas por el seísmo, meca del surf en Chile, responde al nombre de Constitución, otro sinónimo de reconstrucción. Y frente al dolor en el corazón del país, a primera vista, nada más llegar a Santiago, nadie pensaría que Chile ha sufrido el peor terremoto de la historia. Hay que adentrarse en el sur de un cumpleaños incierto.

Marzo 10, Diario de Cádiz

1 comentarios:

Juan Antonio Espina dijo...

Te felicito, excelente capacidad para describir lo que ac'a est'a pasando. Grande Enrique.