martes, 20 de abril de 2010

Gente con cara de libro

Políticos, artistas, carnavaleros y gaditanos de postín se exponen en la plaza pública de las redes sociales ante sus amigos y enemigos íntimos

La gente se ha pasado al facebook. Si acaso, al cadibú. Si ha extraviado a su partenaire, a su amigo del alma o a un compañero de trabajo, no acuda al bar de la esquina, ni llame al celular porque lo tendrá apagado; búsquelos en la red social en boga, le mirarán con cara de libro, se han enganchado al foro público, la plaza cibernética, el mentidero de chismes y estampas, el tablón de anuncios colectivo, y si nadie lo remedia, las calles quedarán prácticamente vacías. Si no hay wifi, pa la casa. Qué de amigos en común tiene Fulanito, cuántos admiradores ha reunido Mengano, mira la cara de Manoli la del Cuarto, ¿y las fotos del maromo de prima?, paecharlo, la gente sale de perfil de usuario, hay que estar, hay que ser un caralibro, al garete las webs, los blogs, los tags y los flags golosinas. La plataforma para la repetición del Carnaval en julio supera los 4.500 jartibles, el Capitán Cocleta campa por sus respetos, los herederos de la Constitución llaman a Cádiz por su nombre universal, el tranvía recoge firmas a favor y en contra, los partidos políticos intentan pescar en ríos revueltos, no hay falserío ni ná. Ustd no es nadie, y su negocio menos, si no ha abierto una cuenta, y sobre todo, se carece de enemigos. Se impone la creación de un capítulo de enemigos en común. Cádiz, que es pionera en casi todo, triunfaría por todo lo bajo.
El viento sopla caprichoso, y el tiempo es como un aeroplano, en el corazón gadita del caralibro. No cuadran las cuentas. Teófila tiene 123 admiradores y su rincón derrotista, "Teófila vete ya", 440 adheridos. Mira, mira quién se ha hecho admirador de doña Teo, será perro. Y algunos no vencerán la tentación de hacerse partidarios y opositores. Dos barajas. En cambio, Rafael Román dispone de 360 amigotes, que no votantes, en su rincón del facebook. Imposible establecer comparaciones o similitudes, pues ciertos políticos acaban de caer en la cuenta y otros llevan ya meses pegados a la pantalla. El izquierdista Sebastián Terrada, por ejemplo, se habla con una veintena de cibernautas, y a Blanca Flores la leen 722 personas. La red de trasmallo social pesca en alta mar. Fobias y cariños para dar y regalar. Mucho amigo interesado para jugar a la granja. Pesados y solitarios, ingeniosos y bordes, palabras tiernas y gruesas, más imagen que otra cosa, mensajes cortetes, desahogos y poesía, propaganda e ilusión. Mucho colgao suelto, y una montaña de solidaridad cuando más hace falta, ahí están los ejemplos de Haití, Chile, la plataforma para salvar El Palmar y, ahora, Garzón, a cuya causa se suma precisamente uno de los gaditanos de la Bahía con más amistad de la buena, el cantautor Javier Ruibal. El artista, que ya llegó a la cifra tope de cinco mil amigos, ha cambiado su foto por la del juez. Y suele consignar moralejas y consideraciones que su fiel legión de admiradores sigue a diario. Para unas cosas, el caralibro hace justicia con la buena o mala fama de la gente que se expone a las claras, sin los temibles anonimatos de foros, chats o casapuertas electrónicas que tanto en Cádiz dan de qué hablar. Para otros menesteres, el caralibro rompe barreras y permite conocer lo que piensa o hace cada hijo de vecino, si se digna a abrir la puerta, claro. Hay siesos en todas partes. Y conviene distinguir entre las intenciones de los usuarios, como en la vida misma. Unos buscan amigos y otros negocio; otros aceptan la amistad de cualquiera y funcionan también quienes seleccionan. Derecho de admisión.
Como todo evoluciona que es una barbaridad, en breve tendremos admiradores del cazón en adobo, si no existen ya, y detractores de algún cuatrero público. Cientos de grupos pamplinosos pululan ya por la red.
El Carnaval tampoco tiene rival. El Yuyu (3.600), Vera Luque (1.200) o la chirigota del Selu, con más de mil picaos, concitan pasiones, así como los admiradores de Antonio Martín o el mismo Antonio Martínez Ares. Sin olvidar a Juan Carlos Aragón, seguramente iniciándose en las lides del caralibro, con catorce amigos. Muchos menos que los raperos de la Frac, que superan los mil quinién, o el cantautor Fernando Lobo, con dos mil quinién, por delante de gaditanos de postín como Pepe Ángel o el guitarrista Nono García, el periodista José Luis Porquicho (1.500), uno de los más activos, que combina el cadibú con el feisbú con una soltura y un desparpajo envidiables y que además tiene tiempo para pisar la calle, no la virtual, sino la real. Otros parecen amarrados al caralibro, dan hasta las buenas noches a la concurrencia y esperan en vano una catástrofe mayor. Ya se venden entradas para el desastre personal y colectivo. Si piensa ir, confirme su asistencia apretando el botón. Clic. Al final, de 3.500 que aseguraron, garantizaron, anunciaron su visita a bombo y platillo, fueron cuatro. No hay que fiarse del caralibro, la red social que según los expertos de la nada ya pasó de moda y desvirtuó su verdadero sentido, transformándose en un escaparate de chismorreos, vanidades y ofertas especiales. Hay sitio para todos. La Pepa Viva cuenta con casi dos mil amigos, quizá 2012, y la floristería del barrio ajusta sus precios en público, y el Pay Pay cuelga las fotos del último concierto, y alguien se oculta bajo un pseudónimo, en Cádiz sólo quedan secretos a voces. Y un montón de gente inexistente es capaz de remover los cimientos de la moral, o por los menos afearle la conducta o ponerle la cara colorá al mundo con un simple grupo de amigos y un selecto núcleo de enemigos. Todo controlado. Pronto saldrá otro invento para morsegar al prójimo y lucir las dotes exhibicionistas que adornan hoy en día al personal. Caralibro, ríndete. Nos vemos en la calle.

Abril 10, Cádiz, Diario de Cádiz

2 comentarios:

Charo Barrios dijo...

Lo siento, no puedo estar pendiente del Facebook, me puede.
Ya tengo bastante con el blog, mientras suenan las alarmas de la thermomix, la lavadora, el microondas, la vitrocerámica...
Bloguerío y correos electrónicos agotan mi tiempo.
Aunque también es cierto que estas redes pueden servir en un momento dado para crear cualquier plataforma "rebelde", y que sirva para algo.

Salud!

Enrique Alcina Echeverría dijo...

salud, Charo, y que se den bien todos esos aparatos electrónicos virgueros pa comé en casa de categoría !!